Visionaria, creativa, escritora, investigadora. Expansiva, exploro ámbitos diversos y los traduzco en actividades de marketing y dinamización. Levanto piedras para encontrar nuevas especies y a veces, acabo metiendo la pata en su huella. Entre patrones, tacones, pasiones y fogones me muevo como pez en agua. La pluralidad en el gusto, mi bandera de maitines.
Realidades paralelas
Cuando llegan elecciones, la política lo copa todo, y muchos ámbitos se vuelven escenarios de batalla, incluidas la sanidad y la cultura. En los medios de comunicación hay todo tipo de informaciones interesantes: disputas por colgarse medallas, huelgas, encierros sindicales, manifestaciones, incluso insultos gratuitos. Hechos significativos, llamativos y altamente tóxicos, que bien pueden servir de entretenimiento en reuniones sociales y ser base de conversaciones sin fin.
Al margen de estos cuadriláteros dialécticos, sin embargo, la calle tiene una vibración y situación propias. La incoherencia y el paralelismo entre ambos universos son absolutamente palpables en la vivencia de las diversas situaciones cotidianas.
Por ejemplo, las discusiones sobre la gestión de los espacios de tráfico rodado se viven a pié de calle como retenciones puntuales de vehículos en las vías de un sólo carril cuando los camiones de reparto se agolpan y las zonas de carga y descarga están llenas, o pasa el camión de la basura a las 8:17 de la mañana, interrumpiendo todo el tráfico matutino.
Otro ejemplo son las noticias sobre los problemas en Osakidetza: el encierro de los sindicatos de los trabajadores del sector en el Hospital de San Sebastián, o la discusión sobre dónde se hace el nuevo ambulatorio de Aiete. Sin embargo, y al margen, lo preocupante es la traducción de estos problemas a nivel ciudadano. Por ejemplo, ir a urgencias y que te digan que vuelvas otro día, que como tu vida no corre peligro, puedes esperar a que te atienda tu médico de cabecera, que hoy está ocupado, por cierto, y no es cuestión de sobrecargar la agenda de otros médicos, ya que tu caso no es de vida o muerte (¿?).
O como la noticia de la mujer con problemas psiquiátricos que robó un bebé también en el Hospital de San Sebastián (para la que, por cierto, la acusación particular ha pedido hasta seis años de cárcel). Pero la realidad, en mi caso, ha sido que esta situación ha suscitado un debate mucho más profundo, yendo a la base del asunto. El caso pone en evidencia que el sistema sanitario obliga, de alguna forma, a las embarazadas a parir en un lugar donde se atiende a personas enfermas (que esa es la definición, por ende, de 'hospital': establecimiento destinado al diagnóstico y tratamiento de enfermos, donde se practican también la investigación y la enseñanza). Pero la verdad es que parir no es una 'enfermedad'. La noticia, pues, no es sólo que en el hospital se robó un bebé; también es que el sistema médico actual trata a las embarazadas como enfermas.
El juego de tronos también se vive en Donostia con la particular polémica sobre quién se queda y qué hacer con el edificio de Pescadería de la Bretxa. Mientras se resuelve esta compleja contienda, el fantástico Mercado de la Bretxa, una de las grandes insignias y gran icono de la ciudad a nivel gastronómico, sigue en el sótano del edificio…
El paralelismo y la incoherencia entre las historias y los contenidos de trasfondo a veces me resultan turbadores. Realmente muchas situaciones son cortinas de humo que nos impiden ver más allá. Entiendo perfectamente la imposibilidad de tratar la información de una forma detallista, y mucho menos personalizada, incluyendo además la necesidad de protección de privacidad de los asuntos personales o privados individuales. Pero, y cada vez me sucede más, tengo la sensación de que, de alguna manera, hemos llegado a un punto en el que los problemas no se abordan desde la base, dejando en el camino heridos y daños colaterales, quedándonos en el remolino de luz de una superficie oleosa y brillante.
Mientras la disputa política sucede, ya han empezado a florecer los magnolios en San Sebastián. Para cuando retoñe el nuevo Gobierno, esta flor ya habrá caído.
Sobre este blog
Visionaria, creativa, escritora, investigadora. Expansiva, exploro ámbitos diversos y los traduzco en actividades de marketing y dinamización. Levanto piedras para encontrar nuevas especies y a veces, acabo metiendo la pata en su huella. Entre patrones, tacones, pasiones y fogones me muevo como pez en agua. La pluralidad en el gusto, mi bandera de maitines.
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