The King es uno de los discos más atractivos entre los publicados por artistas norteamericanos durante 2023. Como algunas de las obras firmadas por artistas negros en los últimos años âSerpentwithfeet, Yves Tumor, Moses Sumney, Blood Orange, Sudan Archivesâ, ofrece mezclas y mutaciones de estilos que eluden las categorías fáciles. No es r&b ni soul ni ningún otro estilo habitualmente asociado al artista afroamericano. Pero combina con audacia cualquiera de estas técnicas para denunciar la opresión contra la comunidad racializada y el colectivo trans. The King es un disco de protesta que no suena ni a folk ni a hip hop, porque lo que hace es crear un idioma propio. “Vivir puede ser agotador, eso es algo común a cualquier persona”, afirma Anjimile.
“Hay facturas que pagar, demasiadas cosas que hacer, responsabilidades de todo tipo. Y luego hay quienes a eso tenemos que sumarle presión social a causa de tu raza y tu identidad”. Nacido hace 30 años en Dallas, Anjimile Chithambo se crio en Boston con sus padres, dos estrictos cristianos presbiterianos que no aceptaron que su hija se declarara como lesbiana trans. El miedo a aceptar su identidad se manifestó a través del consumo de drogas y alcohol. Por eso, el verano previo a su ingreso en la universidad lo pasó encerrado en casa por castigo de sus padres. Durante aquellos días, descubrió la Biblia y cayó rendido ante el Antiguo Testamento, una lectura que ha terminado filtrándose en su nuevo álbum: “Siempre me gustó leer, pero esas historias me cautivaron mucho. Algunas son muy extrañas y confusas, pero el lenguaje me pareció muy hermoso. Esas expresiones de moralidad que aparecen de repente y que resultan sorprendentemente poéticas”.
Una de las cosas que destacan en The King es el sonido. Rompe deliberadamente con la línea de su primer álbum, Giver Taker, aparecido en 2020. El productor Shawn Everett tuvo un papel determinante en este cambio, que resultó ser fundamental a la hora de destacar todo aquello que Anjimile quería expresar. Porque si Giver Taker ha sido definido como un disco de oraciones, The King ha sido descrito como un álbum de maldiciones: “Shawn y yo buscábamos crear una sonoridad que destacara la emotividad de las letras. Grabamos en un estudio que ofrecía un montón de posibilidades técnicas, pero él insistió en hacer de mi guitarra acústica el instrumento fundamental, casi el único de la grabación. Creó una situación de restricción extrema. Es decir, nos empujó a buscar maneras posibles de sacarle partido al instrumento sin que sonara como una guitarra acústica. De este modo potenciamos al máximo nuestra creatividad. Shawn lo clavó”. Ese sonido indómito y extraño ha terminado siendo una metáfora de las intenciones del álbum al cual representa: “Nos volvimos locos buscando las herramientas posibles para alcanzar esas sonoridades. Y, a consecuencia de ello, trasladar todo eso al directo ha resultado complicado. Cada miembro de la banda se ha convertido en un ingeniero de sonido intentando manipular su instrumento. En concierto somos como un circo, un circo sonoro muy serio”.
Anjimile siente que con este álbum está cerca de la tradición de músicos negros que a través de su música han denunciado la violencia que se ejerce contra su raza: “Me gusta mucho cómo James Brown acuñó expresiones que proclamaban el orgullo de ser negro. Mi música no se parece a la suya, pero si comparto con él esa necesidad. Él decía ”dilo alto, soy negro y estoy orgulloso. Se expresaba con mucha franqueza. Y luego está Nina Simone. Mississippi Goddam es mi canción favorita de todos los tiempos. Usamos su versión de I Put A Spell On You como guía vocal para grabar el tema Génesis“.
El título del álbum, The King [El rey], también proviene de esa tradición empoderadora que los músicos de su raza han venido cultivando desde hace muchas décadas: “Cuando eres negro y te refieres a ti mismo como el rey, te estás concediendo a ti mismo un poder. Es una costumbre que se remonta a los días del jazz. Duke Ellington y Cunt Basie se hacían llamar reyes”. De los artistas afroamericanos más recientes, Anjimile destaca a Kendrick Lamar, “porque habla constantemente sobre la raza y la opresión que sufrimos”. También habla de Anderson Paak, “un artista más festivo que también tiene canciones más comprometidas como King James, la cual adoro”. También recomienda a la banda punk Soul Glo, al trío de mujeres negras Big Joanie y a Nnmanda, un artista de Chicago del cual dice que hace “música extraña, muy bella y a veces también con carga política”.
Animal es una de las canciones del disco cuya letra denuncia directamente la violencia contra los afroamericanos. Como la gran mayoría del disco, fue compuesta durante el periodo de confinamiento que impuso la COVID-19. Unos meses que en Estados Unidos coincidieron con un incremento de la violencia policial hacia ciudadanos negros. “Aunque estuviésemos encerrados en casa, la brutalidad que se ejercía contra nosotros quedó igualmente registrada por las cámaras. Fue lo que ocurrió con George Floyd. Su muerte a manos de la policía fue filmada y, aun así, se debatía públicamente acerca de si había sido asesinado o no. Fue exasperante”.
Las referencias bíblicas reaparecen cuando Anjimile hace referencia a la peste negra: “Es una analogía que establezco con la peste bubónica y la plaga que se cebó con las vidas negras durante la pandemia. La policía estaba masacrando a los míos. Necesitaba que The King fuese un disco de denuncia, señalar directamente a los culpables de toda esta injusticia”. Tampoco se calla a la hora de dar su opinión sobre la situación que Israel ha provocado en Palestina: “No es una situación que pueda compararse a la que sufren los afroamericanos. Pero lo que está claro es que se está cometiendo un genocidio. La situación es horrible, David contra un Goliat que cuenta con el apoyo de los Estados Unidos. Gaza es una prisión al aire libre en la que antes la gente apenas podía vivir. Lo que están haciendo ahora es matarlos”.
Nunca había compuesto una canción desde la furia. Mi relación se vino abajo entre otras cosas porque no era capaz de gestionar mi rabia. Fue un momento clave porque gracias a eso asumí que la rabia es una emoción que sí puede expresarse de una manera sana
La letra de Animal proyecta la rabia ante la injusticia, pero también contiene la reacción emocional a una ruptura sentimental: “Nunca había compuesto una canción desde la furia. Mi relación se vino abajo entre otras cosas porque no era capaz de gestionar mi rabia. Fue un momento clave porque gracias a eso asumí que la rabia es una emoción que sí puede expresarse de una manera sana. Puede ser un catalizador para el cambio. Aprendí la lección, fue muy terapéutico”. Otras canciones del álbum son más personales. En Mother y Father, Anjimile libera los sentimientos encontrados sobre sus progenitores. Y Anybody es fruto del estado emocional en que se sumió tras verse rechazado por ellos después de que les anunciara su condición de hombre trans: “Tuve que procesar ese momento durante los meses siguientes. Intenté ignorarlo y seguir adelante con mi vida, porque era algo que no tenía vuelta atrás”. En uno de los versos de Anybody, Anjimile canta: “Si no encuentras tus heridas, tus heridas te encontrarán a ti”. Sus heridas, internas y externas son las que han dado forma a The King.