Trabajo propone que las empresas no tengan más de un 15% de empleados temporales en su reforma laboral
La negociación de la reforma laboral avanza. El Ministerio de Trabajo ha llevado a la mesa de diálogo social con los sindicatos y empresarios un documento con nuevas propuestas, que seguirá negociándose la próxima semana. Entre las medidas planteadas, el Ministerio que dirige Yolanda Díaz plantea fijar un máximo del “15%” en la temporalidad dentro de las empresas. El gran volumen de contratos temporales es uno de los principales problemas del mercado laboral en España: alcanza al 27% de los trabajadores, el dato más alto de la UE.
En concreto, Trabajo propone que la contratación temporal no pueda superar el 15% “de la plantilla anual de cada empresa”, explican fuentes del diálogo social a elDiario.es, como ha adelantado UGT en un comunicado a los medios. Este porcentaje podría ser inferior si así se pactase en la negociación colectiva entre sindicatos y patronales.
¿Cómo se calculará esta plantilla anual de las empresas? El Ministerio ha planteado que se tengan en cuenta todos los contratos vigentes en una compañía a fecha de 31 de diciembre y que se sumen aquellos que se hayan extinguido durante el año natural. “En relación con estos últimos, se dividirán los días de trabajo prestados durante el año natural entre doscientos, computándose cada unidad resultante o fracción como un contrato más”, sugiere el Ejecutivo.
Trabajo también plantea que las empresas deban informar a la representación legal de la plantilla a comienzos de año sobre el nivel de temporalidad existente en la empresa. A esta información, se contempla que las empresas tuvieran que presentar “una propuesta concreta” de transformaciones de contratos temporales a fijos o de contrataciones fijas “para cumplir, al menos, con el porcentaje de contratación indefinida” exigida. Estos contratos indefinidos deberían materializarse antes de marzo, propone Trabajo.
Desde el diálogo social insisten a elDiario.es en que esta medida es por el momento solo una propuesta del Gobierno en el conjunto de modificaciones para reducir el gran uso de la contratación temporal en España, algo que preocupa en territorio nacional y también en la UE. Este paquete de posibles soluciones planteadas por el Ejecutivo incluye también la reducción de los tipos de contrato temporal y que se extienda más la fórmula de los llamados fijo-discontinuos. Las partes negociadoras han quedado este miércoles en enviar propuestas que concreten y aterricen este límite máximo del 15%. Por ejemplo, sobre periodos de adaptación para cumplir con la nueva exigencia en caso de salir adelante.
Contrataciones indefinidas dentro de las ETT
Otra de las opciones que ha planteado Trabajo en la mesa a los agentes sociales pasa por que las ETT (empresas de trabajo temporal) puedan facilitar a otras compañías empleados para trabajos “ocasionales”, pero siempre que tengan suscrito un contrato indefinido con la ETT. Este sería en la modalidad de contrato indefinido, a tiempo completo o a tiempo parcial, o de contrato fijo-discontinuo.
La idea es que las empresas pudieran acudir a las ETT para “el desarrollo de tareas concretas o esporádicas” que por razones como su corta duración, su naturaleza o su carácter imprevisto no encajen en los contratos temporales vigentes. Como se apuntaba, el Gobierno pretende que el contrato indefinido sea el predominante y limitar la contratación temporal básicamente a dos razones: organizativas y productivas, como figuraba ya en sus borradores previos al verano.
Esta medida en relación con las ETT está más en pañales, explican a este medio desde el diálogo social, y se seguirá negociando en las próximas reuniones.
La vicepresidenta Yolanda Díaz ya ha afirmado que da de plazo, como tarde, hasta “noviembre” para tener lista la reforma laboral comprometida a Bruselas dentro del Plan de Recuperación y Resiliencia. Se prevé que la regulación se apruebe mediante un real decret-ley, para que esté contemplada en el BOE antes del 31 de diciembre de este año.
La regulación, renovará la legislación laboral en cuestiones como la formación y la temporalidad, pero además revertirá algunas de las medidas de la reforma laboral de 2012 en materia de negociación colectiva, como la promesa de recuperar la prioridad del convenio sectorial sobre el de empresa y la ultraactividad de los convenios colectivos.
Entre los retos de esta legislación figura también regular los nuevos ERTE permanente, un mecanismo de flexibilidad interna en las empresas que permita que las compañías acudan a la reducción de jornada en lugar del despido ante crisis o procesos de reestructuración.
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