Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE
Esta información es un teletipo de la Agencia EFE y se publica en nuestra web de manera automática como parte del servicio que nos ofrece esta agencia de noticias. No ha sido editado ni titulado por un periodista de eldiario.es.
La vanguardia del teatro y la danza se proyecta al mundo desde el Temporada Alta de Girona
David Alvarez
Girona, 24 nov (EFE).- La vanguardia del teatro y la danza, con nombres tan destacados en el plano internacional como los del italiano Romeo Castellucci o la argentina Marina Otero, se proyecta estos días al mundo desde el festival Temporada Alta de Girona, que organiza una semana para mostrarla a más de cien programadores.
Por vanguardia se entiende que Castellucci recurra a una estrella del cine francés como Isabelle Huppert para que interprete a través de un monólogo una 'Bérénice' que comprime y acelera la de Jean Racine gracias a una dramaturgia innovadora sin renunciar al clasicismo.
Un velo difumina en todo momento lo que pasa sobre el escenario, principalmente la encarnación por parte de Huppert del texto, que atraviesa por fases de lamentos, distorsión y hasta pérdida de voz, pero también por un senado romano mudo, igual que lo están Tito o Antíoco.
Aunque lo que se pone en juego, incluidas incursiones de lavadoras, pelotas de baloncesto y efectos sonoros de diferente tipo, es la locura de amor, aquella que sufrió Bérénice cuando Roma vetó su unión con el emperador Tito y él aceptó aquel destino.
La misma apuesta de Romeo Castellucci, que ha escogido el Temporada Alta para su estreno en España, ha sido la de Marina Otero con 'Kill me': la capacidad del amor de desbordar a las personas.
En su caso, Otero confiesa un trastorno de personalidad que explotó a raíz de una ruptura sentimental, detalla que, para explicarlo, ha contado con cuatro bailarinas aquejadas también de problemas de salud mental y da paso a un delirio que lleva al espectador a los recovecos de su cerebro y la forma en que procesa los sentimientos.
Otero se desnuda literalmente ante el público, de inicio a fin de la obra, igual que el resto de intérpretes con la única excepción de Tomás Pozzi, que sobresale en el papel del ruso Vaslav Nijinsky y se viste de la esquizofrenia que acabó con su carrera.
El sello de teatro contemporáneo, característica intrínseca de la argentina, se encuentra en esta tercera pieza de una trilogía que incluye 'Love me' y 'Fuck me', en la que las coreografías sobre las que gira la dramaturgia se rodean de continuos impactos de alta intensidad, desde orinar sobre las tablas a reventar el sonido al ritmo de 'Psycho killer' de Talking Heads.
La idea del director del Temporada Alta, Salvador Sunyer, de atraer a todo este talento a Girona y concentrarlo en cuatro días, del pasado jueves a este domingo, es que los programadores de salas y festivales de Europa y América, aunque también había alguno de Asia, tengan que invertir el mínimo esfuerzo para conocer lo que se cuece.
Traer a Castellucci o a Otero le sirve de gancho para mostrarles la vanguardia catalana, entre la que destaca la compañía La Veronal, que tiene al frente a la última Premio Nacional de Danza, Lorena Nogal.
Nogal está estos días por Girona y ha explicado a EFE que, en el Temporada Alta, se siente “como en casa, en familia”, tras lo cual recuerda que el festival coproduce la mayoría de sus espectáculos.
Para ella, hay otras citas en el mundo que reúnen programadores, pero la iniciativa gerundense, a la que se ha dado la marca 'Big Bang', es única en España por su capacidad “para abrir puertas internacionales a la gente de aquí”.
“El temporada Alta pone más el foco en las producciones de autor, arriesga, apuestan mucho por los de casa”, señala antes de entrar en la pieza con la que han llegado este año, 'Totentanz', “una mirada a la cara de la muerte, a la repercusión que tiene en las vidas y a las danzas que se le han dedicado a lo largo de la historia”.
Lorena Nogal despliega a lo largo de una hora un arsenal de recursos en forma de ceremonia funeraria en la que la envuelven tres bailarines que dan sentido a toda la escena, luces estroboscópicas y un vídeo con imágenes de violencia y destrucción junto a planos de Donald Trump, Adolf Hitler, el Dalai Lama y hasta algún derviche.
Además de por teatro y danza, la vanguardia pasa también por instalaciones como la de Cabosanroque, 'El castor que lloraba', un juego de observación inspirado en 'El gran teatro del mundo' para denunciar la crisis medioambiental y el daño que causa el ser humano.
La argentina Lola Arias participa este domingo en la jornada que pone el broche a este 'Big Bang' con la proyección de 'Reas', un documental protagonizado por mujeres y transexuales que recurre al musical para explicar su paso por la cárcel y que entrecruza el universo fílmico con el teatral.
Salvador Sunyer ha manifiestado a EFE este último día que por Girona habrán pasado “las mejores compañías de aquí, las que más interesa que salgan fuera, y lo han hecho junto a los grandes nombres internacionales”.
“Un centenar de programadores de todo el mundo habrá podido ver diez espectáculos del máximo nivel en solo cuatro días y eso es lo que de verdad interesa”, ha concluido a punto de ponerle el cierre al 'Big Bang'.
0