El papa Francisco ha llegado este sábado a la isla de Lesbos para realizar una corta visita “humanitaria” y reunirse con los refugiados atrapados en Grecia tras la entrada en vigor del acuerdo de la UE con Turquía. Francisco ha sido recibido por el primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, y el patriarca ecuménico Bartolomeo.
Señal en directo de la visita del papa:
El jefe de la Iglesia católica ha visitado a varios grupos de refugiados preparados para recibirle en diferentes puntos de la zona, tomada por la seguridad. Una mujer ha sorprendido a Francisco I arrollidándose con desesperación y llorando sobre las ropas del papa: “No podemos más”, gritaba.
Bergoglio ha pronunciado unas palabras de solidaridad con los refugiados, aunque no ha querido profundizar sobre las responsabilidades y posibles soluciones de una situación propiciada por el acuerdo de la UE de cerrar la puerta a los refugiados y expulsarlos de forma masiva a Turquía. “No perdáis la esperanza”, ha dicho el Papa en Lesbos. “No estáis solos”.
Las ONG denuncian que las instalaciones que el Papa ha visitado, como la del centro de detención de Moria, han sido saneadas, pintadas e incluso parcialmente desalojadas para mejorar el aspecto ante la visita. “Lo que el Papa verá hoy no es enteramente real”, dice una voluntaria de la ONG Pro-Activa en declaraciones a TVE. Un grupo de refugiados y voluntarios en la zona se ha manifestado cerca de la zona visitada, ante la mirada de los antidisturbios.
Ese lugar se ha convertido, desde que se firmó el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía para la devolución de refugiados, en un centro de detención. Allí saludarán a un centenar de personas huidas de Siria y otros países en guerra y, según el programa oficial, almolzará con ellos. La prensa griega especula con que el Papa pueda acoger a algunos refugiados en el Vaticano, aunque es un extremo que no se ha confirmado.
Por su extrema cercanía a Turquía, cuyas cosas se pueden ver desde la isla, la turística isla de Lesbos se ha convertido para los migrantes y refugiados en la principal puerta de entrada a Europa. Actualmente alberga a más de 4.000 migrantes y refugiados, de las cuales unos 3.000 están en el centro de Moria y alrededor de 1.000 en el campamento abierto de Kara Tepe, al que han sido trasladados principalmente grupos vulnerables.