¿Cómo se cría en Arganzuela? ¿Cómo nos lo montamos para hacerlo? ¿Dónde nos juntamos a cuidar a nuestras criaturas? ¿Disponemos de espacios comunes y públicos para hacerlo? Son algunas de las preguntas a las que tratará de dar respuesta La Tribu de Arganzuela, un proyecto desarrollado por la cooperativa Pandora Mirabilia que busca mejorar de forma colectiva la crianza de niños y niñas más allá del ámbito doméstico y las redes personales en un céntrico distrito madrileño.
“Las ciudades no están hechas para la crianza y lo único que puede mejorar eso es que los barrios tengan comercios, equipamientos culturales y sociales y que existan unos espacios comunes de proximidad”, señala Irene García, integrante de Pandora Mirabilia y coordinadora de La Tribu de Arguanzuela, iniciativa que forma parte del proyecto Una ciudad muchos mundos, de Intermediae.
De ahí, que el proyecto busque investigar y desarrollar de forma colectiva con vecinos y personas interesadas en la crianza en las ciudad propuestas que luego puedan trasladarse a las administraciones públicas. Pero también al mismo tiempo tratarán de desarrollar, impulsar y visibilizar todos esos espacios comunes que en muchos casos quedan por hacer.
Recorrido abierto
El primer paso entonces para empezar a dar respuesta a todos esos primeros interrogantes es conocer qué espacios existen ya en el barrio. Para ello han organizado el sábado 12 de diciembre lo que han denominado El paseo de Juanita, un homenaje a El paseo de Jane, la convocatorias abierta que cada año se hace en varias ciudades para recorrer diferentes barrios en reconocimiento a la urbanista Jane Jacobs.
La convocatoria, que está abierta a todos los que quieran participar, consistirá en un recorrido por diferentes puntos del distrito. Habrá una primera parada en uno de los parques infantiles del barrio para hablar acerca del estado de estos equipamientos. “El que hemos elegido está en la glorieta de Santa María de Cabeza que está rodeada por varías vías donde a diario pasan miles de coches”, explica García.
Otras de las paradas será en la Escuela Infantil El Palomar, un lugar creado por los propios padres quienes ante la falta de plazas públicas en la zona optaron por organizar un espacio autogestionado. “Son ellos mismos los que se organizan y se turnan para el cuidado de los niños”, señala la cooperativista. En el colegio públicos Miguel de Unamuno, padres y madres del ampa hablarán de las necesidades del centro y también habrá un parada en los huertos urbanos del barrio, como forma de visibilizar otros espacios donde los más pequeños también pueden socializar.
Esta suerte de mapeo urbano de la crianza no solo pretende mostrar los espacios que se emplean en la cría de la infancia sino también denunciar aquellos que hacen que esta sea a veces una tarea titánica en lo que se refiere al trazado urbano. “Nos detendremos en el paseo de Santa María de la Cabeza porque la calle no tiene nada de paseo, sino que lo que hay son cuatro carriles para los vehículos”, detalla García. De ahí, que la parada tenga más que ver con una reivindicación de transformación urbana y de recuperación por parte de los habitantes del espacio que ha ido ocupando el tráfico rodado.
El paseo de Juanita es la primera actividad de La Tribu de Arganzuela, que como forma de presentación del proyecto pretende crear un grupo que vaya desarrollando en los próximos meses trabajos y talleres para ir creando las propuestas. Al mismo tiempo servirá, subrayan sus impulsoras, para fortalecer las redes vecinales y crear espacios de diálogo que permitan hacer el barrio aún más barrio.