Cerca de trescientos altos cargos del Gobierno vasco están obligados a firmar un código ético que les impide recibir regalos que vayan más allá de la cortesía o realizar negocios que puedan colisionar con los intereses públicos. De tomar copazos subvencionados, que es la última moda en Madrid, no dice nada, aunque discrepar con la línea oficial del Gobierno puede suponer la expulsión de la casa del Gran Hermano Público vasco.
El Gobierno vasco pretende recuperar la confianza de los ciudadanos por las instituciones y bla, bla, bla, y para ello pondrá en funcionamiento una Comisión de Ética Pública que vele por el cumplimiento de la norma.
Por la presente traslado unas dudas éticas sobre el Gobierno y otras instituciones vascas en la confianza de que la mencionada Comisión de Ética Pública podrá responderlas con celeridad y acierto.
1. ¿Es ético que los ciudadanos desconozcamos quiénes son los donantes particulares de los partidos políticos que gobiernan las instituciones vascas y que, por tanto, no sepamos si esos donantes han recibido dinero público a través de las adjudicaciones de contratos?
2. ¿Es ético que las instituciones ignoren de forma reiterada los informes del Tribunal Vasco de Cuentas que alertan de irregularidades en la concesión de contratos y en los procesos de selección de trabajadores públicos?
3. ¿Es ético que EiTB despida a algunos de los mejores periodistas de Radio Vitoria mientras emite el programa Ongi Etorri que ofrece el imprescindible servicio público de enseñar el interior de las chozas más cool de Euskadi?
4. ¿Es ético criticar la venta supuestamente engañosa de productos financieros más allá del Ebro (preferentes) y lavarse las manos con la venta supuestamente engañosa de productos financieros más acá del Ebro (aportaciones subordinadas de Eroski y Fagor)?
5. ¿Es ético que el precio de los menús de algunos de los comedores para directivos y trabajadores del sector público sean casi tan baratos como algunos menús de los comedores sociales para personas en riesgo de exclusión social?
6. ¿Es ético que mientras en Euskadi han desaparecido 830 empresas en los primeros cuatro meses del año, el lehendakari apoye la condonación de la deuda a una empresa tan mal gestionada como el Bilbao Basket?
7. ¿Es ético que algunos políticos permanezcan impasibles ante el fraude fiscal pero se les llene la boca con el fraude de las ayudas sociales?
8. ¿Es ético que el alcalde de Vitoria perdone parte de los gastos injustificados en comilonas y copas de los antiguos organizadores de la feria taurina y no le tiemble el pulso para reducir o cerrar las actividades en las ludotecas y salas de encuentro de los centros cívicos de la ciudad?
9. ¿Es ético que las sociedades públicas del Gobierno vasco estén infiltradas por decenas de militantes de partidos políticos que no han superado ninguna prueba de acceso?
10. ¿Es ético que gran parte de las decisiones más importantes de las instituciones se tomen en las ejecutivas de los partidos políticos?
11. ¿Es ético llamar “accidente” a la muerte de Cabacas después de escuchar a un responsable de la Ertzaintza exigir a sus subordinados que entren “con todo lo que tenemos” a pesar de que conocía que no se estaban produciendo incidentes?
12. ¿Es ético inflar con millones de euros de dinero público a una empresa privada para ver si suena la flauta?
13. ¿Es ético enarbolar la bandera de la educación pública cuando Euskadi es una de las comunidades autónomas que más dinero da a las escuelas privadas?
14. ¿Es ético que el incumplimiento del programa electoral con el que se accede al Gobierno vasco no tenga ninguna consecuencia en el código ético del propio Gobierno vasco?
15. ¿Es ético invitar a angulas con dinero público y vanagloriarse de ello?
Sobre este blog
Iker Armentia es periodista. Desde 1998 contando historias en la Cadena Ser. Especializado en mirar bajo las alfombras, destapó el escándalo de las 'preferentes vascas' y ha investigado sobre el fracking. Ha colaborado con El País y realizado reportajes en Bolivia, Argentina y el Sahara, entre otros lugares del mundo. En la actualidad trabaja en los servicios informativos de la Cadena Ser en Euskadi. Es adicto a Twitter. En este blog publica una columna de opinión los sábados.
