Diseñadores de interior españoles buscan ampliar espacios en Japón

El diseño de interiores de España busca extenderse en el selecto mercado japonés, con la mirada puesta en los Juegos Olímpicos de Tokio de 2020, con una exposición en la capital nipona que pretende dar a conocer las nuevas tendencias.

La comisaria de la muestra, la arquitecta y diseñadora Belén Moneo, ha reunido en siete “bodegones cromáticos” piezas de los catálogos de diez empresas españolas.

“El hilo conductor de todas ellas era que tenía que haber una mezcla de elementos, un diálogo de todos los elementos”, dijo a Efe Moneo, del estudio Moneo & Brock, llegada a Tokio para la exposición, abierta el martes y que se cerrará este jueves.

“Spanish Chromatic Still Lifes” (Bodegones Cromáticos Españoles) es la exposición instalada en la Embajada de España en Tokio y recoge el trabajo de una selección de pymes de mobiliario, alfombras e iluminación, reunidas en “islas de color” con diversidad de tamaños y materiales.

Según el director de Moda, Hábitat e Industrias Culturales del ICEX, Pablo Conde Díez del Corral, esta muestra y unos seminarios paralelos buscan promocionar el diseño de la marca española en un “mercado estratégico como es Japón”.

Esta iniciativa comenzó hace cuatro años, con vistas a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y en un mercado enfocado no tanto en la vivienda privada, sino en hoteles, restaurantes o centros de reuniones.

Gracias a estos esfuerzos, el año pasado las exportaciones españolas a Japón en objetos de hábitat crecieron un 11,4 % respecto a los datos del año anterior, recordó el representante del ICEX.

Japón está considerado como el mercado de Asia más importante para incursionar en el sector, en medio de una dura competencia que presentan firmas nórdicas e italianas, y, según Conde Díez del Corral, España está intentando apostar fuerte en este país.

Las piezas traídas a Tokio incluyen sofás, lámparas, mesas de café, pero también alfombras, incluyendo tatamis, los tradicionales tapices japoneses.

Son objetos hechos por empresas que, dice Belén Moneo, “guardan lo que queda de nuestra artesanía” y que utilizan materiales como el mimbre, pero “también la alta tecnología”.