El Banco Central Europeo mantiene los tipos de interés y sigue con la paulatina retirada de estímulos

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

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El Banco Central Europeo mantiene sin cambios la política monetaria. Al menos de momento. Eso sí, la presidenta de la entidad, Christine Lagarde, reconoce una “preocupación unánime” por que la inflación pueda mantenerse alta por más tiempo de lo proyectado, lo cual podría acelerar la retirada de los estímulos y una subida de tipos antes de que acabe el año. “Tras la sorpresa del alza de la inflación en diciembre y enero, puedo decir que hay una preocupación unánime en el Consejo de Gobierno, por el impacto que tienen a corto plazo sobre nuestros compatriotas, porque la carga recae en primer lugar sobre los más vulnerables”, ha afirmado Lagarde.

Así, el BCE ha decidido mantener la tasa de depósitos en un mínimo histórico de menos 0,5% y seguir eliminando gradualmente su plan de compra de bonos de emergencia por pandemia de 1,85 billones de euros (PEPP) antes de que finalice el próximo mes de marzo. “En el primer trimestre de 2022, el Consejo de Gobierno está realizando compras netas de activos en el marco del PEPP a un ritmo inferior al del trimestre anterior. Pondrá fin a las compras netas de activos en el marco del PEPP a final de marzo de 2022”, informa el Banco.

Mientras cierra el PEPP, mantiene abierto el otro programa de compras de activos, el APP, pero en retirada: “En línea con la reducción escalonada de las compras de activos decidida en diciembre de 2021 y para asegurar que la orientación de la política monetaria siga siendo coherente con la estabilización de la inflación en el objetivo del Consejo de Gobierno a medio plazo, las compras netas mensuales en el marco del APP tendrán un importe de 40.000 millones de euros en el segundo trimestre de 2022 y de 30.000 millones de euros en el tercer trimestre. A partir de octubre, el Consejo de Gobierno mantendrá las compras netas de activos en el marco del APP a un ritmo mensual de 20.000 millones de euros durante el tiempo que sea necesario para reforzar el impacto acomodaticio de sus tipos de interés oficiales. El Consejo de Gobierno espera que las compras netas finalicen poco antes de que comience a subir los tipos de interés oficiales del BCE”.

Hace dos meses, Christine Lagarde ya dijo que era “muy poco probable” que el Banco Central Europeo aumentara los tipos de interés en 2022. Este jueves, sin embargo, no lo ha descartado.

Desde entonces, la inflación ha superado todas las expectativas para establecer un nuevo récord en la eurozona del 5,1% en enero, muy por encima del objetivo del BCE del 2%. La inflación ha superado sistemáticamente las previsiones del BCE, lo que ha aumentado la presión sobre el organismo.

El banco argumenta que la inflación disminuirá pronto sin su intervención y que las presiones de los precios a largo plazo son demasiado débiles, lo que significa que aún se necesita apoyo para apuntalar la inflación que no alcanzó el objetivo del 2% del BCE durante gran parte de la última década.

A pesar de la insistencia del BCE en que cualquier cambio en los tipos de interés este año es muy poco probable, los mercados ya están descontando un primer posible movimiento antes de que acabe el año.

“Para apoyar su objetivo simétrico de inflación del 2% y en línea con su estrategia de política monetaria”, dice el BCE, “el Consejo de Gobierno espera que los tipos de interés oficiales del BCE continúen en sus niveles actuales, o en niveles inferiores, hasta que observe que la inflación se sitúa en el 2% bastante antes del final de su horizonte de proyección y de forma duradera en el resto de dicho horizonte, y considere que el progreso observado en la inflación subyacente está suficientemente avanzado para ser compatible con una estabilización de la inflación en el 2% a medio plazo. Ello también podría implicar un período transitorio en el que la inflación sea moderadamente superior al objetivo”.

Así, el tipo de interés de las operaciones principales de financiación y los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito se mantendrán sin variación en el 0,00 %, 0,25 % y −0,50 %, respectivamente.

La Reserva Federal de EEUU está apuntando a una primera subida de tipos en marzo, igual que el Banco de Inglaterra, que ha vuelto a subirlos este jueves.

Subida de tipos

El año pasado el BCE estableció condiciones para subir la tasa de interés de los depósitos, recuerda Financial Times, que ha sido negativa desde 2014. Primero, que se acaben las compras netas de bonos, y Lagarde ya ha dicho que continuarán al menos hasta octubre, lo cual no excluiría un aumento de las tasas en diciembre.

En segundo lugar, que “el progreso realizado en la inflación subyacente sea lo suficiente para ser consistente con” que la inflación alcance su objetivo. Y la inflación subyacente, excluyendo la energía y los alimentos, ya supera el 2%, por lo que debe estar cerca.

Por último, el BCE pronosticó que la inflación caería al 1,8% el próximo año y se mantendría así en 2024. La gran pregunta, sin embargo, es si todavía descarta un aumento de tasas para 2022 como “altamente improbable”.

El BCE pronosticó recientemente que caería la inflación por debajo del 4% antes del verano, y publicará nuevas previsiones en marzo. Philip Lane, economista jefe del BCE, describió tres escenarios de inflación: en uno cae por debajo del 2% para el próximo año; en un segundo se estabiliza en su objetivo; y en un tercero permanece “significativamente por encima” de su objetivo. Según le dijo al periódico lituano Verslo žinios, el último escenario era el “menos probable que los otros dos”.

Por otro lado, si el ruido de tanques continúa entre Rusia y Ucrania, es probable que aumenten los precios de la energía, y hay quien piensa que una invasión de Ucrania elevaría la inflación de la eurozona por encima del 6%.

Lane reconoció el impacto de los “acontecimientos geopolíticos” en la economía, en el comercio, los precios y la incertidumbre que genera.