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Woody Allen: “Debería ser el chico modelo del #MeToo”'

Woody Allen acudió ayer a un programa de la televisión argentina

elDiarioes Cultura

“Soy un gran defensor del movimiento #MeToo”,  afirmaba ayer Wood Allen en el programa Periodismo Para Todos, de la Televisión Argentina. Y añadió: “debería ser el chico modelo (poster boy) del #MeToo porque llevo haciendo películas 50 años, he trabajado con cientos de actrices, y ninguna de ellas ha sugerido nunca ningún tipo de comportamiento inapropiado”.

No fueron las intérpretes de sus películas sino su hija adoptiva, Dylan Faroow,  quien acusó al director de haber abusado de ella cuando tenía siete años. En 2014, publicó una carta en The New York Times relatando en primera persona los sucesos: “[Allen] me tomó de la mano y me llevó a un oscuro desván en la segunda planta de nuestra casa. Me dijo que me tumbara boca abajo y que jugara con el tren eléctrico de mi hermano. Entonces abusó de mí sexualmente”. 

El cineasta respondió tildando de “falsas y vergonzosas” las acusaciones de su hija adoptiva. Nunca fue formalmente condenado, aunque el juez del caso describió su comportamiento hacia Dylan como “sumamente inapropiado”. 

En el programa emitido ayer, el periodista Jorge Linata volvió a preguntarle por el tema: “¿Usted abusó de ella?”. A lo que respondió: “Por supuesto que no”. En su defensa, recordó que hace veinticinco años las autoridades e investigaciones “llegaron a  la conclusión de que no era cierto”. 

¿Abanderado de los falsamente acusados?

A la hora de encarar su posición ante el movimiento #MeToo, aprovechó su propia coyuntura para postularse a favor de las personas inocentes que han sido acusadas. “Es muy triste que una persona sea acusada injustamente. Creo que todo el mundo estará de acuerdo con esto. Si surge algo como el #MeToo, lo apoyas, porque quieres que se haga justicia con esa gente que hace cosas terribles”. 

Hace unos meses reconoció temer que el caso Weinstein diera lugar a una “caza de brujas, donde cualquier hombre que guiñe el ojo a una mujer en la oficina tenga que llamar a un abogado”. Ayer lamentó que movimientos como el #MeToo o #TimesUp hayan situado a la misma altura del productor a otros hombres que han sido denunciados, sin considerar las particularidades de cada caso. 

“Lo que me molesta es haber sido relacionado con gente que ha sido acusada por 20, 50, 100 mujeres por abusos cuando yo he sido denunciado únicamente por una”. Alegando, además, que su caso formaba parte de una disputa por la custodia familiar, que fue cerrado y probado como falso. 

El director no ha recibido acusaciones por parte de las actrices con las que ha trabajado pero sí han sido varios los intérpretes que han afirmado arrepentirse de haber trabajado con él, y que no volverán a hacerlo. Timothee Chalamet, Rebecca Hall, Ellen Page, Greta GerwigMichael Caine son algunos de ellos. Por el contrario, Diane Keaton o Alec Baldwin forman parte de la minoría de intérpretes que se mantienen como defensores de Allen. 

Mahnattan y las jóvenes relacionadas con hombres mayores

MahnattanTambién se preguntó al director sobre su icónica película Manhattan. Recordemos el argumento: Isaac Davis, interpretado por el propio Allen, es un escritor que supera los 40 en crisis tras dos fracasos matrimoniales que mantiene una relación con una joven de diecisiete años llamada Tracy, a quien dio vida Mariel Hemingway. 

Cuando el director tenía 55 años comenzó una relación con Soon-Yi, la hija adoptiva de Mia Farrow y su anterior pareja, el pianista André Previn, cuando ella tenía 19 o 21 años (la partida de nacimiento es confusa como ocurre en muchos casos de adopción). 

“Cuando hice Manhattan, Marshall Brickman y yo escribimos el guion pensando que la trama sería divertida. Creímos que nos daba la oportunidad de hacer muchos chistes en los que la chica no supiera de lo que estaba hablando el hombre y sobre cómo los referentes de cada uno serían los propios de sus generaciones. Pero eso es todo, simplemente que sería una idea divertida”, afirmó al respecto. 

Divertido o no, parece que la idea se repite en su vida real. El director se amparó en que la acusación que él recibió perteneció al ámbito doméstico para separar su trayectoria personal de la laboral. Y, de paso, autoproclamarse “chico modelo” del #MeToo por haber conseguido dirigir a numerosas mujeres sin recibir comentarios negativos de ellas. Como si no haber acosado a sus actrices fuera un motivo para empapelar con su cara las sedes feministas. 

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