Médicos Sin Fronteras cesa el rescate en el Mediterráneo central y pide a la UE que actúe
Médicos Sin Fronteras retira su misión de salvamento en alta mar en el Mediterráneo central. Lo hace después de ocho meses en el mar en los que ha rescatado 20.129 personas en más de 120 operaciones y tras el descenso de las llegadas desde Libia, debido sobre todo al mal tiempo. La ONG pide a Europa y a los estados miembros que sean las autoridades públicas las que presten auxilio a los refugiados cuando vuelvan a salir las embarcaciones a alta mar. “Esperamos que Europa ponga los recursos suficientes en 2016 y que la presencia de nuestras embarcaciones no sea necesarias de nuevo”, apuntan en la organización.
Cuando Médicos Sin Fronteras (MSF) anunció su misión de rescate en el Mediterráneo ya explicó que se lanzaban al mar por la “inacción de la UE”. Abril fue un mes negro, en el que más vidas se perdieron en las aguas del sur de Europa en 2015: 1.244, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Pese a las llamadas de varias organizaciones de una misión de rescate comunitaria, la UE no aprobó la medida y tan solo acabó triplicando el presupuesto de la Operación Tritón de Frontex, que aunque realiza rescates, su objetivo último es el control de fronteras.
En estos meses, Médicos Sin Fronteras ha rescatado a 20.129 personas. 20.129 personas que no habrían aguantado en sus precarias embarcaciones, denuncian. “Ninguna de las personas que hemos rescatado habría logrado sobrevivir a bordo de esas lanchas neumáticas. Se han salvado por el simple hecho de que estábamos ahí”, explica Paula Farias, responsable de las operaciones de MSF en el Mediterráneo, en un comunicado de la ONG.
Ahora, dado el descenso de las llegadas a Italia, los barcos de MSF no trabajan en el Mediterráneo Central desde el 30 de diciembre. Su misión en el Egeo en cambio se mantiene, junto a Greenpeace, dado que las lanchas cargadas de refugiados y migrantes siguen saliendo pese a las condiciones meterológicas adversas. La ruta desde Turquía a Grecia es más segura que la que parte de Libia hasta Italia, por la menor distancia entre ambos puntos. Aun así, el peligro existe y se comprueba casi cada semana en forma de naufragios. Este martes fallecieron al menos 34 personas en esta travesía, intentando pisar suelo heleno.
Desde MSF afirman que la crisis humanitaria de refugiados no se solucionará solo con una misión de rescate de la UE e insisten, sobre todo, en la necesidad de habilitar “canales legales y seguros hacia la UE y eliminen la necesidad de la población de recurrir a traficantes de personas y a jugarse la vida en el mar para alcanzar las costas de Europa”, afirma José Antonio Bastos, presidente de MSF España. De momento, ésta sigue siendo una de las medidas que Europa se ha negado a aprobar y que continuará debatiendo en 2016.
Mientras estas vías seguras no existan, los refugiados y migrantes seguirán buscando la manera de llegar a Europa y a otros lugares seguros. Dada la situación actual y con 2.892 personas muertas en el Mediterráneo central este 2015 (3.771 en todo el Mediterráneo), la ONG considera que es necesario el rescate en alta mar.
“La organización sigue preparada para intervenir en caso de que la UE y sus Estados miembros no pongan los medios para proteger las vidas de los miles de hombres, mujeres y niños que se espera huyan del norte de África hacia Europa en los meses por venir”, añade MSF. Pero espera no tener que hacerlo. “Nosotros somos médicos y esto no debería ser parte de nuestro trabajo”, denunció Paula Farias.