La Europa de nunca jamás

Europa siempre ha sido la región de Nunca Jamás, los países europeos eran los países de nuestros sueños, los países defensores de los derechos humanos y la democracia. Europa era el paradigma de la sociedad de bienestar y la justicia social, donde la pobreza y la desigualdad existentes se atajaban con políticas sociales que atendían a los más vulnerables, políticas de empleo que garantizaban un salario digno y sistemas fiscales más o menos redistributivos. Todo esto contribuía a garantizar una democracia sana.

Pero la Europa de Nunca Jamás se está destruyendo. Según el informe de Oxfam Intermón “Europa para la mayoría, no para las élites”Europa para la mayoría, no para las élites, en Europa uno de cada cuatro europeos vive en riesgo de pobreza y exclusión social. Además, hay 50 millones de personas que no pueden calentar su casa ni afrontar gastos inesperados. Tener trabajo ha dejado de ser una garantía de seguridad y bienestar, según este informe, 8,5 millones de personas son pobres a pesar de tener un salario. Mientras tanto, 342 millonarios acumulan 1,5 billones de dólares. La pobreza y la desigualdad ha empeorado durante los años de la crisis, el sueño se está resquebrajando.

España, que acaba de celebrar el 30 aniversario de la firma del tratado de Adhesión a la Comunidad Europea, también vivió en Nunca Jamás durante muchos años con una fuerte reducción de la pobreza hasta crear una sociedad de bienestar. Pero, ahora es de los países de que más drásticamente se ha despertado del sueño europeo. En España, casi el 30 por ciento de la población vive en riesgo de pobreza y exclusión social, es decir 13,5 millones de personas, de hecho 3 millones de personas sufren pobreza severa. Lo podemos ver en nuestro entorno, todos tenemos familiares que no llegan a fin de mes aunque trabajen o amigos que simplemente no pueden pagar la factura del gas. Estas personas conviven con 21 multimillonarios que cada vez son más ricos.

Sabemos quién es el capitán Garfio que ha destruido la Europa de nunca Jamás, el capitán Garfio son las decisiones políticas erróneas. Las que han llevado a adoptar políticas de austeridad que han recortado las políticas sociales y deteriorado el mercado de trabajo y son las medidas fiscales regresivas que han puesto el peso de los impuestos en las familias.

Estas políticas maquiavélicas responden a los intereses de los más poderosos, de esos que acumulan la riqueza y que con esa riqueza tienen una mayor capacidad para influir en las decisiones políticas. De hecho, el 82 por ciento de los participantes en los grupos de expertos en materia fiscal de la UE defienden intereses privados o comerciales.

En el caso de España, estás políticas son muy evidentes. La presión fiscal sigue recayendo en un 90 por ciento en las familias, mientras que las grandes empresas sólo pagan un 2 por ciento. Las políticas sociales se han recortado enormemente, y los salarios han bajado notablemente, de hecho, el salario de los nuevos contratos ha caído un 40 por ciento.

Ahora mismo se están debatiendo los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2016 y ellos son el reflejo real de que se quiere mantener esta tendencia de incremento de la desigualdad y la pobreza. El 25 por ciento de esos presupuestos se destinarán al pago de la deuda mientras que se dedicará a políticas sociales, incluyendo inmigración, menos del 5 por ciento de los presupuestos.

Mientras los PGE están en el Congreso, el Gobierno español está regateando con acoger a 15.000 refugiados que vienen huyendo de la pobreza y la guerra y que están llamando a nuestra puerta para intentar llegar a la Europa y la España de Nunca Jamás. Aún no saben que el sueño se está desvaneciendo.

Pero la Europa de Nunca Jamás se puede recuperar, todo depende de que las decisiones políticas sean las acertadas. Podemos recuperar una vida digna para todas las personas que ahora mismo vivimos en Europa y podemos dársela a aquellos que están pidiendo entrar. En el caso de España, ahora es el momento, este año se celebran elecciones generales y todos los partidos políticos deben llevar en sus programas medidas encaminadas a crear un sistema fiscal progresivo, a blindar las políticas sociales y a asegurar un trabajo dignollevar en sus programas medidas. Todo esto favorecerá una mejor democracia y nos permitirá volver a soñar.