Una exalcaldesa de Torrent para la alcaldía de Valencia
El PP buscaba renovación para la alcaldía de Valencia. Y la búsqueda se ha traducido en una mujer joven, ya curtida en política. María José Catalá, que fue alcaldesa de Torrent de 2007, cuando con 26 años le arrebató la alcaldía a la izquerda valenciana a 2011, en que se incorporó al gobierno autonómico que presidía Alberto Fabra..
Entre 2008 y 2011 fue diputada en el Congreso de los Diputados, labor que dejó para centrarse en el municipio; pasó a ser consellera de Educación y portavoz del Ejecutivo de Fabra, para después ser portavoz adjunta del grupo parlamentario popular que lidera Isabel Bonig, ya en la oposición en las Corts Valencianes.
El presidente del PP, Pablo Casado, proclamará a la candidata este sábado en un acto en Valencia, como ha adelantado Teodoro García Egea, secretario general del PP. El partido ha ido soltando con cuentagotas los nombres de los candidatos de las capitales españolas hasta despejar la incógnita valenciana, un secreto a voces.
Catalá es licenciada en Derecho por la Universidad Cardenal Herrera CEU y tiene un máster en Dirección de Empresas y DEA en Derecho Constitucional en esa misma universidad, donde también es profesora en un posgrado.
Desde el grupo parlamentario, la popular ha centrado su actividad en Educación, servicios sociales y tutela de menores, siendo el azote parlamentario de la vicepresidenta Mónica Olta, con fuertes discusiones en el hemiciclo durante las sesiones de control al Gobierno autonómico.
En un cierto momento rival potencial de Isabel Bonig, la presidenta del partido, en el seno del PP valenciano, Català se ha acabado convirtiendo en su apuesta para la ciudad de Valencia, aunque la dirección popular de la capital valenciana no está demasiado contenta con la decisión. Luis Santamaría, presidente de la gestora, se había perfilado como candidato y los rumores del entorno apuntaban a que Casado buscaría a un independiente para la alcaldía, como ha sucedido en otras ciudades. Varias negativas, entre ellas la del eurodiputado Esteban González Pons, uno de los pocos candidatos que generaba consenso, complicaban la decisión.
Desde que Rita Barberà perdió la alcaldía, el PP municipal no se ha recuperado. La corrupción, con el caso Taula de supuesta financiación ilegal como exponent, aún bajo secreto de sumario tras dos años, ha pasado factura a un partido que estuvo dos décadas en el poder en la ciudad, donde algunos dirigentes guiñan el ojo a la ultraderecha y nueve de los 10 concejales, han pasado todo el mandato formalmente suspendidos de militancia pero aferrados al sillón, sin capacidad de hacer oposición.
La cuestión insólita de que se presente una alcaldesa de otro municipio, la ciudad principal ciudad del área metropolitana de Valencia, supone un punto a favor para sus rivales: podrán recurrir, y recurrirán, a echarle en cara su gestión en el municipio.
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