Ane vuelve a Mercedes-Benz: la nueva dirección de Vitoria readmite a la trabajadora despedida tras una baja por depresión
La nueva dirección de Mercedes-Benz en Vitoria quiere cambiar la relación con los sindicatos en esta nueva etapa y lo ha querido demostrar con un gesto. Bernd Krottmayer ha ordenado la readmisión de Ane, la trabajadora despedida tras una baja por depresión. Según ha comunicado el presidente del comité, Igor Guevara, Ane se reincorporará al trabajo el 1 de febrero, en un puesto con las mismas condiciones que tenía antes, labores de administrativa, aunque en diferente área. “Es una muestra de que el compromiso con las personas va más allá del discurso, algo que sinceramente esperamos que sea una constante en las relaciones laborales”, ha señalado.
Guevara ha constatado el “cambio de talante” en la dirección desde la salida de Emilio Titos, que se ha jubilado este 1 de enero, con el que recuerdan que a lo largo de todos estos años se ha reunido con él en contadas ocasiones, mientras que Bernd Krottmayer, mantuvo un encuentro con el comité en diciembre, ya antes de iniciar su mandato y les expresó “su disposición al diálogo y a tener presente a las personas”. “Ahí ya le trasladamos la situación de Ane, y adquirió el compromiso de informarse sobre la situación”, explican.
Desde diciembre se han estado buscando soluciones y “el compromiso de la nueva dirección ha pasado ser una realidad”. “Hoy podemos anunciar que Ane vuelve a formar parte de la plantilla, en un nuevo puesto y con mucha ilusión por trabajar y normalizar su vida cuanto antes”, se congratulan.
Desde el comité han reconocido el “esfuerzo de la nueva dirección en este asunto ”que le ha venido dado“. Un esfuerzo que ha permitido retirar la denuncia por despido improcedente que se había presentado y la readmisión de la trabajadora. Ane ha trabajado en Mercedes-Benz de Vitoria durante 26 años, en la misma planta en la que trabajaba su marido, que falleció de cáncer hace seis años. Aunque intentó reintegrarse al trabajo, sufrió una fuerte depresión que la obligó a coge bajas de manera intermitente durante varios años, hasta que tuvo que ingresar en una clínica de la que regresó este verano ya recuperada. En agosto la pidieron que se cogiera las vacaciones que la correspondían y a su vuelta la despidieron argumentando que su puesto había sido amortizado.
“Me he sentido como si fuera un número”, decía Ane en conversación entonces con elDiario.es/Euskadi. Este lunes, la situación es ya bien distinta: “Este nuevo jefe ha querido llegar a un acuerdo y estoy muy contenta de que las cosas hayan llegado a esta resolución y pueda volver a retomar mi vida. Lo tomo como un aprendizaje de que puedo aguantar y soy capaz de luchar y para adelante”.
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