LaLiga salva la venta de parte de su negocio a CVC con el voto en contra de Real Madrid y Barcelona

LaLiga ha logrado el aval de los clubes de fútbol para sacar adelante la operación de venta de parte de su negocio anunciada la pasada semana. 38 de los 42 equipos que tenían que votar este jueves en la asamblea de la patronal del fútbol español han avalado el acuerdo. Entre los cuatro votos en contra se encuentran el Real Madrid y el FC Barcelona. También ha votado en contra el Athletic Club y el Real Oviedo.

El acuerdo se vuelve un poco más complejo tras la asamblea celebrada este jueves en Madrid. Inicialmente, CVC inyectaba 2.700 millones de euros por el 10,95% del negocio de LaLiga. Ahora, los clubes que han votado en contra del acuerdo podrán decidir no acceder al dinero que aporta el fondo de inversión, que se iba a repartir en unos créditos al 0% a 40 años. Si finalmente estos cuatro equipos quedan fuera del reparto, la aportación de CVC será menor y, por tanto, menguará su participación en la nueva sociedad que quedará “en torno a un 8 o 9%”, según ha asegurado Javier Tebas. La financiación definitiva rondaría los 2.100 millones.

El fondo recibirá a cambio el negocio que genera LaLiga, incluido los derechos audiovisuales. Los equipos que decidan no participar en el dinero del fondo de inversión, no tendrán que ceder la parte de los derechos televisivos que les corresponderían. Es decir, en el ejemplo del Real Madrid o Barcelona, se quedarán con el reparto de derechos que le corresponda, mientras que el resto deberán aportar un porcentaje de estos derechos al fondo de inversión.

LaLiga asegura que la operación no supone un cambio en la valoración que se había dado inicialmente, en torno a los 24.000 millones de euros. Los equipos podrán destinar el 15% del dinero que reciban a deuda, otro 15% a fichajes, y el resto a digitalización, internacionalización y modernización. El reparto que corresponde a cada club quedará igual que lo inicialmente previsto. El 90% de la inyección de CVC se reparte entre los clubes y el 10% se queda en la patronal para financiar distintos proyectos.

Tanto Real Madrid como Barcelona ya habían rechazado desde un primer momento el acuerdo con CVC. El club que preside Florentino Pérez llegó incluso a llevar a la justicia el caso, demandando al presidente de la Liga, Javier Tebas, y al fondo y su responsable en España.

Tebas ha asegurado que el rechazo de estos dos equipos se produce por la Superliga, la competición que intentaron crear una docena de los clubes más ricos de Europa al margen de las competiciones comunitarias actuales y que tienen al Madrid y Barcelona como sus principales valedores, junto a la Juventus. “Pondrán mil excusas jurídicas, pero es eso”, ha señalado. “Quieren otro modelo de liga que no es el que defienden la mayoría de equipos”, ha subrayado. El presidente ha soltado también un dardo hacia el FC Barcelona tras la marcha de su estrella, Lionel Messi, y su negativa a LaLiga. “Tiene gente muy inteligente y las últimas decisiones se notan”, ha ironizado. “Le vendrían muy bien los millones de este acuerdo”, ha apuntado.

El presidente de LaLiga ha defendido que el acuerdo con CVC permitirá que se revalorice la competición y, con ello, se aumentarán los ingresos televisivos. En concreto, estima que “en ocho años crecerán un 30 o 35%, mientras en otras ligas se están recortando”.

El nombre del Real Oviedo no había trascendido hasta última hora del jueves. Ha sido el propio equipo el que ha explicado en un comunicado su decisión de votar en contra “por entender que era necesario realizar una licitación abierta y transparente”.

El acuerdo cuenta también con el rechazo de la Real Federación Española de Fútbol, presidida por Luis Rubiales. El organismo que dirige el fútbol español calificó de “ilegal” esta operación, asegurando que perjudica a los equipos que asciendan en un futuro a las competiciones profesionales y a las aportaciones que hace LaLiga al fútbol modesto. “Es una más y ni siquiera se ha leído el acuerdo”, ha despachado Tebas, en referencia a Rubiales, con quien mantiene un prolongado enfrentamiento.