La excepción ibérica, que este viernes puede convertirse en europea, ha elevado su efectividad durante septiembre. Un mes marcado por una rebaja en el precio de la luz, que ha tenido un efecto directo en la inflación. El precio internacional de esta materia prima se ha relajado, al mismo tiempo que las fuertes temperaturas del verano han quedado atrás y, en paralelo, el tope al gas ha aumentado el ahorro de los consumidores españoles.
En este último mes, el ahorro de los ciudadanos acogidos a la denominada tarifa regulada del precio voluntario al pequeño consumidor (PVPC) ha superado el 21%, según los datos recopilados por elDiario.es. Un dato que está por encima del 19,5% de media de ahorro en el mes de agosto, del 18,7% de julio y del 16,5% de los 15 días de aplicación de junio.
En conjunto, si se analiza la efectividad de esta medida desde que se puso en marcha a mediados de junio, la media de ahorro se ha situado en el 19%, un dato que está dentro de franja alta de las previsiones que se marcó el Ejecutivo, ya que la previsión inicial apuntaba a que el respiro en la factura estaría entre el 15% y el 20% en comparación a los precios que se hubiesen alcanzado si no se hubiera puesto en marcha el tope al gas.
La excepción ibérica, muy criticada por las derechas en España, ha mejorado su aportación a la factura en un contexto que, claramente, refleja una bajada de los precios de la luz. Por ejemplo, este viernes 30 de septiembre, el precio de la tarifa regulada PVPC –incluida la compensación que se paga a las gasistas– está en los 153,13 euros el MWh. Dentro de esa cifra, la bonificación a las empresas por topar el precio de gas son 34,74 euros, mientras que el precio de la luz en el mercado mayorista es de 118,39 euros.
Estos datos contrastan de forma significativa con lo que ocurría a finales del mes de agosto, en pleno calor estival y con las centrales de ciclo combinado funcionando a pleno rendimiento. Fue el mes con la electicidad más cara de la historia y con el consumo de esta materia prima disparado. El 31 de agosto, el precio de la luz superó los 476 euros/MWh y, de ellos, 289 euros correspondían a la compensación a las gasistas y 187 euros al precio en el mercado mayorista.
Crece el peso de las renovables
Ahora la situación térmica es muy diferente. De hecho, en los últimos días, España está generando más luz con fuentes renovables que con aquellas que no lo son, como el ciclo combinado y el carbón. Tanto el jueves como el viernes, más de la mitad de la energía generada en España ha sido renovable, cuando hace una semana esta era cerca de un 30%, según los datos que publica Red Eléctrica (REE).
El jueves, en España se generaron 245 GWh solo con eólica y cerca de 115 GWh entre solar térmica y fotovoltaica. En cambio, el ciclo combinado fue menos de la mitad de la suma de estas dos fuentes 'verdes', ya que aportó al sistema 147 GWh, según REE. A finales de agosto, el ciclo combinado estaba disparado y prácticamente aportaba la mitad de toda la generación eléctrica de España.
La efectividad del tope al gas ha llevado a Gobiernos de otros países europeos a proponer que se eleve su ámbito de aplicación y convertirlo en una medida a escala comunitaria. Por eso, este viernes será una de las cuestiones clave a tratar en el consejo de ministros de Energía de la UE, donde también se revisarán medidas para reducir el consumo energético ante los cortes de suministro decididos por el Kremlin.
De cara a esta reunión, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, adelantó este jueves que el tope al gas funcionará, sobre todo, en aquellos países donde las fuentes de generación preferentes “no son gas y carbón”, sino “renovables o nuclear”. “Eso es lo que da un colchón, son los precios predecibles, más bajos en términos de costes operativos, frente al gas o el carbón que dependen de los mercados internacionales”, indicó en una comparecencia ante medios de comunicación.
“Los países con bajas emisiones, aunque tengan que utilizar gas, serían mucho más beneficiados por el mecanismo ibérico”, indicó en comparación con aquellos que tienen más dependencia del gas, como es el caso de Alemania, que hasta ahora había focalizado su suministro en el gas ruso. “Es una de las medidas que se van a estudiar mañana”, confirmó Ribera.
Una de las claves detrás de este debate es que la factura de la luz que pagan los consumidores con tarifa regulada en España es significativamente más baja que en otros mercados europeos.
Al concluir septiembre, el precio de la luz que están pagando los ciudadanos españoles desde el pasado 15 de junio es un 37% más bajo que en Francia, donde de media se rozan los 411 euros mientras en España son 258. Respecto a Italia, la rebaja es del 42,6% y del 28% en comparación a Alemania. Precisamente el precio de la energía en el país germano ha provocado que alcance una inflación del 10% en septiembre, récord en 70 años, sobrepasando a España, donde ha bajado al 9% en ese mismo mes.
Hay que tener en cuenta que, en el caso de Francia, el Gobierno encabezado por Élisabeth Borne ha optado, hasta ahora, por una solución diferente para mitigar el impacto del precio de la luz, que pasa por topar el porcentaje de subida. Los consumidores domésticos y las pequeñas empresas, este año, pagarán la luz un 4% más cara, como máximo. De cara al año que viene, el tope de la subida será del 15%. El resto del incremento de precios, hasta el total del impacto de la subida, será asumido a través de las cuentas de EDF, la eléctrica de la que el Estado controlará el 100% del capital. Esta medida deja fuera a grandes consumidores y empresas, lo que ha llevado a la patronal francesa a reclamar un tope al gas como el de España y Portugal. Una medida que también han pedido los empresarios italianos.