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Las 'kellys' de Ibiza dicen 'basta' en su primer día de huelga

Un grupo de 'kellis' realiza un piquete a las puertas de un hotel en Sant Antoni, Ibiza

Santi Donaire

Ibiza —

Todo comenzó hace dos años, cuando un grupo de 'kellys' (camareras de piso de hoteles y apartamentos turísticos) organizaron una concentración en la capital ibicenca para reivindicar la efectiva regulación de su carga de trabajo y sus condiciones laborales. Aunque este sector está regulado a través de la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales, el malestar de las trabajadoras ha ido creciendo en los últimos años, pues han visto como cada temporada estival se les ha aumentado el volumen de trabajo y no se ha cumplido la ley. En aquella concentración de 2017, solo participaron 6 mujeres. Sin embargo, no fue hasta el pasado 15 de julio de este año cuando un grupo de mujeres reunidas de nuevo en un parque de Ibiza capital decidieron que era el momento de organizarse en una asociación para convocar la primera huelga de 'kellys' de toda España.

“¡No tengas miedo, únete!”. Este ha sido el primer grito que ha roto el silencio del amanecer frente al hotel SeaView de 4 estrellas, en la localidad turística de Sant Antoni de Portmany, Ibiza. A las 8 de la mañana, un grupo de 60 'kellys' comenzaba la primera jornada de huelga convocada para este fin de semana en las islas de Ibiza y Formentera. Entre turistas desconcertados y jóvenes volviendo de fiesta, el grupo de mujeres ha dado forma a uno de los 3 piquetes que han tenido lugar en la isla de Ibiza.

La mañana comenzaba con la agresión de un turista a un sindicalista y a una de las 'kellys', minutos antes de comenzar la marcha que recorrería todo el municipio de Sant Antoni. El turista, molesto porque un piquete informativo estaba “haciendo ruido” y “molestaba” a su hijo, ha arrebatado “violentamente” una bocina a la camarera de piso, y ha arañado a un sindicalista de CGT, quien ha puesto una denuncia ante la Guardia Civil, según informa el propio sindicato. Dejando a un lado este incidente, la jornada se ha desarrollado sin ningún otro.

“Vamos a la huelga porque ya no tenemos más opciones. Estamos cansadas de reuniones, de palabras de los políticos y la patronal, de estudios científicos que hablan de nuestro trabajo, pero nosotras cada vez estamos peor. Nos están destrozando como mulas de carga”, declara Milagros, de 54 años, promotora de este movimiento y con más de 25 años en el sector. Sin tener ni siquiera los procesos administrativos terminados para la creación de la 'Asociación de Kellys de Ibiza y Formentera', la decisión de ir la huelga fue unánime.

Las 'kellys' reivindican junto a CGT, único sindicato que les apoya ante la negativa de CCOO y UGT, no sólo el cumplimiento de la ley de 1995. Entre sus demandas se encuentran la dotación de recursos para la detección precoz de las enfermedades laborales y una jubilación anticipada para las camareras de piso. Y es que la mayoría de las mujeres que llevan años en la profesión presentan similares patologías físicas: graves lesiones en los lumbares, en los brazos y en las articulaciones debido a las más de 70 camas que tienen que mover cada día y a los pesados carros que empujan por los pasillos de los hoteles. Además, muchas de ellas declaran sufrir episodios de estrés y ansiedad debido al ritmo de trabajo que les imponen los empresarios hoteleros.

''Cada año reforman los hoteles con más cristales y más carga de trabajo para nosotras. Sin embargo, no contratan nuevo personal. Empezamos el día limpiando las zonas comunes. Luego tenemos que hacer una media de 20 habitaciones cada día, más 10 salidas (limpieza a fondo de las habitaciones cuando los clientes abandonan definitivamente la habitación). Todo en una jornada laboral de 8 horas. Es imposible“, declara Gero, con 57 años, mientras se coloca con su pancarta frente a la puerta de un hotel de 5 estrellas a las afueras de Sant Antoni. Su compañera Marta, de 36 años y también procedente de Sevilla, se acerca y añade: ”Quieren cantidad y calidad a costa de nuestra salud. Desde las 7 de la mañana que salimos de nuestras casas hasta las 4 de la tarde que llegamos, no podemos ir ni al baño ni a almorzar. Esto no se puede aguantar“.

La patronal de la hostelería ha declarado que no ofrecerá datos de seguimiento de la huelga por el momento. Sin embargo, la CGT de las Pitiusas a través de su secretario general, Rafael Sánchez, contabiliza según datos propios de seguimiento de las 'kellys', que al menos 2.000 camareras de piso (entre Ibiza y Formentera hay 8.000 trabajadoras, según las propias 'kellys') han secundado el paro durante el primer día en la isla de Ibiza (se desconocen datos de Formentera aunque el seguimiento ha sido mucho menor).

4 horas después de su salida, el piquete llega a su final en el centro de Sant Antoni de Portmany. Gero, Marta, Violeta y el resto de sus compañeras, culminan la marcha gritando “¡Las kellys, unidas, jamás serán vencidas!”, mientras atraviesan una glorieta rodeada por hoteles, pubs irlandeses y terrazas ya atestadas de turistas que observan cómo se disuelve el grupo de las kellys entre abrazos y aplausos. “Ver cómo un grupo de mujeres hemos roto el miedo y hemos salido a la calle, ya es una victoria enorme”, afirma Violeta, de 48 años, y desde los 18 trabajando en el sector, mientras recoge la pancarta principal.

Este domingo hay convocada una nueva jornada de huelga que culminará por la tarde con una manifestación por las calles de la capital ibicenca. Esta manifestación, según sus convocantes, se espera que sea masiva y ya ha recibido apoyos de diferentes colectivos feministas de Baleares, Podemos o sindicatos como el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT).

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