Y los nominados a mejor presidente del Gobierno son...
Juntos y revueltos. Así se han paseado los líderes políticos en una alfombra que se ha vestido de (casi) todos los colores por primera vez en los treinta años de la fiesta de la Academia del Cine. Porque también es la primera vez que se celebran unos Goya con un gobierno en funciones y hay más de un nominado a presidente.
El primero en ponerse ante los flashes ha sido Pablo Iglesias. Le ha seguido Pedro Sánchez, que ha bromeado con que si consigue formar gobierno le podrían dar el “Goya a mejor reparto porque se trataría de un gobierno plural y representativo para todos los españoles”. Le han seguido Albert Rivera, Patxi López y Alberto Garzón. El líder de IU ha defendido un ejecutivo que “apoye la cultura y no se quede solo en postureo”. “Hay que ser coherente y dejar atrás el 21 por ciento”, ha dicho.
Iñigo Méndez de Vigo no ha eludido, como sí lo hizo su antecesor José Ignacio Wert en 2014, su asistencia a los premios y se ha estrenado como ministro de Cultura en la alfombra roja.
Que el momento de incertidumbre política se nota en el cine lo ha demostrado la presencia también de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y la presidenta de la comunidad, Cristina Cifuentes.
Desde la subida del IVA cultural aprobada por el PP en septiembre de 2011, el cine se ha parapetado en contra de las políticas culturales del ejecutivo, ahora en funciones, de Mariano Rajoy. Críticas que, aunque siempre con perfil bajo, se han escenificado desde entonces en la gala anual.
