La nueva empresa del 016 hará temporales a todas las trabajadoras indefinidas y no respetará su antigüedad
El recién estrenado Gobierno de Pedro Sánchez, y más concretamente su ministerio de Igualdad, tiene una tarea contrarreloj: aclarar la situación del teléfono 016 de atención a mujeres víctimas de violencia de género. Este martes 12 de junio termina la prórroga del contrato con Arvato Qualytel y la nueva adjudicataria, Atenzia, se hace cargo del servicio, aunque sin subrogar a la plantilla. La compañía ha comunicado a las 23 trabajadoras que no se les respetará su antigüedad: la mayoría la tiene desde 2007 y pasará a ser del 14 de junio de este año, según un correo electrónico al que ha tenido acceso eldiario.es. Además, pasarán de tener un contrato indefinido a un contrato temporal por obra y servicio. Fuentes del Gobierno aseguran que se trata de un incumplimiento de los pliegos de contratación y que obligarán a la empresa a cumplir con la subrogación.
Atenzia se hace cargo del servicio a partir de las 23:59 de este martes. Sin embargo, según el plan de la empresa, las trabajadoras que hasta ahora dan el servicio se incorporarían el día 14. Por tanto, el miércoles 13 el 016 estará atendido por personal de Atenzia que hasta ahora no ha prestado este servicio y cuya especialización se desconoce.
La nueva adjudicataria ofrece, por tanto, a las trabajadoras un solo camino: renunciar a su empresa actual (en la que son indefinidas) para pasar a Atenzia con contrato temporal y sin antigüedad. Si no quieren, les aseguran, no tienen por qué firmar el contrato. “El día de la firma del contrato tendréis toda la información y si algo no os cuadra podéis renunciar a firmarlo”, dice la empresa en el correo electrónico.
La situación con la que se encuentra el nuevo Ministerio de Igualdad es un galimatías jurídico y burocrático. A finales de abril, el entonces Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Iguales adjudicó la atención del 016 para el próximo año por 867.767 euros. Lo hizo a la única empresa que se presentó al concurso: Atenzia. La compañía que había gestionado el teléfono desde su creación en 2017 –Arvato Qualytel– renunció a pelear por él en esta ocasión. La falta de rentabilidad, los precios de adjudicación y la batalla de las empresas del sector por rebajar costes estaban detrás de esta decisión.
Sin embargo, Atenzia no se hizo cargo del servicio en la fecha que le correspondía. Adujo que no había recibido la documentación necesaria, pero comunicó a la plantilla del 016 su intención de aplicar un artículo del convenio colectivo de Contact Center que hacía peligrar sus condiciones laborales y la propia continuidad de todas las trabajadoras que hasta ahora han prestado el servicio.
In extremis, el Ministerio negoció con Arvato Qualytel una prórroga del servicio hasta este jueves 12 de junio. Mientras, aseguraron a las trabajadoras, se llevaría a cabo la transición entre una y otra empresa. El anterior secretario de Estado, Mario Garcés, ni siquiera llegó a firmar el nuevo contrato entre la administración y Atenzia. Ahora, sería la secretaria de Estado de Servicios Sociales, María Pilar Díaz (de la que aún depende la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género hasta que un decreto la sitúe en la Secretaría de Estado de Igualdad) la que tiene que firmar ese contrato.
Las trabajadoras han pedido la suspensión de la ejecución de contrato con Atenzia: las trabajadoras aseguran que la oferta que presentó Atenzia incumplía el pliego de condiciones presentado por el Ministerio de Sanidad, concretamente el punto 3.2 sobre el equipo de trabajo. En este punto aunque, efectivamente, se dice que la subrogación se harán conforme a la “legislación aplicable” y, en su caso, al convenio del sector, también se subraya que el personal actual es el “mínimo”. Después de una descripción de los puestos de trabajo actuales, el pliego añade que esos efectivos son “mínimos, sin los que la oferta no será tomada en consideración”. En el procedimiento, dice el pliego, sí se podrán ofertar más efectivos.
El nuevo Gobierno se ha comprometido a no dejar caer este servicio tal y como se le conoce, lo que implica salvaguardar la plantilla que, en las condiciones actuales, corre peligro.