El BCE comprará deuda privada en octubre y baja al 0,05 el precio del dinero
Últimos disparos del oxidado cargador del bazoka con el que cuenta Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE). El organismo, con sede en Fráncort, ha anunciado que baja de nuevo el precio del dinero, hasta un nuevo mínimo histórico del 0,05%. Básicamente, este es un nivel de cero donde prestar dinero por parte de la entidad es regalarlo. La última cifra, que se decidió en junio, era de un pírrico 0,15%.
Junto con esta medida, que debería hundir tipos de interés de referencia como el euríbor, también se ha anunciado que se duplica la penalización por dejar dormir el dinero en el BCE. En la reunión de junio se había instalado por primera vez una comisión porque los bancos le dejan dinero a la institución. Ante el escaso éxito de la medida, que ya adelantó eldiario.es, el Consejo de Gobierno del BCE ha duplicado esta comisión hasta el 0,20%.
El objetivo es que los bancos prefieran prestar dinero a la economía real que tenerlo parado a recaudo del italiano. La única repercusión que hasta ahora había tenido esta medida es que las entidades de crédito ya se estaban pagando dinero entre ellas por dejarse dinero. El tipo de interés intradía de referencia, que se llama eonia, ha marcado ya varios negativos, por debajo del 0,10% del tipo oficial, eso sí. De seguir así las cosas, es decir, de seguir resistiéndose a prestar dinero a la economía real, los bancos van a encontrar un nuevo nicho de negocio en dejarse dinero unos a otros.
A estas dos medidas, recogidas en el comunicado oficial, se une la decisión de comprar paquetes de deuda privada que el italiano ha anunciado en rueda de prensa posterior. Por el momento, el BCE comenzará a comprar deuda corporativa (principalmente de pymes) y también cédulas hipotecarias para dar aire al mercado de crédito empresarial que está asfixiado. Sin embargo, no se han dado detalles de a cuánto ascenderá esta cantidad. Por lo pronto, ha aclarado que sí incluirá deuda que esté respaldada por ladrillo, algo inesperado por los expertos.
La agencia de noticias Reuters asegura que se ha discutido la cifra de 500.000 millones de euros en la compra de activos (sin entrar a por cuántos años ni plazo). Pero, según ha revelado el italiano, la intención del BCE es que su balance vuelva al tamaño de 2012. Desde entonces, la entidad había reducido su tamaño y los expertos calculan que para volver al nivel de hace dos años el programa de compra de bonos podría ser de hasta un billón de euros (el equivalente al PIB español).
Draghi ha reconocido que los datos económicos hablaban de que se estaba perdiendo “el momento” de la recuperación económica pero se ha resistido a mostar preocupación por la bajísima inflación de la zona del euro (0,3% en agosto) que sigue relacionando con la bajada de precios de la energía. En un momento dado, ha asumido que el coste social del bajo crecimiento estaba siendo muy alto hasta el punto de poner un ejemplo demoledor: los trabajadores de “algunos países” están aceptando salarios al nivel de los ochenta para reincorporarse al mercado laboral.
Sea como fuere, ha reconocido que puede haber más medidas en el futuro y que la discusión sobre el tamaño de la compra de activos había causado disensión entre los miembros del BCE. Según Draghi, ha habido unanimidad a la hora de tomar las medidas pero no respecto al tamaño de las mismas. Esto significa que los consejeros de la institución están de acuerdo en la necesidad de comprar activos pero no cuánto ni cuándo.
La única medida que aún tendría pendiente la entidad (además de ampliar el alcance de las ya adoptadas) es comprar deuda pública, lo que en jerga de política monetaria se conoce como Quantitative Easing (QE) y que es lo que lleva haciendo desde hace años la reserva federal para meter dinero a paladas en la economía.
El euro ha comenzado a desinflarse frente al dólar y está a punto de perder el nivel de 1,30 dólares. Las bolsas europeas están subiendo también espoleadas por la noticia.