La vuelta de las hipotecas por el 100% del valor de la vivienda divide a la banca
¿Está el sistema financiero listo para las hipotecas al 100% del valor de la vivienda? Lo que en los últimos años habría sido un “no” rotundo por parte de unas entidades con serios problemas para desprenderse de los riesgos asumidos durante la burbuja inmobiliaria, hoy ya no es tan seguro.
Aunque en el plano general se rechaza este tipo de ofertas, que recuerdan a los riesgos asumidos en la situación previa a la crisis que explotó en 2008, BBVA ha abierto la puerta para ofertar este producto. La compañía ofrece desde hace semanas en su hipoteca variable financiar más allá del 80% valor de la vivienda, en busca de una solución “que se adapte a las necesidades del cliente”, como señala la entidad en su propia web.
Sin embargo, cuestionada por esta posibilidad, la compañía aclara que se trata únicamente para casos excepcionales en los que se certifique la capacidad del cliente para afrontar dicha devolución. Además, iría aparejada con un mayor diferencial que en las hipotecas de menos del 80% del valor. Hasta ahora, todo el sector se había situado en dicha barrera a la hora de conceder créditos hipotecarios, quedando la aportación del resto en manos del cliente y sus ahorros.
En una semana intensa de presentación de resultados, el resto de las grandes entidades financieras han mostrado un claro rechazo a dicha propuesta, aunque ninguna ha querido hacer mención directa a BBVA, pero sí a la posibilidad de volver a las hipotecas al 100%. Uno de los más claros fue José Sevilla, consejero delegado de Bankia. “Es algo que no consideramos en absoluto. Deben tener niveles de garantía adecuados porque es bueno para el banco y para el cliente”, y añadió que hay que ofrecer contratos que “probemos que puedan pagarlo”.
También se refirió a ello Gonzalo Cortázar, consejero delegado de Caixabank, quien argumentó que “la crisis no pasó hace tanto tiempo, hemos aprendido lecciones”. El directivo aseguró que la entidad no está dispuesta a financiar más allá del 80% del valor de la vivienda, ya que, según sus datos, la morosidad se dispara cuando se traspasa dicha barrera.
A esto también se ha referido el Banco Santander, a través de su consejero delegado José Antonio Álvarez, quien aseguró que la empresa no entrará en una guerra de hipotecas que pongan en riesgo la rentabilidad. Incluso el propio consejero delegado de BBVA, Carlos Torres, ha llegado a señalar que cuando se sobrepasa el 80% en el crédito hipotecario, el sector “entra en problemas”, pese a que la entidad mantiene esta posibilidad de contrato.
Estrategia para ampliar la base de clientes
Lo cierto es que la vuelta al debate sobre la cobertura que debe dar el crédito hipotecario llega en un momento en el que, ante los tipos bajos, la vía para crecer en ingresos en el sector pasa por ampliar la base de clientes, al calor de la mejora de algunos aspectos de la economía y la incipiente recuperación en los precios de la vivienda.
En 2017 se firmaron 310.000 nuevas hipotecas en España. Se encadenan ya tres ejercicios de crecimiento, según las estadísticas del INE, pero los niveles son todavía muy inferiores a los que se alcanzaron en 2006, cuando se sellaron más de 1,3 millones de contratos hipotecarios. En lo que va de año crecen más de un 13%.
A estos datos se suma que en febrero se alcanzó el interés medio inicial para nuevas hipotecas más bajo de toda la serie histórica del INE, que se remonta a 2009. Los tipos se sitúan en el 2,66% (3,05% en el caso de las fijas y 2,47% en el de las variables).
Pese a estas estadísticas, las entidades evitan hablar oficialmente de guerra de precios. Sin embargo, varias compañías han lanzado en los últimos meses distintas ofertas que suponen la rebaja en los diferenciales de las hipotecas variables por debajo del 1% o la eliminación de algunas comisiones. El propio Ministro de Economía, Román Escolano, reconocía hace días esta “competencia grande” entre las diferentes empresas.
Y todo ello con la vista puesta en la esperada (por las entidades) subida de tipos de interés del Banco Central Europeo que muchos señalan que se producirá a comienzos del próximo año y que afectaría a aquellos con hipotecas variables.