El crowdfunding creció un 113% en España en 2014, el año previo a las trabas impuestas por De Guindos
La financiación alternativa o crowdfunding permitió captar el año pasado 62 millones de euros en España, un 113% más respecto a 2013, en el año en el que el Gobierno decidió limitar esta actividad mediante una ley que ha entrado en vigor a principios de este ejercicio.
Según un estudio de la Universidad de Cambridge y la consultora Ernst & Young (EY) publicado este lunes, el año pasado España se situó en el sexto lugar del ránking europeo de captación de fondos mediante proyectos de micromecenazgo, aunque, medido en financiación per cápita, se colocó bastante más atrás, en el décimo lugar, con 1,3 euros per cápita.
El estudio, que recoge las aportaciones de 14 asociaciones del sector a nivel nacional o regional y 255 plataformas líderes en Europa, destaca que España es el segundo país con más plataformas de captación de fondos en Internet, con 34 (sólo Reino Unido, líder absoluto, tiene más: 65), por delante de Francia (33), Alemania y Holanda (31 en ambos casos).
En el último trienio, el crowdfunding en España ha crecido una media de un 152% anual y ha permitido captar 101 millones de euros, cifras modestas comparadas con las de Reino Unido, donde el auge de las plataformas de financiación en Internet ha permitido captar 3.560 millones de euros en los tres últimos ejercicios. Este país volvió a ocupar en 2014 la primera posición, con 2.337 millones de euros captados en un sólo ejercicio (36 euros por habitante), por delante de Francia (154 millones), Alemania (140 millones), Suecia (107 millones) y Holanda (78 millones).
A escala europea, el crowdfunding está experimentando un “rápido crecimiento” que el año pasado alcanzó el 144%, de media, según el informe, que destaca que esta modalidad de financiación, al margen de la banca tradicional, ofrece a los consumidores “formas más diversas y transparentes de invertir o pedir dinero prestado, promoviendo la innovación, generando empleos y aportando fondos para causas sociales que valen la pena”.
“Alternativa realista”
Al analizar el caso de España, el informe recoge un análisis de Daniel Oliver, fundador y consejero delegado de la web Creoentuproyecto y presidente de la Asociación Española de Crowdfunding, que destaca que esta opción “se está convirtiendo en una alternativa realista, pero todavía tiene que superar el obstáculo del escepticismo de una población que en los últimos años ha sufrido grandes crisis financieras y graves escándalos”.
No obstante, “podría decirse que la pérdida de confianza en las instituciones tradicionales está impulsando la fe en la economía colaborativa como modelo alternativo. El crowdfunding está ganando popularidad y construyendo una fuerte reputación pero todavía está infrautilizado y es insuficientemente conocido”, según Oliver. Este empresario destaca que los españoles son “increíblemente entusiastas con los nuevos modelos de distribución socioeconómica” y considera que España “está abrazando rápidamente la economía colaborativa como una nueva e importante alternativa a los modelos económicos tradicionales”.
Según Oliver, la nueva regulación introducida por el Gobierno para regular esta actividad en la práctica “limita el rol del crowdfunding a las pequeñas y medianas empresas”, al imponer un tope de 2 millones de euros por proyecto el máximo que pueden captar las iniciativas que involucren a todo tipo de inversores y a 5 millones las restringidas a inversores acreditados. La norma, recogida en la ley de Financiación Empresarial presentada por el Ministerio de Economía en octubre pasado y aprobada por el Congreso en enero, establece un tope de 3.000 euros a las aportaciones de los minoristas para estos proyectos.