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La deuda de los clubes de fútbol con bancos y fondos se dispara un 56% tras la pandemia y supera los 2.300 millones

Diego Larrouy

22 de mayo de 2022 21:42 h

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La pandemia provocó un shock entre muchos sectores de la economía, también en el fútbol. Las competiciones se pararon y, cuando se reanudaron, lo hicieron sin público. La recuperación de los aforos fue paulatina y no ha sido hasta recientemente cuando se han podido ver campos llenos. A ello se sumó que los ingresos audiovisuales fueron menores de los previstos. Todo junto provocó una tormenta perfecta que se ha saldado con un aumento de las deudas de los clubes de fútbol con el sector financiero, tanto bancos como fondos de inversión. En total, los equipos de primera y segunda división, que componen la patronal LaLiga, deben 2.328 millones a estas entidades, un 56% más que antes de la pandemia, según el informe financiero de la asociación del fútbol profesional con datos de cierre de la pasada temporada.

En total, la deuda de los clubes alcanzó al cierre de la campaña 2020/2021 los 3.353 millones de euros. Aunque dio un ligero respiro en este ejercicio, es una cifra que supera en un 30% el pasivo de los clubes en la temporada 2018/2019, la última sin efectos económicos provocados por la pandemia. Esta cifra incluye, además de la deuda con entidades financieras lo que deben a otros equipos por fichajes cuyo traspaso no ha sido enteramente abonado. Esta cantidad ha caído de 1.300 millones a algo más de 900 millones, lo que sirve para compensar el aumento que ha tenido lo que deben los equipos a las entidades que les han prestado dinero.

El principal aumento de la deuda de los clubes con las entidades financieras se produjo fundamentalmente en la temporada 2019/2020, cuando las cuarentenas obligaron a paralizar todas las competiciones tanto nacionales como europeas a falta de una parte importante de los campeonatos. Sin embargo, ha seguido aumentando, otro 15%, durante el último año. El nivel, de hecho, duplica al de la temporada 2016/2017 cuando estos pasivos de los clubes alcanzaron sus niveles más bajos del último lustro.

Sin embargo, la temporada 2020/2021 trajo consigo un cambio en el balance de las deudas con las entidades financieras de los clubes de fútbol. El informe de LaLiga diferencia entre “deudas con entidades de crédito” y “otras deudas financieras”. Las primeras son con la banca y han sido tradicionalmente más amplias que las segundas. Este último apartado incluye las deudas con fondos de inversión y otros agentes financieros no bancarios, según explican desde la patronal. Esta banca en la sombra, como en el sector se conoce a estas entidades, ha pasado de ser la tercera fuente de deuda de los clubes de fútbol —por detrás de los bancos y los fichajes no abonados a otros clubes— a ser la primera y supone ya 1.240 millones de euros. Es decir, uno de cada tres euros que deben los equipos de fútbol. La asociación señala que existe un trasvase de deudas bancarias hacia este tipo de financiación.

LaLiga reconoce que, pese a que la deuda conjunta se ha reducido en el último año, los ratios de apalancamiento —coeficientes que se calculan para conocer el peso de la deuda frente a los resultados operativos del negocio— “se han degradado sustancialmente”. Esto se produce, explica el informe, no tanto por el aumento del pasivo sino por el desplome de los resultados. “Se tenderá a la normalización en las próximas temporadas”, señala el documento, que defiende que la deuda está “fuertemente respaldada por los activos de los equipos. La patronal del fútbol resalta en su análisis el descenso en lo que los clubes deben a la Seguridad Social y la Agencia Tributaria. Si hace menos de una década esta cifra alcanzaba los 650 millones, ahora ronda los 17 millones.

El conjunto de los clubes de primera y segunda división terminaron la pasada temporada con unas pérdidas de 892 millones de euros. Sin embargo, LaLiga señala que el 60% de estas pérdidas las aporta un solo equipo. Aunque no lo cita, es conocido que se trata del FC Barcelona, que en los últimos años ha atravesado una delicada situación económica. Lo cierto es que solo doce de los 42 equipos que componen estas dos competiciones han logrado obtener beneficios en la pasada temporada. Los clubes tuvieron una cifra de negocio de algo menos de 2.000 millones de euros durante la pasada campaña, con una caída del 15% respecto a la anterior, cuando ya se apreciaron los impactos de la pandemia. El descenso se produce fundamentalmente por el desplome de la facturación en los días de encuentro —la taquilla—, que han caído casi un 52%.

Las contabilización de la deuda de LaLiga concluye en el final de la temporada 2020/2021, justo antes de que se vendiera una parte del negocio a CVC a cambio de una porción, en torno al 8,2%, de los ingresos audiovisuales de la competición liguera española. El fondo invertirá algo menos de 2.000 millones de euros que será convertido en préstamos para los clubes. LaLiga señala en su informe que serán considerados como deuda subordinada, lo que incrementará el pasivo de los clubes. “Es cierto que existe a largo plazo una tendencia inorgánica al alza debido a la renovación de importantes infraestructuras proyectadas o en curso, así como a las excepcionales inversiones transformacionales que van a conllevar los fondos aportados por CVC (Plan Impulso) y que se articularán como préstamos participativos a 50 años en los balances de los clubes”, apunta el informe.

La Superliga, un riesgo para CVC

Será a partir del final de esta temporada, toda vez que ya se han hecho los primeros pagos, cuando las cuentas consolidadas de los clubes de fútbol comenzarán a incorporar los préstamos participativos de CVC. De este acuerdo quedaron fuera los tres únicos equipos que han permanecido en primera desde su creación hace ya casi 100 años: Real Madrid, FC Barcelona y Athletic Club de Bilbao. Los tres se opusieron a esta operación e incluso intentaron frenarla de manera cautelar en los tribunales. Finalmente, quedaron fuera del reparto de los fondos de CVC, rebajando así la porción de los ingresos de LaLiga que quedarán en manos del fondo de capital riesgo.

Esta semana, la agencia crediticia Moody's ha emitido un informe sobre Loarre Investments S.a.r.l., el vehículo luxemburgués a través del cual dirige la operación CVC. El documento señala que la inversión que ha realizado el fondo en LaLiga conlleva un riesgo en caso de que prosperara el proyecto de la Superliga, hoy aparcado pero no descartado. “Supondría un riesgo por el menor interés de la audiencia en LaLiga con el consecuente descuento en los ingresos audiovisuales”, apunta el análisis. “Debido a que el valor de los derechos está impulsado de manera desproporcionada por algunos de los clubes más grandes y exitosos, cualquier escenario en el que uno de ellos abandonen las competiciones afectaría al valor de dichos derechos”, añade. Además, concluye que con los cambios tecnológicos puede haber una fragmentación en los medios que puede “disminuir el valor de los derechos audiovisuales”.

Moody's señala también que la pandemia ha “debilitado” las finanzas de los clubes españoles, especialmente por haber perdido ingresos con los estadios cerrados. “Si ocurriere una situación similar en el futuro, afectaría a los ingresos de LaLiga y, por tanto, al reparto destinado a CVC”, apunta la nota. Además, reconoce que existen riesgos para el fondo si finalmente acabaran progresando algunas de las iniciativas judiciales que han presentado los tres equipos díscolos. Esto podría provocar que la operación fuera anulada, señala Moody's. “Una creciente división entre los clubes miembros, en el contexto de esta compleja transacción, puede hacer que la gobernanza de LaLiga sea más compleja de gestionar en el futuro”, concluye la agencia crediticia.