Por ser gay

Ryan Andresen tiene 17 años y vive en California. Ryan entró en los Boy Scouts con solo 6 años. Desde ese día sueña con llegar a conseguir el distintivo Águila, el mayor rango de los Boy Scouts en Estados Unidos. Lleva 11 años siendo un buen estudiante, ayudando en su comunidad, ayudando a sus compañeros. Por fin había llegado el momento, cumplía todos los requisitos. Pero a Ryan le negaron el distintivo. ¿Por qué? Porque Ryan es gay.

Jennifer Tyrrell es una madre de Ohio. Su hijo también estaba en los Boy Scouts, y ella misma era monitora de un grupo de niños scout. Hace unos meses la echaron de la organización. ¿La razón? Ser lesbiana.

Los estatutos de los Boy Scouts en EEUU (no en todos los países) impiden explícitamente que personas homosexuales sean miembros de la organización. En 1991 la organización declaró que “la conducta homosexual es inconsistente con la obligación que se hace en el juramento Scout de ser moralmente recto” y que las personas homosexuales “no son un modelo de conducta deseable para los Scouts”. Hay más razones. Entre 1957 y 2005 se produjeron en los Boy Scouts de América más de 5.000 casos de abusos sexuales a niños que además de su reputación le costaron a la organización decenas de millones de dólares en indemnizaciones. Por eso uno de los principales argumentos de muchas personas para defender la prohibición no tiene que ver con la intolerancia, sino con la seguridad de los niños.

Tanto Jennifer como la madre de Ryan no creen, ni mucho menos, que todos los gays sean pedófilos, y decidieron luchar contra lo que consideraban una injusticia. Ambas crearon sendas peticiones pidiendo apoyo sobre sus casos. Y esas peticiones, que ya han conseguido más de 700.000 firmas, fueron el inicio de un terremoto que se expandió a los medios de comunicación y que ha llegado al punto de que hasta Barack Obama y Mitt Romney se hayan pronunciado públicamente a favor de levantar de una vez la discriminatoria restricción de los scouts.

Zach Walhs sí tiene el distintivo Águila. Y además tiene dos madres. Zach se dio a conocer con este emocionante discurso defendiendo el matrimonio igualitario ante el parlamento de Iowa, en un vídeo que fue uno de los más vistos de Youtube en el año 2011. Zach es cofundador de Scouts for Equality (Scouts por la Igualdad). Movido por los casos de Ryan y Jennifer, decidió ayudarles. En lugar de ir directamente a pedir a los Boy Scouts que levantasen la prohibición hizo algo más inteligente: les dió en la cartera.

Zach y Jennifer lanzaron una serie de peticiones en Change.org dirigidas a las principales empresas donantes de los Boy Scouts en EEUU, pidiéndoles que retirasen la financiación a la organización hasta que ésta revocase su política de no aceptar personas homosexuales entre sus filas. Sabían que las empresas querrían mantener una buena imagen antes la comunidad LGTB y que eran un objetivo más vulnerable. Y tenían razón: en cuanto empezaron a crecer las firmas y las peticiones llegaron a los medios de comunicación, AT&T, Intel y UPS suspendieron sus contribuciones a los Scouts y mostraron públicamente su oposición a su política.

La presión parece estar dando sus frutos. Hace unas semanas Boy Scouts de América anunciaba que consideraría un cambio en sus políticas y permitir que cada grupo scout local decidiese si quería admitir a gays como miembros o como líderes.

Ayer era el gran día, el día en el que su Comité Ejecutivo debía tomar la gran decisión. Optimista que es una, pensé publicar hoy la entrada pensando que podría darles una buena noticia. Pero todavía no. Habrá que esperar hasta mayo, porque alegando la complejidad del asunto (?!) y la necesidad de tiempo para estudiarlo mejor el Comité Ejecutivo ha decidido posponer la decisión hasta ese mes.

Antes o después la prohibición caerá. La energía de Ryan, de Jennifer, de Zach y de los millones de personas que les apoyamos en esta lucha por la igualdad puede más que las tradiciones. Seguro.

No se pierdan el video de Zach.