El Consejo de la UE, la Comisión Europea (CE) y el Parlamento Europeo han alcanzado un acuerdo provisional para crear una guardia costera y de fronteras que podrá ser enviada rápidamente si un socio comunitario con frontera exterior sufre una aumento de las llegadas de refugiados e inmigrantes, según han informado este miércoles estas instituciones.
El acuerdo, adoptado tras seis meses de negociaciones, permitirá ampliar las funciones de la actual Agencia Europea de Fronteras Exteriores (Frontex), de manera que pueda asistir a un Estado que sufra un aumento de las llegadas de migrantes o cualquier otro reto en sus fronteras exteriores, aunque la gestión diaria de sus límites seguirá en manos de las autoridades nacionales.
Para asegurar que la intervención pueda ser inmediata, se constituirá una reserva con 1.500 efectivos, así como con equipo técnico, que podrán ser enviados a la frontera afectada en cualquier momento.
La creación de este cuerpo fronterizo fue propuesta por la CE en plena crisis de refugiados, tras constatar deficiencias graves en el control de los límites exteriores de Grecia, que son también los de la Unión Europea (UE).
Bruselas insistía en que Grecia debía pedir ayuda a sus socios comunitarios si no era capaz de controlar la situación por sí sola, pero Atenas se resistió durante meses a aceptar ayuda europea en un terreno tradicionalmente reservado a las competencias nacionales.
En la propuesta original del Ejecutivo comunitario el despliegue de la guardia europea podía hacerse sin que lo pidiera el Estado miembro afectado, pero en el acuerdo alcanzado ahora esta posibilidad queda matizada y necesitará el visto bueno del Consejo de la UE.
Si un estado se niega, se permitirá activar controles
Si el Estado miembro en problemas se niega a cooperar con la nueva agencia hasta el punto que se ponga en riesgo el funcionamiento del espacio sin fronteras interiores, se podrá activar el artículo 29 del código de fronteras Schengen, lo que permitirá reintroducir controles internos temporales como los que están aplicando ahora países como Alemania y Austria.
El nuevo cuerpo europeo apoyará a la Comisión en la coordinación de los flujos migratorios, al tiempo que proporcionará asistencia técnica y operativa en las operaciones de búsqueda y rescate en el mar Mediterráneo.
Del mismo modo, la nueva agencia promoverá la “cooperación con terceros Estados” en el intento de que estos frenen los intentos de entrada a Europa de los migrantes. También a¡ejecutará devoluciones de inmigrantes a sus países originarios, aunque solo cuando se trate de decisiones adoptadas previamente por las autoridades nacionales.
Los países de la Unión y la Eurocámara han apoyado, además, que el despliegue del equipo técnico necesario para una intervención deba realizarse en un plazo que no supere los diez días desde su aprobación.
La CE calcula que tras este acuerdo, que aún tiene que ser aprobado oficialmente por las instituciones comunitarias, la nueva agencia podría estar operativa este mismo verano, como indicó este miércoles su portavoz Margaritis Schinas.
El Comité de Representantes Permanentes de los Estados miembros de la UE (Coreper) ya ha confirmado este miércoles su apoyo al texto provisional, mientras que la comisión de Libertades Civiles de la Eurocámara tiene previsto hacerlo en su reunión del 27 de junio, para que el pleno pueda votarlo en julio.