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Paco Delgado: lo más difícil es ponerme de acuerdo conmigo mismo
Con la idea de que su profesión es como una montaña rusa por los altibajos que conlleva, el diseñador de vestuario de cine Paco Delgado reconoce que lo que más le cuesta a la hora de vestir a los actores es ponerse de acuerdo consigo mismo.
“Abrumado” porque esta tarde recibe el Premio de Cinematografía de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, donde ha atendido a la prensa, Delgado compara la “increíble” información que proporciona un guión al diseñador de vestuario con leer una novela evocativa. “Ya te imaginas un mundo”, ha señalado.
En definitiva, cree que su trabajo es “reinterpretar” lo escrito por el guionista, ponerlo en común con él y, después de estar de acuerdo con él, tener “una discusión en positivo” con los actores, que -añade- tienen su propia idea del personaje al que interpretarán por ser quienes mejor lo conocen.
“Yo lo que hago es ayudar a crear personajes”, asegura.
Su medio de trabajo, la ropa, la concibe como “una cultura en tres dimensiones”, y ve la moda como un conjunto de vestimentas y accesorios que, en cada momento y lugar, un grupo de personas “usa para definirse”.
“La moda un reflejo de la sociedad, más que la sociedad un reflejo de la moda”, ha apostillado.
Paco Delgado (Lanzarote, 1965), que está trabajando en el diseño de una nueva adaptación al cine de la novela “Muerte en el Nilo”, de Agatha Christie, no es muy amigo del término 'triunfar' y cree que en su carrera ha tenido la suerte de que personalidades del cine como Álex de la Iglesia o Pedro Almodóvar hayan confiado en él.
“Yo he llegado aquí por una serie de coincidencias. Yo no quería ser diseñador cuando era pequeño, y más mayor tampoco...”, ha recordado, antes de añadir que empezó estudiando una carrera de ciencias y que, una vez en el mundo del cine, prefería el decorado al vestuario. Pese a ello, opina que “la suerte hay que trabajarla”.
A Delgado, que quizá pillado por sorpresa dice que le gustaría vestir a Napoleón, de forma más reposada responde que, probablemente por ser un reto, quiere hacer una película ambientada en torno a 1880, cuando las mujeres llevaban puesto el típico polisón de volúmenes que recuerda como algo “rarísimo por no decir loquísimo”.
Sobre la situación actual del cine, Delgado rechaza el victimismo porque, además de no ir con su forma de ser, cree que hay “muchísima gente” que va a las salas.
Eso sí, apunta que el modelo está cambiando y se va dirigiendo a la pequeña pantalla de los móviles. “Seguimos teniendo la necesidad de ver y escuchar historias”, apostilla.
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