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El histórico líder del metal 'Lito' se despide pidiendo cambios en UGT y que se salga “a la calle”

Uno de los líderes sindicalistas españoles claves en la democracia da “un paso atrás”. Es Manuel Fernández, conocido como Lito, el secretario general de la Federación del Metal y Construcción integrada en UGT y que lleva 25 años al frente de uno de los sectores más reinvidicativos en materia laboral.

Lito se va sin grandes anuncios, un poco por sorpresa. Se lo dijo al secretario de la Confederación, Cándido Méndez, con la decisión ya tomada. “Creo que no le hizo mucha gracia”, reconoce el sindicalista. “Le parece que hemos sido los artífices de un proyecto y que ahora... a ver quién va a seguir con esto”, cuenta Lito, que entiende que hay que dejar paso a otros.

Lito asegura que se va por razones personales. “Es la primera vez que pienso en mí en mi vida, en plantar tomates”, pero en su despedida no escatima en explicar que en su forma de entender el sindicalismo no casa con la estructura y la práctica actuales. “La estructura ejecutiva tiene que reducirse para tener más gente en la calle”, reclama.

Este es uno de los principales problemas que percibe el ya casi exdirigente sindical. Una falta de sindicalistas insertados en las empresas y en las calles para hacer realmente “sindicalismo”. “Para organizar la estructura ya está el secretario general. Lo importante es ir a las empresas”, insistió en el transcurso de un desayuno de prensa con motivo de su despedida.

En cuanto al relevo generacional, Lito tiene un discurso un tanto ambiguo en el que reconoce la necesidad de abrir los equipos a nuevas personas pero que deben tener “larga experiencia”. El líder del metal asegura que alrededor de un 36% de sus afiliados son menores de 35 años, pero nadie en su Ejecutiva lo es. De hecho, el que con toda probabilidad le sucederá en el cargo, Carlos Romero, el secretario de Acción Sindical del Metal también es un histórico en la directiva. Así, es partidario de ir haciendo cambios paulatinos pero no “radicales”. Con todo, el sindicalista reconoció que a nivel confederal (en el equipo que dirige Cándido Méndez) se podrían haber hecho “algunos cambios” en el último Congreso y no haber repetido con los mismos dirigentes.

Con todo, Lito reconoce que en muchas empresas los propios líderes sindicales ponen un “tapón” que no deja ascender a los más jóvenes a tener más responsabilidadades en el sindicato. “Solo los quieren para pagar cuota, pero que no hagan ruido”, lamenta.

En cuanto a la actitud de UGT en la crisis, Lito lamenta no haber cogido el toro por los cuernos. “Discrepo de que no estemos saliento a la calle”, reconoce el dirigente. “No todo lo que hacemos, lo hacemos bien”, expresa con autocrítica.

ERE de Andalucía

El líder sindical advierte de que la UGT “es incómoda para algunos” y que los sindicatos son en muchos casos “la última barrera” para que no se pase por encima de los derechos laborales. Por eso, asegura, se orquestan campañas para desprestigiar al sindicato. En este sentido, a Lito le “duele” que no se haya aclarado más o levantado la voz ante algunas acusaciones vertidas, entre otros momentos, en el caso de los ERE en Andalucía.

“Si a mí me pasa algo, doy explicaciones”, puntualiza Lito en referencia a que no es el sindicato que él dirige el afectado por las facturas de los ERE. “Si no las doy, puede dar la sensación de que estoy jodido”, matiza, exigiendo unas explicaciones más claras ante algunas acusaciones. “Tenemos que contestar a estas cosas porque es una bola que va creciendo y si no se da respuesta, alguien puede pensar que no la hay”, concluye.

En cuanto al sector industrial, el histórico dirigente se muestra satisfecho de haber logrado que algunos de los principales sectores de la economía, como el motor, sobrevuelen la crisis. “Hubo tres o cuatro plantas que estuvieron más cerradas que abiertas, ahora ya lo podemos decir”. Por eso el dirigente aboga por pactar y conseguir acuerdos que conserven el empleo, incluso con reducciones de salario, siempre que la otra parte o el Gobierno comprometan una inversión. “No se puede olvidar que a veces la patronal es insaciable”, matiza el ovetense.

El dirigente defendió prestar más atención a la construcción, que se ha reducido al “ladrillo”, cuando la industria tiene un 70% en el sector. También pidió estar atentos a la reducción de otros costes que no son mano de obra, como la energía, uno de los factores que más influyen en el coste de un producto industrial.

Los próximos 2, 3 y 4 de octubre el Metal de UGT celebrará su 26ª Congreso en Burgos donde se elegirá al nuevo líder.