Dicen que un oficio se aprende ejerciéndolo, pero actualmente no es suficiente. España necesita personal cualificado que cubra las necesidades que requieren los sectores productivos.
Para ello, el Gobierno ha creado una estrategia de transformación de la Formación Profesional y uno de los ejes de actuación es la acreditación formal de competencias, que desde marzo de 2021 tiene una convocatoria permanente.
Para el año 2024, el Ejecutivo español persigue que tres millones de personas acrediten sus competencias. Un objetivo para el que se destinarán 850 millones de euros. Según el Gobierno, el 48% de la población activa española no tiene acreditada su formación.
Una cuenta pendiente en nuestro país
“En España, la estadística demuestra que tenemos un ratio muy bajo, comparado con el reseto de países de la UE, de personas cualificadas”, explica Vladimir Carbonell, director de Formación Profesional en MasterD. Algo que según él, genera un problema para el tejido empresarial, que necesita cubrir puestos de trabajo con personas cualificadas que puedan demostrar sus competencias con una titulación.
Pablo Delgado Rubio es alumno de cocina en la escuela de hostelería y turismo de MasterD. Delgado explica que acreditar sus competencias “es importante a la hora de optar a un puesto de trabajo, por ejemplo, en un hospital o para unas oposiciones para trabajar en una guardería de cocinero”. El alumno cuenta que, al presentarse a estos empleos, siempre le pedían un título homologado.
Licenciado en Ciencias Ambientales, Delgado decidió convertir su hobby, la cocina, en su profesión. Por eso acudió a MasterD. “Las prácticas fueron muy bien y, por suerte, he encontrado trabajo de sobra”, celebra Delgado.
La experiencia del cocinero coincide con el diagnóstico de Carbonell, que asegura que las personas cualificadas tienen más posibilidades de encontrar un puesto de trabajo. Además, cuenta, “algunas especialidades ya exigen estar en posesión de un título oficial de FP o de certificado de profesionalidad para poder ejercer la profesión”.
“Debemos considerar los procedimientos de acreditación de competencias como una vía más, dentro de los planes de carrera de cualquier ciudadano, para potenciar su perfil profesional y optar al mercado laboral o seguir obteniendo acreditaciones y títulos dentro de su plan de formación continua”, explica Carbonell.
Vía alternativa para conseguir un título
Para cumplir los objetivos del Gobierno, desde las instituciones se potencia este tipo de procedimientos de acreditación de competencias para las personas que, pese a tener capacidades y conocimientos, no han podido obtener un título. Mediante estos procedimientos se pretende aumentar el nivel de cualificación de la población activa y así lograr que España mejore sus cifras. El director de Formación Profesional de MasterD, explica que se trata de una vía interesante para obtener una cualificación por el aprovechamiento del bagaje formativo y profesional y por la inmediatez de los trámites, que tienen un plazo máximo de seis meses.
Otra de las ventajas de estos procedimientos, es que son de carácter permanente, es decir, que los candidatos pueden presentar su inscripción en cualquier momento, sin esperar a convocatorias específicas.
Para Juan José Algarra, alumno de Montaje y mantenimiento de instalaciones eléctricas de Baja Tensión, no fue complicado obtener el título. “En mi caso, fue un procedimiento peculiar porque transcurrió durante la COVID-19 así que fue individual y bastante rápido”, explica Algarra, que asegura que si se está preparado no hay problema para lograr acreditar los conocimientos.
Cómo acreditar tus competencias
El resultado final de un procedimiento de acreditación es, según Carbonell, la obtención de una acreditación de unidades de competencia. Las unidades de competencia definen los certificados de profesionalidad y los ciclos formativos de grado medio y superior. “Así pues, conseguida la acreditación de esas unidades de competencia por parte del candidato, podemos asegurar que está habilitado para solicitar el título oficial de certificado de profesionalidad, o convalidar partes de una FP”, explica el director.
Delgado, por ejemplo, acreditó unidades de competencia de casi todas las asignaturas de un grado medio, salvo un par de ellas que tendría que aprobar por otra vía. “Con la entrevista personal, la formación y la experiencia que tenía, conseguí acreditar todas las competencias”, cuenta el cocinero.
El caso de Alberto Miragaya, alumno del curso de Instalaciones solares fotovoltaicas, es parecido al de Delgado. Miragaya acreditó sus competencias sin necesidad de pruebas de evaluación. “He conseguido todas las unidades tanto de la cualificación de Montaje y mantenimiento de baja tensión como de la de instalaciones solares fotovoltaicas”, explica el técnico.
En total, MasterD cuenta con 65.000 estudiantes en toda España. Según el director, cuentan con alumnos muy variados en función de la formación que están recibiendo. En cuanto al perfil de las personas que buscan acreditar sus competencias y lograr una FP varía dependiendo del sector, por ejemplo, en el ámbito sociosanitario o de administración o gestión de empresas son generalmente mujeres de hasta 25 años.
En las especialidades más técnicas, son hombres de mayor edad los que acuden a realizar la preparación y acompañamiento para acceder a un título oficial. Sin embargo, Carbonell cuenta que hay cada vez más equilibrio entre los sectores. “La amplitud de especialidades existentes hace que el perfil tipo de alumno en MasterD sea igual de amplio”, concluye.