Gimeno vende sus acciones en El Corte Inglés y retira todas las demandas contra las hermanas Álvarez
El ex presidente de El Corte Inglés Dimas Gimeno ha vendido la participación que tenía a título personal en el gigante de la distribución por 2,5 millones de euros, al tiempo que ha puesto fin a la batalla familiar al retirar todas las demandas y querellas contra sus primas, las hermanas Marta y Cristina Álvarez.
Según han informado a Europa Press fuentes del grupo, la compañía presidida por Marta Álvarez ha adquirido a Gimeno los títulos que poseía a título personal como directivo dentro del plan de recompra de acciones a empleados, ejecutado en diciembre de 2020.
Así, el que fuera presidente hasta 2018 ya no tiene ninguna relación directa con El Corte Inglés. Gimeno mantiene su vinculación con la sociedad patrimonial IASA, segundo mayor accionista del grupo, con un 22,18% del capital. En dicha sociedad, Marta y Cristina Álvarez ostentan casi el 70%, con lo que controlan de forma indirecta el 15% del capital de El Corte Inglés.
El 30% restante del capital de IASA está en manos de Gimeno, su madre María Antonia Álvarez y su tío César Álvarez, siendo su participación indirecta en El Corte Inglés del 3%, 2% y 2%, respectivamente.
El siguiente paso que podrían dar Gimeno y su madre, que ostentan concretamente casi el 13% y el 9% de IASA, equivalente a una participación conjunta indirecta del 5% en el grupo, sería desprenderse de este paquete accionarial.
El que fuera presidente de El Corte Inglés y su madre ya han manifestado su intención de ejecutar la venta de dichas acciones, teniendo en cuenta que deben empezar a abonar en junio de este año unos 100 millones de euros a Hacienda en concepto de impuesto de sucesiones.
Tras años de litigios con sus primas, las hijas de Isidoro Álvarez, Gimeno ha decidido abandonar los pleitos familiares con la retirada el pasado 4 de enero de todas las demandas y querellas, sin recurrir aquellas que podía.
Según informa El Confidencial, Gimeno llegó a presentar hasta cuatro demandas y querellas por la millonaria herencia de su tío, Isidoro Álvarez, padre de Marta y Cristina Álvarez Guil, en las que reclamaba cantidades y propiedades que hubieran cambiado completamente la propiedad de El Corte Inglés.
Además de exigir la devolución de 140 millones en acciones, bonos y otros activos financieros, el sobrino nombrado presidente tras el fallecimiento de su tío en septiembre de 2014 llegó a denunciar en un juzgado hasta la ilegalidad de la adopción de sus primas.
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