El presidente de Sacyr asegura que la empresa y sus socios acabarán la obra del Canal de Panamá
La constructora española Sacyr, que lidera el consorcio que se encuentra envuelto en una disputa por los costos adicionales en las obras de ampliación del Canal de Panamá, ha afirmado este viernes que las negociaciones con la autoridad de la vía marítima “están avanzando” para evitar que la obra se detenga.
El presidente de Sacyr, Manuel Manrique, ha asegurado que las partes están buscando asegurar el mantenimiento del flujo de efectivo para la obra y que manejará por separado un reclamo por 1.600 millones de dólares (1.170 millones de euros) en costos adicionales “por la vía del arbitraje”. Sin embargo, no ha aclarado cómo va a garantizar ese flujo de efectivo en el corto plazo para mantener el proyecto en marcha.
“Hay que comprender que en una 'joint venture' (asociación) entre cuatro compañías siempre hay diferentes opiniones, diferentes maneras de ver los problemas. Pero al final lo que nos une es el objetivo común del consorcio, acabar las obras del canal de Panamá, y es lo que vamos a hacer”, dijo Manrique en una entrevista concedida a Reuters.
A inicios de año (el 20 de enero), el consorcio GUPC, formado por la italiana Impregilo, la empresa belga Jan de Nul y la panameña Constructora Urbana, además de la española Sacyr, amenazó con frenar las obras de ampliación del Canal si no se resolvía la disputa.
En cualquier caso, el presidente de Sacyr se ha mostrado “optimista” y confía en que “pronto haya una solución feliz”. “Estamos viendo las posibilidades, cómo se solucionan los problemas del contrato que es exclusivamente 'cash flow' (flujo de efectivo). En esto seguimos avanzado día a día, ha añadido.
A la espera de solucionar el conflicto
La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) propuso el martes que ambas partes aporten 100 millones de dólares (más de 73 millones de euros) cada uno como garantía para continuar con los trabajos en uno de los mayores corredores comerciales del mundo, lo que habría sido aceptado en principio por el consorcio, mientras se discute una solución definitiva al multimillonario reclamo.
El jefe de la ACP ha dicho que si no se llega a un acuerdo con el consorcio para finalizar los trabajos, podría ser contratada otra empresa para que los termine, tras rechazar una propuesta presentada por la italiana Salini Impregilo, que reclama 1.000 millones de dólares (unos 731 millones de euros) para continuar con la ampliación de la vía interoceánica.
El proyecto de GUPC, la mayor obra del plan de expansión del Canal, estaba valorado en 3.200 millones de dólares (más de 2.340 millones de euros). El reclamo por costos extra de 1.600 millones aún debe dirimirse en un proceso de arbitraje contemplado en el contrato.
“El contrato dice una cosa y lo vamos a seguir. El problema es que el tiempo que tarda desarrollar estos arbitrajes es más largo que el tiempo del proyecto. Llevamos cuatro años y todavía seguimos en el proceso”, ha concluido Manrique.