La crisis climática amenaza con doblar el número de personas que necesitarán ayuda humanitaria tras padecer algún desastre natural. Al ritmo actual de calentamiento de la Tierra, las inundaciones, sequías, tormentas y fuegos derivados del cambio climático dejarán 200 millones de personas pendientes de la asistencia internacional. Es el doble del volumen de ayuda actual, según ha estimado Cruz Roja Internacional en un documento presentado este jueves en Nueva York previo a la cumbre de la ONU sobre cambio climático.
Intentar atender las necesidades básicas de esa cantidad de personas implica un enorme esfuerzo económico. El informe asegura que hoy la ayuda humanitaria a víctimas directas de eventos climáticos extremos supone entre 3.000 y 12.000 millones de dólares. Para 2030, la progresión –“en un escenario pesimista”, dicen– es que la factura alcance los 20.000 millones.
“El cambio climático representa una doble amenaza a las comunidades más vulnerables. Por un lado lleva episodios cada vez más extremos de inundaciones, sequía u olas de calor. Y por otro impacta sobre sus economías, reduciendo los ingresos de los más pobres mermando su capacidad para afrontar estas crisis lo que les hace más dependientes de la ayuda internacional”, resumen el análisis de la Cruz y Media Luna Rojas.
El documento avisa de que estas estimaciones “son a la baja” porque no entra a analizar cómo esta situación puede agravar conflictos de otra índole relacionados con la alteración del clima. Por ejemplo, la crisis climática es ya el factor de migración más importante del mundo. Obliga a desplazarse como “estrategia de adaptación” a más personas que la economía o la guerra, según reveló un análisis sobre 16 estados de la OCDE que abarcaba los flujos migratorios entre 1980 y 2015. El cambio climático “hará que algunas zonas sean sencillamente insostenibles”, contaba el investigador principal Dennis Wesselbaum, al conocerse su estudio en mayo pasado.
En este sentido, en los primeros siete meses de 2019, siete millones de personas tuvieron que abandonar sus hogares por eventos meteorológicos extremos. ¿Dónde? Bangladesh, India, Mozambique, Brasil, Filipinas o Irán, según relató el último informe Mundial sobre Desplazamientos Internos.
El director de Cruz y Media Luna Rojas Internacional, Francesco Rocca, ha resumido durante la presentación que “el informe muestra el claro y aterrador coste de no hacer nada. Al invertir en la adaptación y la reducción del riesgo de desastres, incluso mediante esfuerzos para mejorar la alerta temprana y la acción humanitaria preventiva, el mundo puede evitar un futuro marcado por la escalada del sufrimiento y los costes de la respuesta humanitaria”.