La Policía dice que impide a la prensa entrar al CIE porque “vela por la intimidad” de los internos
Después de zanjar la prohibición del acceso de la prensa al Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE) de Madrid tras la petición del eurodiputado Javier Couso (IU) con un “no se viene autorizando”, la Dirección General de la Policía ha explicado sus razones de la opacidad que rodea a los CIE. “Una de nuestras principales preocupaciones es garantizar el respeto a la intimidad personal de los ciudadanos extranjeros que se encuentran internados”, ha justificado el secretario general de la Comisaría de Extranjería. Sin embargo, la delegación que acudirá al centro este viernes tampoco podrá reunirse con los internos, por lo que no existiría ningún riesgo de vulneraración de ese derecho por el que “vela” el Cuerpo, con periodistas o sin ellos.
El secretario general de la Comisaría de Extranjería, Miguel Ángel Nogal, ha respondido a la carta enviada por el europarlamentario de Izquierda Unida, donde pregunta si la prohibición de la entrada de periodistas en el CIE venía recogida en alguna normativa. “El Cuerpo Nacional de Policía asume la posición garante que implica la obligación de respetar y proteger el derecho a la intimidad personal y la seguridad de todas aquellas personas que se encuentran internadas en dichos centros”, defiende sin hacer referencia de forma expresa a la imposibilidad de acceso de los periodistas a los CIE.
Aunque la prohibición es habitual, la carta se refiere a la solicitud realizada por el eurodiputado de Izquierda Unida que pretendía que al menos tres medios, entre ellos eldiario.es, cubriesen la visita que tendrá lugar este viernes para comprobar de primera mano las condiciones en las que se encuentran el CIE de Aluche, unas instalaciones que acumulan multitud de críticas a sus espaldas.
En este sentido, desde Dirección General de la Polciía recuerdan que “la Defensora del Pueblo se encarga de velar para que todos los derechos de las personas internadas en estos centros estén siempre amparados” y “para ello, -añade- sus asesores realizan visitas frecuentes y sin previo aviso”. Precisamente esta insitución ha denunciado en varias ocasiones las “malas condiones” del CIE de Madrid. “Las instalaciones no están en buen estado y se observan muchas deficiencias, pese a ser un edificio moderno”, sentenció Soledad Becerril a finales de diciembre. Ya había efectuado la misma advertencia meses antes, sin que sus palabras motivasen una solución.
El secretario general de la Comsaría de Extranjería destaca también el importante papel de los juzgados de control, “que tienen encomendada la misión de salvaguardar y velar porque todos los derechos de los internos estén protegidos”. Sin embargo, Miguel Ángel Nogal olvida las recomendaciones esbozadas por estos organismos, cuyos autos no son de obligado cumplimiento, ignoradas por la dirección de algunos de los centros.
Acabar con los horarios restringidos de las salidas al patio, la petición de la eliminación de las mamparas que separan a internos de sus familiares durante las visitas, la separación de personas con antecedentes penales de las que solo han cometido una falta administrativa, la mejora de la asistencia sanitaria, el plazo mínimo de la emisión de los avisos de expulsión antes de la partida del vuelo de deportación... son algunas de las exigencias ignoradas en determinados CIE, o aplicadas de forma arbitraria, según han documentado diferentes ONG y los propios ciudadanos internados durante años.