Se disparan las paradas “fortuitas” de centrales eléctricas de gas natural, carbón y energía nuclear
Las paradas por razones “fortuitas” del parque térmico de centrales eléctricas (plantas de gas natural, carbón y nucleares) se han disparado este año, tras la puesta en marcha, en abril, del nuevo Previo Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC), directamente vinculado a la cotización del mercado mayorista de electricidad (conocido como 'pool').
Según un cálculo basado en los datos que proporcionó Red Eléctrica (REE) a los agentes del sector en la reunión del Comité de Seguimiento de la Operación del Sistema Ibérico del pasado 12 de noviembre, entre enero y octubre de 2014 han estado parados a lo largo de cada mes y sin aviso previo una media de 2.250 megavatios (MW) del parque térmico, equivalentes a dos plantas nucleares o a cinco grupos de ciclo combinado (gas natural) de tamaño medio.
El aumento de la “indisponibilidad” fortuita, en la terminología de REE, con respecto al mismo periodo de 2013, cuando la media mensual no llegó a los 1.000 MW, es muy significativo: del 133% en un año.
Si se comparan esos 2.250 MW con el total de potencia de origen térmico instalada en España (44.870 MW, de los que más de 25.000 MW son centrales de gas), resulta que, entre enero y octubre, un promedio del 5% del parque de centrales térmicas, el corazón del sistema eléctrico tradicional (sin contar la hidráulica), ha estado parado por causas fortuitas. Un dato a tener en cuenta por quienes critican a las energías renovables por su intermitencia.
Si a esas paradas fortuitas se añaden las que ya estaban programadas (por ejemplo, para el mantenimiento de una central comunicado con antelación a REE o al regulador nuclear, el CSN), el total de potencia térmica parada a lo largo de este año asciende a una media mensual de 3.825 MW. La cifra, un 36% superior a la de hace un año, supone que, cada mes, un 8,5% del parque térmico ha estado fuera de la circulación.
“No afecta a la garantía de suministro”
Fuentes de REE, que no detalla el origen de esas paradas “fortuitas”, subrayan que “la indisponibilidad no afecta a la garantía de suministro, ya que se establecen alternativas de funcionamiento” en el sistema eléctrico.
Dada la sobrecapacidad que desde hace años lastra al parque español de generación, no es el temor a un apagón lo que debería preocupar al consumidor. Otra cosa es el posible efecto que la parada de estas centrales sin explicación aparente podría tener en el precio del pool, sobre el que REE no hace ningún comentario. El hueco que dejan esas plantas que no están operativas se rellena con tecnologías que pueden tener un coste variable más caro, sobre todo, si se trata de MW de origen nuclear, que entran en el pool a coste cero, al igual que la hidráulica y las renovables.
Este año, el mes con más paradas fortuitas en el parque térmico ha sido septiembre. A lo largo de ese mes estuvieron en el dique seco 3.225 MW térmicos, según los datos de REE. Precisamente, los precios del pool experimentaron entonces un fuerte incremento, relacionado con la ausencia de viento, que se ha reflejado en las facturas de noviembre. En septiembre, además, se produjo la parada automática, no programada, de la central nuclear de Almaraz I “debido a la actuación del sistema de protección del reactor por baja presión en el presionador”, según informó entonces el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).
“Sí hay un riesgo”
Para Jorge Morales de Labra, vicepresidente de la Fundación Renovables y empresario del sector eléctrico, aunque “no se puede establecer una correlación automática, sí hay un riesgo” de que esas paradas sin explicación hayan tenido alguna incidencia en el precio final de la luz.
Es lo que sucedió a finales del año pasado, cuando la parada de dos centrales nucleares y la ausencia de viento propiciaron una escalada de precios que dinamitó la subasta eléctrica de diciembre de 2013, anulada por el Gobierno, que eliminó el antiguo sistema de precios (basado en unas pujas trimestrales) e impuso el nuevo.
No obstante, desde una gran eléctrica aseguran que “la mayoría de las indisponibilidades de este año corresponde a centrales de gas y carbón”, que son las últimas que entran en el pool (de hecho, son las que marcan el precio final que cobra cada planta), “por lo que el impacto en los precios es limitado”.