Madrid, 5 abr (EFE).- El subsector del turismo de reuniones, centrado en eventos empresariales de más de 10 personas con objetivos profesionales, espera recuperar sus 12.300 millones de euros de facturación anuales en 2024 y seguir dando empleo a más del 8 % del total del sector, capital en la economía española.
Así lo señala un Estudio del Spain Convention Bureau (SCB), integrado en la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), sobre la situación del turismo de eventos empresariales y su plan de reactivación.
El presidente del SCB, Augusto Hidalgo, alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, ha destacado este martes en la sede de la FEMP, de Madrid, donde se ha presentado el estudio, que “la industria de reuniones en España, según datos del INE, daba empleo en 2019, antes de la pandemia, a unas 87.000 personas, un 8,32 % del total de puestos de trabajo relacionados con la actividad turística”.
Hidalgo se ha mostrado optimista sobre la recuperación de esas cifras a partir del año 2022 y con el objetivo puesto en 2024, al igual que el estudio, desarrollado cuando la pandemia estaba ya acabando pero antes de la guerra en Ucrania.
Para alcanzar el objetivo de recuperar el 100 % de la actividad prepandemia en 2024 el estudio hace algunas recomendaciones, fundamentalmente encaminadas a evolucionar desde un modelo con gran presencia pública pero falto de cooperación y demasiado individualista, en el que los destinos compiten innecesariamente entre sí, a otro con mejor cooperación con el mundo privado y con mejor especialización.
La sostenibilidad, la digitalización, la necesidad de segmentación o el uso de los datos forman parte de este camino que debería afianzar el liderazgo mundial en este sector de nuestro país, cuyo gran capital es el prestigio de la marca España en el turismo internacional.
El turismo de reuniones, cuyo gran valor viene dado no solo porque no coincide en las estaciones con el turismo de ocio, sino también porque los 10 millones de viajeros de reuniones que en 2019 integraban su clientela gasta tres veces más que los turistas de ocio, está muy profesionalizado, señala el estudio.
Aún así, necesita más recursos y ayuda pública y menos burocracia, y debe desarrollar más atención a los datos y evolucionar, porque no se trata de volver a la situación prepandemia, sino de desarrollar un nuevo modelo que adapte su oferta a un entorno que, todavía, y después de la pandemia, presenta gran incertidumbre.
El estudio, financiado por la Secretaría de Estado de Turismo, señala que la pandemia provocó en el subsector una caída del 75% en 2020 y un impacto económico de 5.079 millones de euros en 2021.
Aunque la recuperación de los niveles de 2019 podrían alcanzarse en 2024, en función de la evolución de la pandemia o de otros acontecimientos, y tras el segundo semestre de 2022 será posible un importante despegue, señala el informe.