Glovo y Deliveroo desafían la entrada en vigor de la Ley Rider al mantener a repartidores autónomos
Llegó el día. 12 de agosto. Entra en vigor la llamada 'Ley Rider' que el Gobierno aprobó para combatir el fraude de falsos autónomos en las plataformas digitales de reparto, que durante años han acumulado infracciones de la Inspección de Trabajo y condenas en los tribunales. La regulación supone la presunción de laboralidad de los mensajeros, en un intento del Ministerio de Trabajo de reforzar el estatus laboral de estos trabajadores. Aunque hay compañías que han adaptado sus modelos de negocio, muchos riders seguirán trabajando como autónomos este jueves pese al despliegue de la regulación. Deliveroo, que planea irse de España, afirma que continuará operando como hasta el momento y Glovo mantendrá a un 80% de sus repartidores también como autónomos, aunque con un modelo renovado que, asegura, cumple con la legislación.
La entrada en vigor de la Ley Rider se esperaba como un día decisivo para descifrar el futuro del sector. El Ejecutivo aprobó la regulación en mayo, pero dio tres meses a las empresas para que adaptaran sus negocios al nuevo estatus laboral de los trabajadores. En este tiempo, las compañías más destacadas del llamado 'delivery' han guardado cautela, sin desvelar al público –ni a sus competidoras– cómo se reconvertirían para cumplir con la nueva legislación, respaldada por la mayoría del Congreso y recurrida ante el Constitucional por Vox y más tarde también el PP.
Uber Eats y Stuart, dos de las compañías perseguidas por la Inspección de Trabajo por el uso de falsos autónomos, han apostado por virar hacia un modelo laboral, aunque con diferencias. Uber Eats ha comunicado a sus mensajeros que no podrán seguir operando como autónomos a partir de este jueves y los redirige a terceras empresas si quieren seguir repartiendo, por lo que parece que se basará al completo en subcontratación. A preguntas de este medio, en Uber Eats apuntan que la empresa está comprometida “con ser un socio a largo plazo para España”, par lo que han adaptado el negocio “a la nueva normativa en el plazo indicado a tal efecto”. “Confiamos en que el Gobierno asegure que todas las plataformas del sector cumplan con la ley”, añaden.
“Stuart ya ha empezado un proceso de contratación directa de una parte importante de su flota. Al mismo tiempo, y como contempla la nueva normativa, también contaremos con repartidores que provengan de flotas profesionales”, responden en esta otra compañía, con menos presencia en España. Stuart apunta que “está haciendo los máximos esfuerzos para que la mayor parte de su flota sea contratada directamente” y que, por el momento, “tiene más de 300 'drivers' empleados”.
Deliveroo apura hasta el último momento
Deliveroo y Glovo son las únicas empresas destacadas del sector que reconocen que continuarán operando con autónomos a partir de este jueves pese a la nueva legislación. “Los riders continuarán con su actual modalidad de prestación de servicios como autónomos y las operaciones continuarán en la práctica tal y como se han llevado a cabo hasta ahora”, explican desde Deliveroo a elDiario.es.
La multinacional británica iniciará en septiembre el proceso de consulta entre sus trabajadores para su salida del país, que en el sector dan por segura. Por el momento y pese a la nueva regulación, en Deliveroo indican que mantendrán su actividad con el modelo que han invalidado los tribunales, incluido el Supremo.
Por otro lado, la multinacional afirma también que está dando de alta como trabajadores por cuenta ajena a sus mensajeros. “Los riders están recibiendo el alta en la Seguridad Social con el fin de participar en el próximo proceso de consulta sobre la propuesta de salida de Deliveroo de España. El objetivo es asegurar que los riders estén representados durante el proceso de consulta”, afirman desde la compañía. elDiario.es ha preguntado a Deliveroo cómo va a mantener funcionando su modelo de autónomos con repartidores que está dando de alta como asalariados, pero no ha recibido una respuesta.
La operación de Glovo para seguir con autónomos
La postura de Deliveroo es interpretada como una maniobra de salida, en la que la empresa no se ha molestado en adaptar su modelo en sus últimos coletazos en el país. La estrategia de Glovo es diferente y ha renovado su modelo con vistas al futuro. La multinacional fundada en Barcelona sigue apostando por funcionar con una amplia mayoría de repartidores autónomos, un 80%, según las cifras que ha facilitado la propia empresa. A estos se sumarán unos “2.000 riders” contratados laboralmente por Glovo, anunció la compañía.
En la presentación de su nuevo modelo, Glovo anunció que se había rodeado de bufetes de abogados (como Sagardoy y Roca Junyent) para modificar algunos elementos de su actual sistema y que, así, se adaptara a la legislación laboral en España.
Los cambios más destacados consisten en que la empresa no asigna franjas horarias, sino que los repartidores pueden conectarse a cualquier hora para trabajar (como ocurría en Uber Eats), y que los mensajeros pueden modificar un poco –por encima y por debajo– el precio que reciben por pedido, sobre una base que sigue fijando la multinacional. “No tenemos ninguna capacidad de fijar precios con el restaurante ni con el cliente. Aunque dicen que no, pensamos que Glovo va a priorizar en los repartos a los riders más baratos”, explica un repartidor.
“El plan de transición de Glovo se ha iniciado, incluyendo los procesos de contratación y el lanzamiento de la nueva app para el modelo inédito, que sigue los criterios establecidos por la sentencia del Tribunal Supremo y el auto del Tribunal de Justicia de la Unión Europea”, sostienen desde Glovo a este medio. La empresa no responde sobre si este nuevo sistema estará operativo en todas las ciudades desde este jueves, una duda que asaltaba en grupos de repartidores a unas horas de la entrada en vigor de la norma.
Por otro lado, Just Eat mantiene su modelo de repartidores con contratos laborales, sobre todo, basado en la subcontratación. La multinacional anunció que también estaba iniciando contrataciones directas de repartidores, pero aún no ha desvelado a cuántas personas afecta y ha dado el paso de iniciar la primera negociación con sindicatos de un convenio colectivo en el sector.
Y, aunque el 'delivery' asiste a la salida de Deliveroo, este verano ha desembarcado en España la empresa alemana Gorillas, dedicada sobre todo al envío de “alimentos y productos para el hogar en menos de 10 minutos” con “bicis ecológicas”, indican desde la empresa, que apuesta por la contratación laboral directa de todo su personal. “No tuvimos que hacer ningún ajuste especial para el mercado de España porque diseñamos nuestra relación laboral de esta manera para todo Gorillas a nivel mundial”. “Todo el material que necesiten nuestros trabajadores para realizar sus labores es proporcionado por la empresa: desde los uniformes, equipo de protección personal, chubasqueros, cascos, botellas de agua reutilizables...”, explican en Gorillas a este medio.
La conflictividad continúa
Una de las primeras conclusiones del despliegue de la Ley Rider es que ha motivado cambios en la política laboral del sector. Puede parecer obvio, pero no lo es tanto. En el mundo del derecho laboral hay voces que consideran que la regulación es innecesaria, porque con el Estatuto de los Trabajadores en la mano estos repartidores ya estaban siendo considerados falsos autónomos. Sin embargo, las multinacionales de reparto han mantenido su actividad pese a las condenas y las resoluciones de la Inspección de Trabajo y solo han comenzado los cambios una vez se ha aprobado este refuerzo de la laboralidad.
Pero otra conclusión clara es que la entrada en vigor de la norma no ha acabado con la conflictividad. No solo contra los falsos autónomos, sino también sobre posibles cesiones ilegales de plantilla. El uso de autónomos por parte de Glovo ya está siendo analizado por los sindicatos CCOO y UGT, a e consideran que burla la legislación y han pedido al Gobierno que haga cumplir la norma. CCOO en Catalunya ha anunciado una denuncia del nuevo modelo de Glovo ante la Inspección de Trabajo.
“Las empresas lo que están haciendo es intentar seguir saltándose la legislación. Glovo va a cambiar cuatro cosas de la aplicación y va a seguir con autónomos; y Uber Eats va a cambiar a los autónomos por subcontratas, que es una cesión ilegal de trabajadores”, considera Daniel Gutiérrez, miembro de RidersxDerechos. En el colectivo que lideró la lucha contra los repartidores falsos autónomos en España consideran que “el Ministerio de Trabajo debe ponerse serio” tras el plazo que dio a las empresas para que se adaptaran a la regulación. “Y si las denuncias tienen que ir por lo penal, ya que se están saltando la legislación continuamente, es una opción que está ahí”, considera Gutiérrez.
En la Asociación Unificada de Riders (AUR) indican que varios repartidores van a demandar a Uber Eats por despido y por cesión ilegal de trabajadores, de la mano del bufete de abogados SBO, que ganó en el Supremo a Glovo. “Nos estamos quedando muchos repartidores en la calle. Nos están mandado a las subcontratas que ofrecen unas condiciones de precariedad absoluta y no tienen en cuenta nuestra antigüedad. Hay gente que lleva años repartiendo con Uber Eats. La compensación que dan por la gasolina no cubre la actividad, es una miseria”, lamenta su portavoz, Fernando Roan.
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