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Un 'sir' millonario que huyó de Inglaterra para tributar menos tras apoyar el Brexit gana la puja por el Manchester United

Jim Ratcliffe, dueño de Ineos, en una fotografía de archivo a la salida del estadio del Manchester United.

Diego Larrouy

23 de octubre de 2023 22:26 h

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El Manchester United es uno de los clubes más laureados y con mayor historia de Inglaterra, la cuna del fútbol. También ha sido la imagen de la globalización de este deporte, convirtiéndose en una de las marcas deportivas más grandes del mundo. Protagonizó el desembarco del dinero de las franquicias estadounidenses en el viejo continente y una de las primeras salidas a Bolsa de una empresa futbolística. Pero también ha estado en el centro de la ruptura entre la propiedad y la afición como símbolo del fútbol moderno. Ahora, los herederos de Malcolm Glazer, el empresario estadounidense que adquirió el club a comienzos de siglo, buscan hacer caja con la venta parcial del Manchester United y el único candidato que se ha mantenido en pie es una de las mayores fortunas del país.

Desde que hace un año se anunciara la posibilidad de la venta, solo un postor se ha mantenido en liza. Los demás han ido cayendo. El último de ellos ha sido el dinero catarí, que pujó fuerte por hacerse con el club más laureado del país en plena crisis deportiva y económica. Hace unos días, se conoció que se había retirado de la carrera por hacerse con el club que más veces ha ganado la liga en Inglaterra ante su negativa a elevar más todavía su oferta, que rondaba los 6.000 millones de dólares.

El último superviviente de un goteo de ofertas retiradas es Jim Ratcliffe, dueño del gigante petroquímico Ineos, que se lanzó a por el 25% del club. Aunque todavía no se ha hecho un comunicado oficial por el club, la retirada del postor catarí ha hecho que en Inglaterra se dé por hecho que será Ratcliffe el inversor que finalmente satisfaga a los Glazers. Su inversión rondará los 1.500 millones, según informó Reuters la pasada semana.

La decisión final está todavía en el tejado de los hijos que heredaron la participación de Malcom Glazer. Según han informado varios medios locales, los aficionados han lamentado profundamente que la solución al proceso de venta no sea la salida de los empresarios estadounidenses, curtidos en las franquicias de deporte estadounidense.

Ratcliffe es un gran conocido para el público británico. Se trata de una de las mayores fortunas del país. Según la lista que elabora periódicamente el ‘Sunday Times’, su patrimonio supera los 29.000 millones de libras y ocupa la segunda posición. Además, abanderó durante la campaña del Brexit la opción de la salida de la UE. Fue una de las voces más duras en contra de la pertenencia de Reino Unido al espacio común europeo. “Los británicos somos perfectamente capaces de dirigirnos a nosotros mismos, no necesitamos que Bruselas nos esté diciendo constantemente lo que tenemos que hacer”, defendía cuando le preguntaban.

Por su labor empresarial llegó a ser nombrado ‘sir’ por la corona británica. Sin embargo, justo antes de que el Reino Unido hiciera efectiva su salida de la Unión Europea, Ratcliffe movió su residencia a Mónaco con el objetivo de reducir el pago de impuestos a la mínima expresión. Este traslado y distintas decisiones empresariales que primaban otros mercados antes que Reino Unido, le abrió una crisis reputacional con distintos sectores pidiendo que se le retirara el título de caballero.

Si los Glazer oficializan el desembarco de Ratcliffe, la entrada del nuevo capital en el club llegará en un momento delicado por distintos motivos. Por un lado, por el aspecto económico con una gestión económica durante los últimos años que arrastra una importante deuda. Por otro, una racha de resultados que genera el malestar entre los aficionados, con una década sin obtener el título de liga. A ello se suma la necesidad de reformar el estadio, uno de los más icónicos del fútbol europeo, lastrado por el paso de los años.

Los fiascos deportivos y económicos llevaron a los Glazer a anunciar que pondrían en revisión su participación en el club, algo que fue entendido como colgar el cartel de ‘se vende’. Cuando se concrete, será una de las mayores operaciones corporativas en el mundo del fútbol, ya que supone uno de los clubes más valiosos del planeta. La valoración con la compra del 25% de Ratcliffe del Manchester United se situaría por encima de la venta del Chelsea de Roman Abramóvich del pasado año por la guerra de Ucrania.

Los Glazer han recibido una importante oposición de las gradas desde su desembarco en el club, pese a que en un primer momento obtuvieron distintos logros deportivos. Uno de los últimos episodios de este enfrentamiento fue cuando la familia situó al United entre los clubes que impulsarían la Superliga de los equipos ricos de Europa. La presión de la afición provocó la marcha atrás de esta decisión. El hecho de que la familia no salga del capital ha frustrado a los aficionados que esperaban que sus actuales propietarios dejaran por completo el club, según han apuntado medios locales. Sin embargo, distintas informaciones apuntan a que la adquisición de un 25% inicial por parte del empresario británico podría ser el primer paso para la sucesiva compra de acciones. Además, se da por hecho que el dueño de Ineos se garantizará en un contrato con los Glazer la gestión deportiva del United.

Dueño de otros equipos

Ratcliffe no es novato en el mundo del fútbol. Su grupo Ineos es ya el propietario del Niza de la liga francesa. Tiene también equipos en Suiza y Costa de Marfil. Por ello, si lograse hacerse con el 25% del Manchester United ampliaría la presencia en Europa de los clubes multipropiedad. Esta tendencia hacia inversores con intereses en varios equipos de distintas ligas ha ganado presencia durante los últimos años en el fútbol europeo. La alternativa a Ratcliffe, la del dinero catarí, habría sido todavía más notoria, ya que el país del Golfo ya es propietario del PSG y ambos clubes podrían haber coincidido con facilidad en competiciones europeas.

Ineos, la compañía de Ratcliffe, hizo fortuna en el sector petroquímico, entre otras cosas, adquiriendo actividades de las que se iba desprendiendo BP. En los últimos años ha ido creando un grupo multinacional de inversión deportiva en el que el Manchester United acabaría siendo uno de sus principales activos. Es propietario de un tercio del equipo Mercedes de Fórmula 1. Tiene, además, uno de los principales equipos del pelotón ciclista profesional, que lleva el nombre de la compañía. Participa en otros deportes como rugby, con los All-Blacks, o vela, a través de contratos de patrocinio.

Los medios británicos apuntan a que el final del proceso de venta del Manchester United se produzca a finales de este mes o el próximo. Esta operación se uniría así al furor inversor en una liga, la inglesa, que no para de recibir interés de fondos y empresarios internacionales por los jugosos ingresos de esta competición. 

En las últimas semanas se ha conocido la compra del Everton por parte del fondo 777, accionista del Sevilla, a la espera de solventar escollos regulatorios. El Liverpool, que especuló con su venta hace unos meses, ha recibido recientemente una inyección de 100 millones de dólares del fondo Dynasty Equity por una participación que no se ha hecho pública. Y, por último, el Chelsea ha recibido 500 millones de dólares de Ares Management para la reforma de su estadio.

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