Antonio Banderas y Andrew Lloyd Webber quieren competir con Broadway con musicales en español
Después de estar interpretando una obra del recién fallecido Stephen Sondheim durante meses, Antonio Banderas cambia de maestro del musical y se alía con Andrew Lloyd Webber para potenciar y llevar el teatro musical en español por todo el mundo. Ambos han montado una empresa cuyo nombre es un guiño a Barcelona 92, Amigos para siempre, y también título de la canción que encargaron al compositor británico con motivo de los Juegos Olímpicos en España y que se convirtió en un éxito cantada por Los Manolos.
Los amigos aquí son Banderas y él, que se conocen desde hace décadas. El actor interpretó al Che en la versión cinematográfica de Evita, uno de sus musicales; e incluso cantó un tema de El fantasma de la Ópera, una de las creaciones más populares de Webber, en el mítico concierto organizado por su 50 aniversario en 1999. Era cuestión de tiempo que sus caminos se juntaran de nuevo. Fue el compositor el que le citó hace poco en Londres y le comentó este proyecto que quiere aprovechar todo el público hispanohablante en Latinoamérica y EEUU, donde “solo en Nueva York hay aproximadamente 2,8 millones de hispanohablantes”, además de en España, y ofrecer espectáculos de primer orden, que compitan de tú a tú con el West End o con Broadway, como ha subrayado Banderas en la presentación del proyecto ante la prensa.
Es un proyecto que acaba de echar a andar, y que todavía no se ha concretado en un primer musical concreto. Lo que tienen claro es que será, en un primer momento, un teatro de repertorio centrado en la obra de Andrew Lloyd Webber, que adaptarán de nuevo al español atendiendo a las especificidades de cada país, porque en opinión de Banderas, uno de los errores que siempre se comete es llevar la misma adaptación ya sea a España o a Argentina, sin tener en cuenta las expresiones, modismos y dejes.
En la lista de proyectos que Webber ha puesto a disposición de esta nueva aventura se encuentran: El fantasma de la ópera, Sunset Boulevard, Starlight Express, Jesucristo Superstar, Evita, Cenicienta, Joseph and the Amazing Technicolor Dreamcoat y Escuela de Rock, aunque avanzan que también habrá creaciones nuevas de autores en español. “Buscamos la excelencia”, ha dicho el actor que no descarta dirigir algunas de las adaptaciones o incluso interpretarlas. “Aunque para el Che de Evita ya estoy algo mayor”, ha bromeado.
Una excelencia que “no garantiza el éxito, y eso es una de las grandezas y las miserias de esta profesión”. “Hacerlo en estas condiciones me interesa especialmente, en un momento en el que frente a todas las grandes tecnologías, frente al cine, al que siempre voy a defender, el teatro revive como un hecho incambiable. Pase lo que pase en el futuro, el hecho teatral se revaloriza. Es la pureza de un grupo de personas contando o cantando una historia, y eso es algo maravilloso. Ya cuando decidí volver a al teatro, que fueron mis inicios, me cuestionaba esto, esa saturación de espacios audiovisuales. Y en ese contexto ha llegado Andrew y por supuesto que he aceptado la posibilidad de jugar”.
Webber se quedó “impresionado por la calidad” de la versión de Company en Málaga y ahí pensó que podían crear “producciones para un público en español a nivel mundial”. Una aventura que ha calificado como “emocionante” ya que ha reconocido que no siempre se ha cuidado al público en español y esta es la forma de entregarles esa “excelencia” que han subrayado ambos artistas. También ha opinado que “el teatro ha cambiado” y que la gente ha no quiere “ir a ver un teatro antiguo”, sino que buscan “una experiencia completa”. Lo ha visto en el teatro de Drury Lane, que ha restaurado hace poco y en donde la gente acude tanto al restaurante o a tomar algo como a ver las obras. Aunque eso sí, “lo más importante es que haya algo bueno encima del escenario”.
Frente al cine, al que siempre voy a defender, el teatro revive como un hecho incambiable. Pase lo que pase en el futuro, el hecho teatral se revaloriza
Banderas incluso considera que se convirtió en actor por “la enorme influencia y la fuerte impresión” que experimentó cuando vio los musicales de Andrew Lloyd Webber,. “Tener la oportunidad de volver a trabajar con uno de los más respetados y admirados compositores de todos los tiempos, ofreciendo sus magníficos trabajos a un público en español, es uno de los logros más destacados de mi carrera en el mundo del espectáculo”, ha añadido y ha pedido “quitar al teatro ese sabor rancio”.
La que de momento no está en la lista de proyectos a desarrollar es Cats, una de las obras más exitosas de Webber que vivió una desastrosa adaptación musical para la que el autor no ha tenido muy buenas palabras. “La odio”, ha dicho contundente y ha contado una historia para terminar: “Hay una aerolínea americana en la que puedes llevar un perro si tienes un motivo justificado, como por ejemplo para alguna terapia porque te pones nervioso o por lo que sea, pero necesitas la carta de un médico. Yo hice la solicitud, y donde ponía motivo para llevar el perro puse: 'La película de Cats'. La respuesta de la aerolínea fue que ni necesitaba la justificación de un médico”.
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