Sin grandes alardes y jugando sobre una fina cuerda cual trapecista en sus peripecias, el Barça logró clasificarse para su cuarta final de Copa del Rey consecutiva tras superar al Atlético de Madrid (1-1) en un partido gris de los hombres de Luis Enrique. El conjunto azulgrana vio como la renta cosechada en el Vicente Calderón se convertía en un arma de doble filo y por instantes dejó la sensación de ser más una losa que un alivio en su juego, plomizo y anodino, ante un Atlético que buscó la hazaña con valentía, que no se rindió y acabó pagando con la eliminación su falta de acierto en los últimos metros.
Una destreza de cara a gol que sí tuvo Luis Suárez (42'), siempre en el alambre sin miedo a las alturas, cuando aprovechó la última trastada del ilusionista Messi, quién desató el caos movilizando hasta cuatro rivales antes de realizar un disparo al que Moya solo pudo repeler mientras veía como el delantero charrúa cazaba el rechace para dictar sentencia en la eliminatoria.
Ni las innecesarias expulsiones en ambos lados, que dejó al Barça con nueve y al Atlético con diez, ni el orgullo ni la fe que mostraron los del 'Cholo' a lo largo del partido fueron suficientes para cambiar el transcurso de una eliminatoria donde los azulgranas no fueron mejores pero sí más efectivos ante un Atlético que sale reforzado del Camp Nou.
Cambio de roles
El 1-0 con el que se llegó al descanso fue un excesivo castigo para un Atlético voluntarioso, que modificó su habitual planteamiento en busca de la machada y dispuso de múltiples ocasiones que no supo aprovechar ante el buen hacer de Cillessen, uno de los mejores de los azulgranas en el encuentro.
En un Camp Nou que veía perplejo lo que ocurría sobre el césped, donde azulgranas y rojiblancos se intercambiaron los papeles, los del 'Cholo' Simeone dejaron a un lado su habitual propuesta para dar rienda suelta a una proposición seductora dirigida por la velocidad de Gaitán, el desequilibrio de Carrasco, el talento de Griezmann y la siempre intimatoria presencia de Fernando Torres, que no pudo mantener su usual idilio con el gol en el santuario azulgrana.
Tres expulsiones reveladoras
Lo que no tuvo la primera mitad de emoción, se vivió en un segundo acto con unos 45 minutos de infarto donde el primer momento culminante se produjo con el gol mal anulado a Griezmann (59'). Instantes antes, Sergi Roberto, con una innecesaria falta, vio la segunda amarilla en el 53', dejando durante unos minutos a su equipo a merced de un Atlético que creyó que era posible hasta que Carrasco se autoexpulsó (68'), haciendo todavía más visible la brecha existente entre el futbolista belga y Simeone, que dedicó al jugador una mortífera mirada en su salida del campo.
Igualados en el número de futbolistas en el césped, la tendencia siguió siendo la misma y los rojiblancos no frenaron en su empeño de lograr un gol que volviese a meterles en la eliminatoria. Gameiro erró un penalti (79') cometido por Piqué, instantes antes de redimirse culminando una acción entre Koke y Griezmann que contó con la templanza de la zaga azulgrana (1-1, 82').
A un gol de forzar la prórroga, los hombres de Simeone fueron con todo en busca de un segundo tanto que no llegó en un tramo final de encuentro tenso que acabó con la expulsión, por doble amarilla en tan solo tres minutos, de Luis Suárez, que se perderá la final de una competición en la que un acrobático Barça sobrevivió en la fina cuerda de la clasificación.
Ficha técnica:
FC Barcelona (1): Cillessen, Sergi Roberto, Piqué, Umtiti, Jordi Alba, André Gomes, Rakitic, Denis (Mascherano, 61'), Arda, Messi y Luis Suárez.
Atlético de Madrid (1): Moya, Juanfran, Godín (Lucas, 49'), Savic, Filipe Luis, Koke, Saúl, Gaitán (Correa, 48'), Griezmann, Carrasco y Fernando Torres (Gameiro, 60').
Goles: Luis Suárez (42'), Gameiro (82')
Tarjetas: Sergi Roberto (18' y 57'), Carrasco (35' y 68'), Rakitic (65'), Cillessen (75'), Savic (76'), Suárez (86' y 89'), Filipe Luis (93'), Busquets (95')
Árbitro: Jesús Gil Manzano
Campo: Camp Nou (67.734 espectadores)