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Por qué Unidos Podemos y el PP han dinamitado el Pacto de Toledo sin un acuerdo sobre pensiones

Imagen de archivo de una manifestación de pensionistas.

Laura Olías

Todos los ojos miraban al Partido Popular, pero al final la sorpresa llegó desde Unidos Podemos. El Pacto de Toledo se acercaba en las últimas semanas a concluir sus recomendaciones sobre el futuro del sistemas de pensiones, pero el adelanto electoral tan próximo presentó un gran reto: había que cerrar la valoración en cuestión de días para que la comisión parlamentaria pudiera poner broche final a más de dos años de trabajo. La mayoría de partidos políticos se disponía a meter este acelerón, con el temor a que el PP torpedeara el acuerdo, pero finalmente Unidos Podemos también se ha desmarcado del texto que reunía al conjunto de formaciones políticas, lo que ha hecho estallar el Pacto de Toledo este martes sin acuerdo.

La palabra más repetida por los portavoces del resto de grupos parlamentarios era “sorpresa”. Varios miembros del Pacto de Toledo habían advertido a este medio de que posiblemente el PP de Pablo Casado no quisiera cerrar el esperado acuerdo sobre pensiones justo antes de las elecciones. Tanto por participar en una imagen de consenso con todas las fuerzas políticas, incluidas las independentistas, en un contexto de crispación y preelectoral como el actual, como por lo que podía suponer de “victoria” para Pedro Sánchez.

Por tanto, los partidos asistían este martes a una reunión clave del Pacto de Toledo, en la que los grupos parlamentarios iban a definir si daba tiempo a cerrar sus recomendaciones tras más de dos años de trabajo. El portavoz del PP en el Pacto de Toledo, Gerardo Camps, ha reconocido que su grupo parlamentario acudía a la reunión con la intención de que se blindara el factor de sostenibilidad de las pensiones. “No nos queríamos encontrar con la desagradable sorpresa de que con un real decreto, a días de las elecciones, el Gobierno socialista derogara también el factor de sostenibilidad”, apuntó.

Esa petición del PP, apuntan fuentes del Pacto de Toledo, iba a generar fuertes diferencias en un momento en el que se buscaba limar las últimas desavenencias, lo que dificultaba llegar a un acuerdo en la comisión.

La sorpresa de Unidos Podemos

Pero al PP no le ha dado casi ni tiempo. Quien movía ficha antes que los de Casado en contra de cerrar las recomendaciones ha sido Unidos Podemos. El grupo confederal ha anunciado votos particulares para distanciarse casi de la totalidad de recomendaciones, cuando hasta el momento solo había comunicado que presentaría tres, como ha reconocido su portavoz Aina Vidal, (por la edad legal de jubilación, que defienden que se mantenga en los 65 años; por el sistema contributivo y sus efectos en la igualdad de género; y por el fomento de los planes complementarios de pensiones).

Todos los grupos políticos, incluido Compromís, han responsabilizado a Unidos Podemos de dinamitar con esta decisión el Pacto de Toledo, ya que con tantos votos particulares no se podía hablar de acuerdo de ningún tipo. En el PSOE, la diputada Mercè Perea, ha acusado directamente el grupo confederal de actuar de este modo “por una cuestión electoralista”. Ciudadanos también se ha mostrado públicamente a favor de haber consensuado un documento antes de la disolución de las Cámaras. “Todo parecía indicar que se podía llegar a algún acuerdo, pero el populismo al final ha roto el pacto de Toledo”, ha afirmado el diputado Sergio del Campo.

Un miembro del Pacto apunta que no entiende la nueva postura de Unidos Podemos, cuando el grupo de los de Pablo Iglesias ha participado en la redacción y ha logrado modificaciones de algunas de las recomendaciones contra las que ahora ha anunciado votos particulares.

Desde Unidos Podemos, tanto Aina Vidal como la diputada de En Marea Yolanda Díaz, que forma parte de la comisión, han defendido que el texto que maneja en la actualidad el Pacto de Toledo todavía requiere negociación y que, si el resto de partidos quiere que sea el definitivo, Unidos Podemos debe desmarcarse de las recomendaciones a través de votos particulares. “Nuestro grupo es el único que habla claro, no vamos a estar en un pacto en el que se quiere recortar las pensiones. Quien quiera estar que esté”, ha afirmado Yolanda Díaz.

PP y Unidos Podemos miran a la próxima legislatura

Con la postura anunciada por Unidos Podemos, el grupo confederal se situaba con el PP en una idea: el adelanto electoral del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hacía imposible el posible acuerdo. “Las prisas no son buenas consejeras”, han pronunciado los portavoces de la comisión del Pacto de Toledo de PP y Unidos Podemos a la salida de la reunión.

Así, en las antípodas en la negociación sobre el modelo público de pensiones, ambos grupos parlamentarios han mostrado la misma opinión sobre la idoneidad de que la próxima legislatura sea el escenario en el que se concluya la esperada guía para la reforma del sistema de pensiones.

Los representantes del PP –con más discurso que argumentos– y de Unidos Podemos –con una ristra de votos particulares– destacan que los trabajos se posponen, pero no comenzarán de cero, sino que se retomarán donde se dejaron. “Ya había un acuerdo prácticamente unánime, está prácticamente conseguido, no se consigue por las elecciones”, ha afirmado Gerardo Camps.

Desde otras formaciones políticas presentes en el Pacto subrayan que el próximo Congreso de los Diputados contará previsiblemente con la ultraderecha de Vox, tal y como indican las encuestas. “No sé si con un Pacto de Toledo con una mayoría de derechas se va a conseguir tanto como ahora”, apuntan estas fuentes. Iñigo Barandiaran, el portavoz del PNV en la comisión, lamentaba el intento frustrado de este martes y miraba con desconfianza un acuerdo futuro “difícilmente superable en términos de consenso” al punto alcanzado en las últimas semanas.

Compromís, PNV, PDeCAT, y PSOE presentaron el martes por la tarde una petición a la presidenta del Pacto de Toledo, Celia Villalobos, la convocatoria de una comisión extraordinaria para debatir y votar las recomendaciones. Este miércoles la mesa de portavoces debe decidir si se convoca la comisión, pero el portavoz de Ciudadanos, Sergio del Campo, ha advertido de que los votos del PP y Unidos Podemos pueden evitar su convocatoria. Los dos grupos parlamentarios se han mostrado contrarios a celebrarla. “Esa comisión sería un circo”, ha defendido Aina Vidal, mientras que Gerardo Camps ha llamado a “no pelearse” cuando ya gran parte de las recomendaciones están acordadas.

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