5 de noviembre, el festivo feminista que nunca lo fue en Euskadi y que miraba al aniversario del sufragio universal
Este martes 5 de noviembre es un día laborable como cualquier otro. El Gobierno vasco, por ejemplo, se reunirá y ofrecerá después una rueda de prensa. También lo fue el 8 de marzo. Así, 2024 va terminando y con él se despide cualquier posibilidad del establecimiento de una primera jornada festiva feminista, como se discutió largamente en 2023. Tampoco en 2025 se ha previsto nada especial en este sentido.
El debate partió de la entonces vicelehendakari Idoia Mendia, cabeza visible del PSE-EE en el Ejecutivo de Iñigo Urkullu y competente en materia de Trabajo y Empleo y, por lo tanto, en la definición del calendario laboral. A modo de globo sonda, Mendia abrazó la posibilidad de colorear de rojo en el calendario de 2024 el 8 de marzo como guiño al feminismo. Parte del movimiento, sin embargo, lo rechazó al entender que era una jornada reivindicativa y no festiva, aunque otras voces recordaban que el 1 de mayo también es día de movilizaciones en defensa de los derechos de los trabajadores pero siendo no laborable.
Sin embargo, a ello se le sumó una tormenta política porque la parte del PNV del Gobierno, que dirigía las políticas de Igualdad, tampoco apoyó la iniciativa de Mendia. El Instituto de la Mujer (Emakunde), de hecho, llegó a abrir un proceso participativo para crear un festivo feminista en el que se discutieron hasta catorce fechas posibles... pero ninguna de ellas era la planteada por Mendia.
De ese foro surgió como alternativa el festivo del 5 de noviembre. ¿Por qué? Es el día en que las mujeres votaron por vez primera en España. El sufragio universal se estrenó en el referéndum de un fallido Estatuto de Autonomía durante la II República, en 1933. El archivo de Eibar conserva una icónica imagen realizada por la cámara de Indalecio Ojanguren con una fila de mujeres delante de una urna con otra mujer como presidenta de la mesa electoral y que ha pasado a la historia. En el resto de España las mujeres no pudieron votar hasta unos días después, hasta el 19 de noviembre.
El catedrático de Historia Antonio Rivera, exviceconsejero con Patxi López, avisó de que era muy “mala idea” glorificar el 5 de noviembre por ser aquella votación “uno de los fraudes en el escrutinio electoral más notables” del siglo XX. Criticó que Emakunde no hubiese validado con historiadores la propuesta antes de lanzarla. ¿Cuáles fueron las otras fechas que se manejaron? Algunas eran el 18 de febrero (en 2005 se aprobó la ley para la Igualdad) o el 4 de septiembre (en 1995 se celebró la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing). Se descartó también el 25 de noviembre, la jornada para resaltar la lucha contra la violencia hacia las mujeres.
La vicelehendakari Mendia replicó con ironía que la falta de acuerdo iba a llevar a que, en lugar de poner en el calendario una efeméride que pusiera en valor la igualdad, en 2024 se acabaría con algún comodín para rellenar el calendario en Euskadi y que las únicas posibilidades eran o el día del padre (San José, 19 de marzo) o el patrón de España (Santiago, el 25 de julio). Finalmente, se optó por la segunda opción, una jornada que ya es festiva de por sí en Vitoria al coincidir con el día de blusas y 'neskak'.
El Parlamento Vasco llegó a aprobar una resolución genérica para que Euskadi tuviera un guiño en su calendario laboral, pero aquella votación ha quedado también en papel mojado. Este periódico preguntó al sustituto de Mendia, el también socialista Mikel Torres, y el asunto parece lejos de volver a ser una prioridad. “Es una de las cosas que no hemos hablado en el actual Gobierno. Me parece una muy buena idea la que tuvo Idoia Mendia en su momento. Pero ahora no lo hemos hablado. No está recogido en el acuerdo de Gobierno”, explicó en una entrevista. Así las cosas, para 2025 ni se ha abierto el debate.
1