Cada año, desde hace 42, casi 300 jóvenes españoles se van con una beca del Instituto de Comercio Exterior para formarse y trabajar en una Oficina Comercial. De Kuala-Lumpur a Johannesburgo; de Lima a Tel-Aviv o de París a Los Ángeles, los becarios llegan a su destino para formarse en lo que necesitan las empresas españolas abran nuevos mercados. En total, casi 6.000 profesionales han disfrutado ya de una de estas becas, un capital humano que hasta ahora estaba disperso y que Icex quiere reunir para sacar jugo a esta inversión de décadas en talento cualificado.
La Asociación, que impulsa Icex pero se financiará con las cuotas de sus miembros y estará liderada por una Junta independiente del organismo, tendrá la estructura de un Alumni, al estilo del de las escuelas de negocios. Los Alumni tienen como objetivo fomentar el trabajo en red entre sus miembros, prorrogar la formación continua y generar espacios de encuentro que sirvan también como caladero para nuevos proyectos profesionales.
Una de las principales características de esta iniciativa es la dispersión de su público potencial. Antes incluso del lanzamiento oficial, ya había 1.900 inscritos interesados en el proyecto. De estos, al menos 700 trabajan en la actualidad fuera de España y se reparten en 80 países.
La secretaria de Estado de Comercio, Marisa Poncela, presidió el acto de lanzamiento de Icex Alumni, en el que insistió en la necesidad de trabajar en “red” para poder sacar el máximo provecho posible de la presencia de España en el exterior. Las exportaciones españolas se han situado como el motor de la recuperación, según reconocen todos los expertos. Desde las propias empresas se pone el acento en que este capital humano que se ha cualificado desde Icex ha sido uno de los catalizadores para esta mejora del sector exterior español.
Las becas Icex nacieron, precisamente, por la falta de presencia de empresas españolas en el extranjero. Como recordó Poncela durante el acto, después del largo periodo de aislamiento económico con el exterior que supuso la dictadura, el primer gobierno democrático se dio cuenta ya de la necesidad de ayudar a las empresas a salir fuera de España. Lo que comenzó casi como una aventura piloto, ha sido prorrogado y ampliado por todos los gobiernos en estos 42 años, gracias al éxito de la iniciativa entre los usuarios y a la buena acogida entre las empresas.
El programa ha ido cambiando en el tiempo, y se han añadido destinos, plazas y perfiles. Hay becarios de informática, de periodismo, de organismos multilaterales, centrados en exportación de equipamiento del hogar, de alimentación y un largo etcétera. También se añadió un segundo año de beca que se realiza en las propias empresas y finalmente, se ha incorporado un máster en formación de comercio exterior. En total, casi tres años de formación auspiciada desde el sector público que ha tenido su principal reflejo en la mejora de las exportaciones, según sus promotores.
Debido transversalidad de los perfiles, y a la dispersión de sus miembros, la asociación fomentará que se hagan foros territoriales y sectoriales, según anunció su presidente, Rubén Gil, en el acto de presentación. Desde un grupo de becarios que se reúnan en Moscú, hasta un grupo especializado en ingeniería. Para engrasar la relación de un abanico tan heterogéneo de miembros, la asociación contará con una plataforma digital para activar online la formación de los nuevos proyectos.
--------------
NOTA INFORMATIVA: la redactora jefa de la sección de Economía de eldiario.es, Belén Carreño, es parte de la Junta de Icex Alumni.