El debate comenzaba abajo, muy abajo. Con Elena Valenciano con la voz algo rota y Arias Cañete leyendo:
Cañete: “Ayúdeme para que pueda ayudarle desde Europa”
Cañete ha intentado enfriar el debate con cifras (algunas más exactas que otras), manteniéndose en el terreno de la gestión económica y la herencia recibida.
- “Si el sistema financiero saltó por los aires fue porque ustedes pusieron en el Banco de España a un socialista que no tenía ni idea.”
- “La pobreza existe en España porque ustedes generaron tres millones y medio de parados. Su política nos llevó al borde del rescate.”
- “La refinanciación de los bancos ha sido ejemplar. La hemos hecho con el menor coste para el contribuyente”.
Valenciano ha intentado llevarse el debate al terreno de la corrupción y a los alrededores del caso Bárcenas. Entonces ha dicho: “Gobiernan una Europa en la que un millón de euros se escapa todos los años por fraude fiscal. Y ustedes hicieron una amnistía. En su programa, la palabra fraude no aparece” para luego rematar: “A ustedes no les gusta hablar de paraísos fiscales. ¡Y mire que han viajado dirigentes del PP a Suiza!”
Cuando Cañete intentaba hablar de agricultura y pesca, sus temas de cabecera, Valenciano ha recriminado a Cañete políticas machistas... y de palabras machistas.
Varias frases más han ido en ese sentido:
- “Quieren imponernos su moral. Quieren recortarnos la libertad de decidir si somos madres. Han escondido la ley en un cajón. Saben que la gente no la quiere.”
- “Nunca he oído hablar a Rajoy de la violencia de género”.
- “Ustedes siempre han tenido una relación muy difícil con la libertad, con la libertad de los demás”.
Cañete ha respondido:
- “La regulación del aborto no es competencia de la UE, es un debate que tendremos que tener a nivel nacional. ¿Y de qué esta usted hablando, si no hay ningún proyecto de ley?”
- “Este Gobierno ha apostado por las políticas sociales, por todas ellas. Y hablamos en serio.”
- “No tenemos ningún problema con la libertad ni lo tenemos con las mujeres”
Justo después, el único lapsus de todo el debate. Cañete tropieza con sus palabras.
Luego, de puntillas, inmigración o discapacidad.