De la Mata y Pobes: una saga que fusiona vino, aristocracia, dinero y poder
“Me alegré de que la familia de mi mujer dejara ese tipo de inversiones y se dedicaran solo a su negocio de importación de bebidas, que es lo que mejor saben hacer”. El presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada, expresaba de este modo una íntima reflexión en el transcurso de una reunión con eldiario.es celebrada el 4 de abril.
La familia Blanca de la Mata y Pobes, esposa de quien hoy ostenta la tercera magistratura del Estado español, lleva a gala su pasado aristocrático y se vanagloria de haber transitado con éxito hasta las puertas de la tercera generación de una saga familiar dedicada a la fabricación y la venta de vinos y bebidas alcohólicas, en una peculiar fórmula de fusión entre poder y dinero.
Aunque el primer referente bodeguero de los De la Mata fue el octavo marqués de Vargas, de nombre Felipe, allá por el año 1840 con una viña en las cercanías de Logroño, el actual emporio económico de la familia tuvo su arranque en 1942, de la mano de Hilario de la Mata, también marqués de Vargas. Este aristócrata emprendedor funda en Madrid la empresa Hilario de la Mata Representaciones S.L. y comienza a distribuir entre los hoteles más reputados de la capital los caldos de la bodega de Rioja Franco Española.
La buena posición social de la familia y sus relaciones con el régimen del general Franco le permiten moverse con soltura en el próspero negocio de la distribución de bebidas alcohólicas que, en aquellos tiempos de posguerra, estaban limitadas por medio de un sistema de cupos que otorgaba el Ministerio de Comercio. De inmediato el marqués logra aumentar su cartera con marcas nacionales como los cavas de Castelblanch y vinos y espirituosos de la bodega de Jerez Bobadilla. A Hilario de la Mata se le atribuye uno de los éxitos más fulgurantes de aquella época en operaciones de lanzamiento de marcas y productos, con la puesta en el mercado del Brandy 103.
Con la llegada de los tecnócratas a los gobiernos de Franco y la tímida apertura al exterior en la década de los 60, la empresa de la familia De la Mata introduce en el mercado nacional algunas de las firmas de espirituosos que tenían éxito más allá de nuestras fronteras; Four Rouses Bourbon, Remy Martin, Drambuie, Mumm Cordon Rouge y Dewar’s White Label.
Muere el patriarca
Con la muerte del patriarca Hilario en 1976, toma el relevo en la dirección del grupo la segunda generación, que estará encarnada por quien hoy es todavía su cabeza, Pelayo de la Mata, a la sazón marqués de Vargas, y seguramente uno de los hombres más influyentes en el universo español de las bebidas alcohólicas. Con esta nueva hornada de propietarios entra también Blanca –hermana de Pelayo y esposa del presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada–, quien pasa a formar parte del consejo de administración del grupo.
Pelayo de la Mata tiene que enfrentarse en su nuevo cargo a la radical transformación del sector obligado por la entrada de España en la Unión Europea. De los cupos de importación que protegían y potenciaban el negocio familiar, se pasó en 1986 a una liberalización del mercado que, en palabras del propio Pelayo de la Mata, “permitió que las grandes multinacionales tomaran posiciones en el mercado español a través de compras, ya que había un gran potencial”. En aquellos años la empresa familiar adquiere la bodega Viña Salceda y se inicia la distribución de Gin MG y más tarde Ron Barcardí, Diego Zamora y otras.
Grupo Varma
Pero la principal aportación de la nueva generación fue la creación del grupo Varma, cuya marca se forja como consecuencia de la fusión del título nobiliario “Vargas” con el apellido familiar “Mata”. En ese punto se emprende un importante proyecto de diversificación: Importaciones y Exportaciones Varma, Alimentación Varma y Grupo Vinícola Marqués de Vargas.
Para reforzar la influencia de la familia en el sector, Pelayo de la Mata es designado presidente de la Federación Española de Bebidas Espirituosas (Febe), la patronal más influyente.
El primer vino con la denominación Marqués de Vargas se lanzó en 1995. Su buena acogida en el mercado llevó a De la Mata a plantearse un proyecto enológico sobre la base de bodegas con viñedo propio para la elaboración de vinos de alta calidad. Es el arranque de una nueva estrategia en el mundo de las bodegas en España
El proceso de expansión de Varma continúa con la compra de una participación en la empresa de fabricantes del ron dominicano Barceló, la creación de la bodega Conde de San Cristóbal, y la adquisición de la bodega Pazo de San Mauro, así como la toma de participación en Pazo de Valdomiño. Mientras, la división de importación y exportación multiplica sus productos con marcas como Cutty Sark, Glenfiddich, Hendrick's, Jack Daniel's, Disaronno, Moskovskaya o Stolichnaya.
Datos económicos
No es fácil encontrar datos económicos que marquen la dimensión real del grupo. En diferentes informaciones de la empresa se pueden encontrar facturaciones por divisiones que en conjunto podrían elevar su cifra de negocio a unos 260 millones de euros. La parte principal del negocio es la exportación e importación de bebidas. El negocio de alimentación reporta unos 20 millones y el producto estrella, Marqués de Vargas, unos seis millones.
Pelayo de la Mata no se ha prodigado en apariciones en los medios de comunicación. En sus contadas declaraciones ha asegurado cosas tales como: “Está demostrado que un aumento importante de la fiscalidad conlleva una bajada de los ingresos al Estado porque el consumo cae en mayor proporción”, “la familia puede llegar a ser el mayor enemigo de la empresa” y “mi ambición y la de mis hermanos es conseguir que la empresa pase a la tercera generación”.