El presidente de Pescanova culpa a la banca de la situación de la empresa
El presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, ha echado la culpa a la crisis de la banca para justificar la situación de la empresa, que ha solicitado el concurso voluntario de acreedores. En una entrevista en la Cadena SER, Fernández de Sousa, apartado de la presidencia de la empresa, ha explicado que les ha faltado crédito procedente de las entidades bancarias “como a todo el mundo”.
Imputado por haber utilizado supuestamente información privilegiada en la venta de la mitad de sus acciones, por valor de 27 millones de euros, meses antes de que estallara la situación delicada de la compañía, Fernández de Sousa se ha defendido de las acusaciones: “Si yo hubiese querido hacer uso de una información privilegiada hubiera vendido todo, no seguiría siendo el mayor accionista de la empresa”.
La explicación del presidente ante la venta de estas acciones es que tenía que hacer frente a compromisos con créditos y para ingresar 10 millones de euros en la compañía en febrero: “He vendido lo que no me quedó más remedio que vender. Si tenía información privilegiada era de que la empresa iba mejor”. En este sentido, ha asegurado que está “moralmente tranquilo porque lo que he hecho mejor que he podido”. “Todo lo que he hecho ha sido en beneficio de la empresa”, ha dicho Fernández de Sousa, que ha admitido errores en la gestión de la empresa: “Si hubiésemos sabido estimar la crisis financiera, evidentemente la situación hubiera sido distinta”. “He sacrificado mi vida, mi familia y mi patrimonio por Pescanova”, ha insistido.
En cuanto al retraso en la presentación de las cuentas ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Fernández de Sousa explicado que al conocer la “posibilidad de déficit de tesorería y no tener una solución”, el consejo decidió posponer la presentación de las cuentas hasta decidir qué opción tomar. Finalmente, se decantaron por la solicitud del concurso de acreedores.
Fernández de Sousa ha intentado defender la situación de Pescanova: “No hay un agujero de 3.000 millones de euros. Se están confunciendo cifras. Lo que hay es lo contrario”. Según su máximo accionista, “el valor de Pescanova puede exceder lo que en términos contables se denomina como pasivo” e incluso ha asegurado que está en condiciones de “triplicar la facturación en los próximos 10 años”.