El fabricante de automóviles alemán Daimler acaba de aprender una dura lección en uno de sus mercados más importantes: China. Allí vendía Daimler algo más de 600.000 coches el año pasado. Y allí, el Dalai Lama no puede ser nunca fuente de inspiración. Al líder espiritual tibetano, todo un premio Nobel de la Paz de 82 años, las autoridades chinas lo consideran un peligroso separatista.
Para sus peores enemigos en el Partido Comunista de China, el líder tibetano es un “lobo vestido con traje de monje”. En la opinión pública del gigante asiático circulan ideas mucho peores. Al Dalai Lama lo llegan a comparar con el líder de la totalitaria Alemania nazi, Adolf Hitler.
Con esta realidad se dio de bruces Daimler a principios febrero. La compañía lanzó una campaña publicitaria con el objetivo de inspirar a sus seguidores en redes sociales. En ella, una foto de un lujoso modelo de Mercedes-Benz relucía aparcado bajo una frase del Dalai Lama. “Mira a las situaciones desde todos los ángulos, y serás más abierto”, se leía en dicho mensaje, una frase de la serie motivaciones de lunes con las que está presente Daimler en las redes.
Ese mensaje ya no existe. No duró ni 24 horas. Porque se hizo viral, pero de la peor de las formas posibles. Desató una oleada de reacciones contrarias a la marca alemana en China, a lo que Daimler respondió eliminando el mensaje y pidiendo disculpas en la red social Weibo – la versión china de Twitter. “Esta mañana publicamos un mensaje incorrecto en nuestras redes internacionales”, según las disculpas de Daimler. “Tomaremos medidas para profundizar en nuestra comprensión de la cultura china y sus valores, incluyendo la de nuestros trabajadores en el extranjero, con el objetivo de que esto no vuelva a ocurrir”, se leía en la explicación de Daimler, cuya sede central se encuentra en Stuttgart.
En las oficinas de Daimler responden a eldiario.es con las mismas reflexiones. “Lamentamos haber molestado a nuestros clientes y les pedimos comprensión”, indican desde la compañía alemana. Aún se lamentan en la empresa. No parece exagerado en vista del escándalo generado en china. People's Daily, la versión inglesa del diario oficial del Partido Comunista de China, mostraba su indignación al dar cuenta de la entrada con la que Daimler quería apelar a la sabiduría del Dalai Lama para promocionar sus coches.
La tolerancia es una virtud de la cultura china, pero la tolerancia tiene sus límites. ¿Cómo reaccionaría el pueblo alemán si una empresa hablara maravillas de Adolf Hitler y propagara sus citas, o creencias, que tratan de separar a Alemania?“, llegaba a leerse en el periódico oficial del régimen chino, que establecía un paralelismo entre el Führer y el Dalái Lama, quien vive desde 1959 exiliado en la India. En dicho medio no parecían creerse las disculpas ofrecidas por Daimler. ”La tolerancia cultural no debería ser una excusa para que una empresa extranjera desafíe los límites de un país anfitrión“, según People's Daily.
“Un lamentable ejercicio de autocensura”
Dieter Zetsche, consejero delegado de Daimler, escribía recientemente una carta a Shi Mingde, el embajador chino en Alemania, lamentando lo ocurrido. Zetsche lamentaba un “error” que “ha causado daños e inconvenientes al pueblo chino”, según el texto de la misiva, cuya existencia confirman a eldiario.es fuentes de la empresa alemana. Parte de su contenido se ha hecho público en los medios de comunicación.
En Alemania, los medios han cubierto la situación de la empresa sin prestar excesiva atención a lo que Kai Müller llama “ejercicio de autocensura” de la parte de Daimler. Müller dirige las oficinas en Berlín de la Campaña Internacional por el Tíbet, que apoya la resistencia pacífica del pueblo tibetano. “Nosotros vemos la disculpas de Mercedes-Benz y de Daimler como una reverencia ante una dictadura autoritaria”, dice Müller. “Por una cita del Dalai Lama dirigida a todo el mundo, uno no tiene que disculparse”, añade.
Accionistas chinos e inversiones millonarias
A la vista está que en Daimler piensan de otro modo. China se ha convertido en la última década en el mayor mercado del fabricante alemán. El pasado mes, el grupo chino dedicado a la automoción Geely desembarcó en el accionariado de Daimler poniendo 7.500 millones de euros sobre la mesa, según ha informado la agencia de noticias Bloomberg. Geely es ahora el mayor accionista de Daimler. Controlando un 9,69% de los títulos de la empresa teutona.
También a finales de febrero, Daimler hacía públicas sus intenciones de expandir su producción de vehículos de alta gama en China. Para ello, destinará con sus socios en el mercado del gigante asiático hasta 11.900 millones de euros. “A Daimler le interesa presentarse bien frente al Gobierno de China, algo que nos parece lamentable”, según Müller.
Daimler no es la única marca que se ha enfrentado a las posiciones oficiales chinas sobre el Tíbet y el territorio en disputa del gigante asiático. Por ejemplo, la cadena de tiendas de ropa española Zara, al igual que las estadounidenses Marriot - una cadena hotelera de lujo - Delta Airlines o el fabricante de instrumentos médicos Medtronic ya se vieron obligadas anteriormente a pedir disculpas al régimen de Pekín. En las web de Zara, Marriot y Delta Airlines aparecían como “países” el Tíbet o Taiwán. Pero en territorios China reclama su soberanía.
Daimler ha sido la última gran firma europea en darse cuenta de que, en la China de Xi Jinping, mejor no mencionar al Tíbet o al Dalái Lama. “Los intereses centrales chinos no pueden ser desafiados. Sin una reflexión sincera, ningún negocio de automóviles sobrevivirá en China”, se leía en People's Daily. Daimler, y cualquiera que quiera prosperar en el gigantesco mercado chino, puede darse por avisado.