El Gobierno ‘tory’ presenta un presupuesto con más gasto público y subida de algunos impuestos
En medio de una ola de descontento marcada por las huelgas y los precios altos, el Gobierno conservador de Rishi Sunak ha anunciado este miércoles un presupuesto que incluye más gasto público en guarderías, descuentos para la factura eléctrica y subvenciones a la inversión, y la subida de algunos impuestos para empresas y ciudadanos.
En un paquete de ayudas “a las familias” que el Gobierno estima en 94.000 millones de libras (unos 106.000 millones de euros), la medida estrella del nuevo presupuesto es la subvención de guardería gratis y otras ayudas para el cuidado de hijos para más contribuyentes. Las ayudas se centran en particular en progenitores trabajadores de menores de tres años y suponen un gasto extra de 4.000 millones de libras (unos 4.500 millones de euros). El Estado ya subvenciona horas de guardería para niños de tres y cuatro años, pero el plan ahora es extender esa ayuda al cuidado de niños a partir de los nueve meses, ampliar las horas hasta 30 a la semana y ofrecer apoyo para otros servicios en las escuelas. Esto se aplicará a Inglaterra de manera progresiva de aquí a septiembre de 2025; el resto de regiones del país (Escocia, Gales e Irlanda del Norte) tienen competencias en este asunto, pero recibirán dinero para que tomen medidas parecidas.
El objetivo de ayudar a las familias con niños pequeños es que más personas puedan trabajar ya que ahora los costes prohibitivos del cuidado infantil no compensan a algunos progenitores como para volver al trabajo. La economía británica ha notado un bajón de la fuerza laboral en particular en los años de pandemia. Un 20% de la población en edad de trabajar no está empleada ni buscando empleo mientras se estima que faltan más de un millón de trabajadores para el funcionamiento normal de las empresas.
Como parte del mismo plan para que más personas trabajen, las empresas tendrán ayudas para formar y contratar a personas mayores de 50 años, habrá más dinero para empleados con necesidades especiales o para mejorar la salud mental y el Gobierno suavizará los requisitos para que sea más fácil contratar a trabajadores de fuera del Reino Unido en algunos sectores, por ejemplo, la construcción.
Las empresas y los consumidores británicos están sufriendo la falta de personal tras el bajón en las llegadas de ciudadanos de la UE tras el Brexit y el fin de la libre circulación de personas. Desde la entrada en vigor de las nuevas normas hace dos años, se estima que han llegado 450.000 trabajadores menos de la UE de los que habrían seguido entrado en el mercado laboral británico si el país no se hubiera salido de la Unión, según un informe del think-tank UK in a Changing Europe recién publicado.
Entre las medidas de ayudas para los consumidores, el Gobierno extenderá el descuento para la factura eléctrica -una de las más altas de Europa- hasta junio, es decir tres meses más de lo previsto. Esto supone limitar el precio máximo para que el gasto anual medio en luz y calefacción de un hogar no supere al año las 2.500 libras (unos 2.800 euros).
También habrá una partida especial las piscinas públicas y privadas, que han sufrido, en particular, el incremento de costes de la energía y es un área de bienestar público que tiene especial relevancia. Desde 2010, han cerrado 400 piscinas en el país en lo que se considera un problema para la salud.
Impuestos
En contraste con la bajada de impuestos que obligó a la primera ministra Liz Truss a dimitir en octubre, Sunak subirá el impuesto de sociedades del 19 al 25% al dejar que expire una desgravación universal aprobada durante la pandemia, congelará desgravaciones de las declaraciones personales de impuestos y empujará progresivamente a los contribuyentes a franjas más altas del IRPF con el objetivo de que la tasa general sea un 37% del PIB de aquí a 2027, según el cálculo de la oficina de control presupuestario. Para el Reino Unido, este sería el nivel más alto de impuestos desde la Segunda Guerra Mundial.
También subirán los umbrales máximos para ahorro libre de impuestos de los planes de pensiones para así no incentivar la jubilación temprana de los más ricos, una preocupación del Gobierno sobre todo en el sistema de salud. “Nadie debe ser empujado fuera de la fuerza laboral por motivos fiscales”, dijo Hunt.
Además, subirán los impuestos al alcohol y el tabaco en línea con la inflación mientras que los de los carburantes se mantendrán congelados durante un año más.
El Gobierno asegura que la subida del impuesto de sociedades se verá compensada con otras ayudas para animar a la inversión en particular en algunas regiones del país más desfavorecidas, sobre todo en el norte de Inglaterra, para que las empresas contaminen menos y gasten más en tecnología y para que no cierren pubs y otras tiendas. Según Hunt, contando descuentos y ayudas, sólo el 10% de las compañías pagarán el máximo del impuesto de sociedades.
Pero algunos tories, con Truss a la cabeza, critican el incremento del impuesto de sociedades, algo que llevan haciendo desde que Sunak lo defendió cuando él era el ministro de Economía de Boris Johnson.
Entre los críticos, Priti Patel, la ex ministra de Interior, dice de que “el Partido Conservador no es nada si no defiende impuestos bajos” y varios tabloides conservadores publican este miércoles artículos de opinión atacando el presupuesto de Sunak. Los británicos están a favor de la subida del impuesto de sociedades, aunque los votantes conservadores están más divididos sobre sus efectos.
Brexit y descontento
El ministro de Economía, Jeremy Hunt, aseguró este miércoles que su plan es un presupuesto “para el crecimiento”. “No sólo crecimiento para salir del bajón, sino crecimiento a largo plazo, sostenible, saludable que pague nuestro servicio de salud y escuelas, cree buenos trabajos para los jóvenes, garantice una red de seguridad para personas mayores y haga a nuestro país uno de los más prósperos del mundo”, dijo en una declaración ante la Cámara de los Comunes.
El Reino Unido es uno de los países de Europa que más ha sufrido las últimas turbulencias económicas y es el único país de las siete grandes economías del mundo que se empobrecerá este año, según las previsiones del Fondo Monetario Internacional. Su economía ha sufrido más que otras después de separarse de la Unión Europea, su principal mercado de bienes, servicios y empleos. Hunt dijo que las peores previsiones no se cumplirán: las estimaciones ahora de la oficina de control presupuestario apuntan a que el Reino Unido no entrará técnicamente en recesión en 2023, pero bajará un 0,2% del PIB. El ministro aseguró que la economía británica “está demostrando que se equivocan los que dudan” de ella.
El Gobierno conservador espera aplacar el descontento que ha llevado a huelgas en los trenes, el metro, las universidades, los centros de salud, los hospitales y las fronteras con paros casi todas las semanas.
El 77% de los ciudadanos cree que el Gobierno conservador está gestionando mal la economía, según los últimos datos de la encuestadora YouGov. Los laboristas aventajan en intención de voto a los conservadores en más de 20 puntos, aunque las elecciones generales no están previstas hasta el año que viene.
El Partido Laborista se congratuló de algunas de las medidas anunciadas por el Gobierno conservador y aseguró que están inspiradas en sus propuestas. “Estoy bastante contento de que el laborismo está marcando la agenda. Si el Gobierno quiere seguir nuestro liderazgo, no me importa”, dijo el portavoz de Economía del partido, Pat McFadden. “La próxima vez que oigas a un portavoz del Gobierno decir que el laborismo no está preparado para gestionar el país, tal vez tienes que cuestionarlo porque si están adoptando tantas de nuestras políticas, eso sugiere que no somos tan irresponsables como a veces sugieren”.
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