Un espacio dedicado a conocer historias y experiencias reales a las que se enfrentan los inquilinos al alquilar una vivienda. Si tienes algo que contar, escríbenos a alquiler@eldiario.es y hablaremos sobre tu historia.
Alquilar un piso cuando eres autónomo: “Me decían que no me valía tener un avalista y me pidieron 6 meses de fianza”
Mi nombre es José y sí busco piso. La verdad es que está siendo una aventura que debería llevarse a un parque temático. Parques del tipo casas del terror con “agentes” demoníacos, donde encontramos “vacíos” en el espacio-tiempo, portales conducentes a dimensiones desconocidas y, como no podía ser de otra manera, un aderezo final de Walking Dead.
Primero llamas a amigos, conocidos, etc. para avisar de tu situación y pedir que si alguien sabe de algo pues, eso, que te avise. Vamos tus primer SOS. Inmediatamente después te das de alta en los portales, grupos, y comienzan a llegar los avisos. Bueno hasta ahora todo ha sido sencillo y va rodado, te dices. ¡Es fantástico! ¿Qué puede fallar? Pues ahí está el tema, todo puede fallar.
Simplemente la realidad del mercado no se adecua a la realidad de la demanda. ¿Dónde está la diferencia? Pues no sólo en los pisos que encuentras sino en las condiciones para acceder a ellos.
Supongamos, como de hecho a mí me pasó, que encuentras un piso que se ajusta a lo que puedes permitirte y estrechas las manos en señal de acuerdo. ¿Qué podría pasar ya? Pues simplemente lo peor, las condiciones de pago.
Esta conversación tan absurda, real por cierto, se basa en el problema de alquilar un piso y ser autónomo. Y si además –como he averiguado– eres huérfano, pues entonces simplemente no encontrarás piso.
¿Cuál es el motivo de no aceptar avales cuando antes de ir a ver el piso no suponen ningún problema? Lo desconozco. Entiendo las precauciones de los propietarios, pero en algún momento hay que dar un paso al trato.
¿Cuáles son las precauciones de los inquilinos? Como sé yo que el piso, que no tiene certificación energética en el 90% de los casos (y soy generoso), consume como si no hubiese un mañana, con todos los electrodomésticos antiguos perdiendo, o simplemente no se me cae a pedazos o es inhabitable por el frio o el calor o la vecindad es insufrible. Ninguna.
No tener una nómina te condena al “es lo que hay, ya vendrá otro que lo alquilará”. Has de conformarte con pisos guarros, sin pintar, carpinterías antiguas que no aíslan, electrodomésticos rotos, viejos, falta de mobiliario, zonas comunes ruinosas, pisos oscuros, y aun viendo que no valdrían ni 300 euros el alquiler en condiciones normales.
Se establecen condiciones de vida más que cuestionables: pisos sin duchas, camas en un altillo de 80cm de alto sobre los fuegos de la cocina, baños separados de la cocina por un cristal para que mientras uno está en el “trono” puede ver como otro hace las lentejas, y un largo etc. Esto se ha ido de las manos definitivamente.
Si se cobrase un sueldo acorde con las exigencias de una vida digna y los alquileres se ajustasen a una demanda y calidad lógica, ¿sería una locura pensar que no habría tanta “okupación” o morosidad? ¿Realmente se cree que la gente le gusta vivir a escondidas? Así que, ¿por dónde empezamos?
Decir que a día de hoy sigo buscando piso si alguien sabe de algo por el centro bueno bonito y barato que me avise. Gracias y buena suerte a todos los participantes.
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Si quieres contarnos tu experiencia en primera persona en la búsqueda de piso en plena burbuja del alquiler, envíanos tu historia a: alquiler@eldiario.es
Mi nombre es José y sí busco piso. La verdad es que está siendo una aventura que debería llevarse a un parque temático. Parques del tipo casas del terror con “agentes” demoníacos, donde encontramos “vacíos” en el espacio-tiempo, portales conducentes a dimensiones desconocidas y, como no podía ser de otra manera, un aderezo final de Walking Dead.
Primero llamas a amigos, conocidos, etc. para avisar de tu situación y pedir que si alguien sabe de algo pues, eso, que te avise. Vamos tus primer SOS. Inmediatamente después te das de alta en los portales, grupos, y comienzan a llegar los avisos. Bueno hasta ahora todo ha sido sencillo y va rodado, te dices. ¡Es fantástico! ¿Qué puede fallar? Pues ahí está el tema, todo puede fallar.