Con ese desparpajo que solo da la ignorancia, la soberbia o ambas cosas a la vez, Esperanza Aguirre lanzó ayer un reto a los medios de comunicación: que encontrasen una sola mentira suya a lo largo de su carrera política. ¿Una? No. Las hay por decenas. Es difícil encontrar a una política con su trayectoria que mienta tanto y de forma tan habitual. Esto es solo una recopilación de sus mayores mentiras. Hay muchas más.
1. “Yo destapé la Gürtel”
Falso. Esta trama corrupta nació, creció y se reprodujo bajo las faldas de Esperanza Aguirre sin que la lideresa moviese una ceja hasta que llegó la investigación del juez Baltasar Garzón. En su famosa frase, Aguirre se refiere a una operación urbanística que Francisco Correa intentó poner en marcha en Majadahonda, un pelotazo que provocó que medio grupo municipal del PP se levantase contra su alcalde, Guillermo Ortega, acusándole de corrupción. Aguirre solo actuó para forzar la dimisión del alcalde cuando se montó el follón. Pero, tras “destapar la Gürtel”, lo siguiente que hizo no fue irse al juzgado y denunciar al alcalde en cuestión. En vez de eso le protegió, nombrándole gerente del ruinoso Mercado Puerta de Toledo, con un buen sueldo y una laxa ocupación. Guillermo Ortega vivió de esa “mamandurria” hasta que la Gürtel estalló.
2. “No me consta que haya habido financiación irregular en el PP de Madrid”
Falso, y no solo por las millonarias mordidas presuntamente pagadas a su partido por el yerno de Villar Mir, el compi yogui López Madrid. Aguirre conoce muy bien cómo se financió la campaña electoral del Tamayazo, la que le llevó a la presidencia de la Comunidad de Madrid. Fue a través de Fundescam, una opaca fundación del partido que recaudaba “donativos” entre empresarios amigos de la casa –que después recibían sus buenas adjudicaciones públicas–. Ese dinero sirvió para pagar la campaña electoral de Aguirre a través de las empresas de la Gürtel, modificando las facturas para que no se enterase el Tribunal de Cuentas.
El PP de Madrid solo se libró de las consecuencias penales de Fundescam porque el presunto delito estaba prescrito. Como la memoria de Aguirre.
3. “Yo no he hablado en mi vida con ese señor [Luis Bárcenas]. En mi vida. ¿Entiende?”
Falso. En 2009 ella misma admitió una conversación con Bárcenas en una entrevista en la Cadena SER. También habló con Luis Bárcenas al menos en otra ocasión: cuando el entonces gerente del PP y el tesorero del partido, Álvaro Lapuerta, advirtieron a Aguirre delante de Mariano Rajoy sobre el mayor chanchullo urbanístico de la Gürtel, el de Arganda del Rey: un pelotazo millonario que se llevó Martinsa y en el que Lapuerta señalaba a Ignacio González. La propia Aguirre admitió esa reunión hace dos años, en su declaración por escrito ante el juez Ruz.
4. “He nombrado a más de 500 altos cargos y solo dos me han salido rana”
Falso, por mucho que Esperanza Aguirre repita esta mentira sin cesar. La lista de investigados por corrupción que atesora esta cazatalentos es mucho más amplia que esos dos batracios que admite como propios. Además de Francisco Granados y Alberto López Viejo, Aguirre también nombró a muchas otras ranas, empezando por su delfín, Ignacio González, hoy imputado por su inexplicable ático marbellí. La lista es larga, crece por semanas y está casi completa aquí.
5. “¿Por qué tengo que echarle [a Beltrán Gutiérrez Moliner]? Es un funcionario del partido que está imputado”
Falso. Beltrán Gutierrez Moliner –otro batracio– está imputado pero no es un funcionario y se le puede despedir, salvo que las reformas laborales que ha aprobado el PP estén en vigor en toda España menos en la calle Génova número 13. Aguirre no echa a Gutiérrez Moliner por la misma razón por la que Mariano Rajoy estuvo pagando durante meses un sueldo en diferido a Luis Bárcenas: porque es su tesorero y sabe demasiado. Por eso Aguirre protegió a Beltrán cuando fue imputado por las tarjetas black y por eso lo sigue amparando hoy.
6. “Benjamín Martín Vasco no era alguien de mi confianza”
Falso. Aguirre hoy reniega de él, pero este imputado en la Gürtel, que fue diputado del PP en la Asamblea de Madrid en la lista que ella misma encabezaba, no solo era alguien de su confianza sino también “un buen amigo”. Así lo definió ella misma cuando excusó su presencia en un importante concierto homenaje de las víctimas del 11M para ir a su boda. Aguirre no solo estuvo como invitada: también fue testigo de la boda.
7. “No le he visto [a Francisco Correa] en mi vida”
Falso. Coincidieron en la boda de Benjamín Martín Vasco, donde Aguirre ejerció como testigo y Francisco Correa como patrocinador. La Gürtel pagó esa boda y también el lujoso viaje de novios a la Polinesia del “buen amigo” de Aguirre.
8. “Voy a reincorporarme a mi plaza de funcionaria”
Falso. Cuando “dejó la política” (otra mentira), Esperanza Aguirre no volvió a su plaza de funcionaria en Turespaña. Fue contratada a dedo por el ministro José Manuel Soria como asesora de la Secretaría de Estado de Turismo en un puesto de libre designación. También está por demostrar que Aguirre trabajase siquiera durante esos pocos meses que pasó como “funcionaria”, mientras daba ruedas de prensa y entrevistas, escribía carísimas tribunas en ABC y mantenía la presidencia del PP de Madrid. El despacho de Aguirre como asesora estaba en otro edificio distinto al de esa supuesta jefa a la que en teoría asesoraba. Tampoco es cierto que cobrase el sueldo de un funcionario: como asesora, ganaba bastante más.
9. “Dejaré [la presidencia del PP de Madrid] cuando el partido lo decida, aunque no será inmediatamente. No me gusta la bicefalia, para el PNV”
Falso. Cuando en 2012 “dejó la primera línea de la política”, Aguirre anunció que también dejaría la presidencia del PP de Madrid en manos de Ignacio González. Después no lo cumplió. Solo dejó la presidencia del PP de Madrid en 2016, al borde de su mandato, acosada por los casos de corrupción y casi cuatro años después.
10. “Si en dos años, después de llegar a la presidencia de la Comunidad de Madrid, algún madrileño tiene que esperar más de 30 días para ser operado yo dimito de la presidencia de la Comunidad de Madrid”
Falso. Aguirre lanzó esta promesa en su primera campaña electoral y, cuando vio que el plazo llegaba y las listas de espera seguían sin menguar, cambió los criterios de medición.
11. “La Comunidad de Madrid no tiene espías”.
Falso, como han confesado los propios espías recientemente ante el juez. Tres de los agentes que hicieron estos seguimientos a los rivales políticos de Esperanza Aguirre e Ignacio González han tirado de la manta y aseguran que el espionaje lo montó Sergio Gamón, el antiguo guardaespaldas de Aguirre y exmarido de una de las secretarias de la muy honesta lideresa. “Todo lo organizaba gente que daba cuentas a Esperanza Aguirre”, dicen los propios espías ante un caso que Aguirre –la Nixon de este Watergate– también dijo que “quedaría en nada”, pero que sigue en un juzgado bajo instrucción.
12. “En ningún momento he arrollado a nadie y mucho menos me he dado a la fuga”.
Falso, Esperanza Aguirre se fugó de los agentes de movilidad cuando la estaban multando, como demostraron las cámaras de vídeo, el atestado de los agentes y la propia investigación judicial.
13. “He presentado mi documentación a los agentes de movilidad, quienes sin motivo alguno, querían que siguiera allí parada cuando ya habían transcurrido 15 minutos”.
Falso. Las cámaras de seguridad probaron que Aguirre apenas estuvo cinco minutos, y no quince, hasta que se fugó.
14. “No he arrollado a nadie. He arrancado mi coche y al salir he rozado la moto de un agente y la he tirado al suelo. Poco tiempo después 7 agentes se han presentado en mi casa. Lo único que querían era una foto.”
Falso, los agentes hicieron con Aguirre exactamente lo mismo que habrían hecho con cualquier otro conductor que aparcase en plena hora punta en el carril bus de una de las calles más transitadas de la ciudad. Tampoco es cierto que apareciesen en su casa “poco tiempo después”: persiguieron a la lideresa a la fuga por las calles de la ciudad, pidiéndole en repetidas ocasiones que se detuviese, hasta que Aguirre llegó a su casa, entró en su aparcamiento y se refugió tras su escolta de la Guardia Civil. No “querían una foto”, sino cumplir con su deber.
15. “Dejo el PP de Madrid porque asumo la responsabilidad política de todos estos años”
Falso. Aguirre tampoco asumió su responsabilidad porque solo dimitió a medias, como es su tradición. Se fue del partido pero no de su cargo como portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid. Su segunda dimisión llegó solo siete años después de que estallase la Gürtel y quince meses después que Francisco Granados, su número dos en el PP de Madrid, fuese encarcelado por corrupción.
16. “No es que haga números a final de mes, ¡es que muchas veces no llego!”
Falso. La condesa de Bormos, Esperanza Aguirre, y su marido, el conde de Murillo, Fernando Ramírez de Haro, viven en un lujoso palacete en el centro de Madrid y son dueños de un extenso patrimonio. En 2012, como publicamos en eldiario.es, Aguirre y su marido cobraron más de cinco millones de euros por la venta de un cuadro de la familia. Lo típico de no llegar a fin de mes.
17. “El político que miente debe dimitir. Yo no miento. ¡Dígame usted cuándo he mentido yo!”
Falso, y es la última mentira porque Esperanza Aguirre desde ayer no ha vuelto a hablar en público.
“El más truhán se lleva la mano al corazón y el bruto más espeso se carga de razón”
(Antonio Machado)