El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha defendido este sábado la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la valla de Melilla tras los saltos que se han producido esta semana y ha asegurado que han actuado en los márgenes de la “proporcionalidad” y el principio de “legalidad”.
Marlaska ha hecho esta defensa a la actuación de la Policía Nacional y la Guardia Civil después de que el jueves Televisión Española difundiera unas imágenes de una fuerte paliza a un inmigrante indefenso por parte de cerca de una decena de agentes. El titular de Interior, preguntado por este asunto, ha dicho que no tiene “problema” en atender a la petición del Defensor del Pueblo para informar sobre esa actuación en el perímetro fronterizo de la ciudad autónoma.
El ministro ha recordado que en todo Estado de Derecho, las actuaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, al igual que las de todos los funcionarios públicos, son objeto de una continua evaluación.
“No es que no tengamos inconveniente. Es nuestra obligación y nuestro deber. Tenemos unas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que actúan en parámetros de proporcionalidad y necesidad para garantizar la libertad y la seguridad de todos, y también la seguridad de nuestras fronteras”, ha defendido, en línea con los argumentos que expuso el viernes en el Consejo de Ministros. Ese día, aseveró que los migrantes emplearon una “violencia inusitada”.
Según los datos de la Delegación del Gobierno en la ciudad autónoma, el miércoles 2.500 personas trataron de sortear la valla melillense. El jueves intentaron atravesarla 1.800. Estos datos son una estimación realizada a bulto por la Guardia Civil. De ellos, lograron entrar a la ciudad autónoma 491 y 380 personas cada día.
Las imágenes de Televisión Española mostraron cómo uno de los jóvenes que logró cruzar el puesto fronterizo el jueves sufrió una fuerte paliza por parte de las fuerzas de seguridad españolas. En el vídeo aparece un joven que ha conseguido cruzar hacia el lado español del vallado y se descuelga poco a poco, ante la mirada de varios agentes antidisturbios. Cuando se pone a la altura de sus brazos extendidos, algunos de los agentes comienzan a lanzarle gases y atizarle con porras en las piernas.
El joven se resiste a bajar, pero termina cayendo al suelo, donde cerca varios agentes lo reducen y golpean con porras y escudos durante al menos 30 segundos, según lo que se puede apreciar en el vídeo, a pesar de que la persona está completamente desarmada, hasta que logran reducirlo. En otro vídeo difundido por redes sociales, puede verse a otro hombre salir despedido desde un lugar indeterminado y, tras su caída, ser golpeado por un agente del Instituto Armado. elDiario.es ha preguntado a la Delegación del Gobierno en Melilla si se encuentra en España o ha sido devuelto en caliente, pero el portavoz no conocía la respuesta.
Marlaska ha insistido hoy en que la actuación se basó en el uso de la proporcionalidad y ha reiterado que los inmigrantes se valieron de una fuerte violencia. “No se puede admitir el uso de la violencia respecto a las fronteras”, ha dicho el ministro, que ha recordado que los límites lo son también de la Unión Europea, y “no se puede permitir la agresión a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en un Estado de Derecho”.
Ha recordado que, durante los dos saltos a la valla, en los que participaron un total de 3.700 inmigrantes, más de 50 agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional “han sido violentamente agredidos” y “hay pruebas materiales de ese extremo”.
En este punto, Interior ha anunciado que expulsará a quienes no puedan seguir en España y dará protección a quienes tengan derecho a ello en “aplicación de la ley” por pertenecer a colectivos vulnerables. Con aquellos que no tengan derecho a permanecer en el país se procederá “en los términos de identificación y, por supuesto, de expulsión” en esa aplicación de la normativa.
Grande-Marlaska ha aprovechado ese asunto para denunciar a quienes ven diferencias entre el trato que se da a los ciudadanos ucranianos que escapan de su país y a los inmigrantes procedentes del África subsahariana y ha dicho que están haciendo “una utilización partidista de situaciones absolutamente distintas”, en referencia a Vox, cuyo líder, Santiago Abascal, diferenció esta semana en sede parlamentaria a los refugiados que proceden del país europeo y a las “invasiones” de jóvenes musulmanes en las fronteras españolas.