La cultura no entiende de idiomas ni de géneros, de fronteras ni de espacios. La cultura es un idioma universal que cada uno habla a su forma y cada cual entiende a su manera. Cultura con c y con k, masculina y femenino. Cultura en el idioma universal. Kulturo!
Flamenco y sabor latino se hermanan con el jazz en Vitoria
El Festival de Jazz de Vitoria circula por su 38ª edición, y por el mismo carril del que rara vez se sale. Esto es, máxima calidad musical, poco riesgo en el cartel, rostros que se repiten y diversidad de escenarios, con una ciudad volcada en ofrecer jazz durante esta próxima semana (aunque el resto del año se difumina la fiebre por el jazz).
Con un formato mínimamente retocado estos últimos años a consecuencia de la crisis (ya no hay picnic en las campas de Armentia con música de Nueva Orleans), se ha tratado de mantener la calidad de siempre, con muchos artistas que ya conocen Vitoria de ediciones anteriores y con unos pocos que actúan en la capital vasca por primera vez.
Take 6 ya conoce el escenario del pabellón de Mendizorroza. Y siempre gustan con su música ‘a capella’. Tienen su base en el góspel y ya suman 10 premios Grammy. El lunes abrirán el programa oficial.
Ese mismo día, en el Teatro Principal (dentro del ciclo del Siglo XXI), se da cita la habitual conexión entre músicos del entorno con otros procedentes de más lejos: en este caso, el mix lo componen Sylvain Luc (guitarrista de Bayona) y saxofonista estadounidense David Binney, habituados a trabajar con algunos de los grandes.
El martes se sirve la primera ración del festival de la mezcla entre flamenco y jazz, con Chano Domínguez y Niño Josele, que estrenan en Mendizorroza su nuevo disco conjunto, producido por Fernando Trueba. Le seguirá una big band del siglo XXI, llamada Secret Society y dirigida por el canadiense Darcy James. Por la tarde en el Principal, se podrá ver al pianista Kris Bowers, un joven talento que presenta su álbum de debut.
El miércoles 16 regresa de nuevo la cantante Noa, una de las voces más reconocibles de los últimos años, que pisó por primera vez el Festival de Jazz de Vitoria hace 20 años. Y un rato después se subirá al mismo escenario el cantaor Miguel Poveda. Al final, se promete una aparición conjunta entre la cantante israelí y el embajador del flamenco. Unas horas antes en el Principal se podrá ver a una formación con el reclamo de Andrea Motis al micrófono (aunque ella no solo canta, también toca el saxo y la trompeta), junto con su mentor, Joan Chamorro.
El jueves todo el pabellón Mendizorroza se moverá al ritmo de Louis Armstrong, a quien rinden homenaje dos hijos de la ciudad de Nueva Orleans. El primero, Trombone Shorty, un músico que ya visitó Mendizorroza antes y trae la energía de la nueva generación. Gran trombonista, pero también trompetista, ha surgido del jazz y lo fusiona con el funk y el hip hop con toda naturalidad. Después de él, entrará en escena Dr. John, todo un clásico, un gurú en Nueva Orleans, que hace de todo: compone, produce, toca múltiples instrumentos (piano, guitarra, bajo…) y es dueño de una voz penetrante, que acompaña a un gusto exquisito. Como colofón, se subirán los dos juntos al escenario en una velada que promete. Como aperitivo en el Principal, estará una saxofonista chilena de 26 años llamada Melissa Aldana.
El viernes habrá una extraña mezcla en Mendizorroza. En la primera parte, un habitual de Vitoria, el bajista Richard Bona, que siempre ha gustado al público local, estará acompañado por el batería Manu Katché, el saxo Stefano di Battista y el piano de Eric Legnini. Y en la sesión posterior, por primera vez, aparecerá Paul Anka. Sí, el mismo; que lleva casi 60 años en activo. Desde principios de este siglo, recopila grandes éxitos de la música, bajo el título ‘Rock swings y grandes éxitos’. Es habitual escucharle cantar temas como ‘It’s My Life’, de Bon Jovi, ‘Everybody Hurts’ de REM, ‘Tears in Heaven’ de Eric Clapton, ‘Wonderwall’ de Oasis, ‘Black Hole Sun’ de Soundgarden o ‘Smells Like Teen Spirit’ de Nirvana. Como preámbulo en el Principal estará el trío del francés Baptiste Trotignon.
El sábado termina el programa con mucho sabor, latino claro. Por un lado, Chucho Valdés presenta su último trabajo, ‘Border Free’. Y por otro, llega la Orquesta Buena Vista Social Club con su gira de despedida, titulada ‘Adiós Tour’, y acompañados por Omara Portuondo. Ponen así fin a un viaje que empezó en 1997, ha involucrado a más de 40 músicos y han ofrecido un millar de conciertos. Al final se les unirá Chucho Valdés.
Ese mismo día, el ciclo del Siglo XXI se cerrará con la actuación de la cantante Cécile McLorin, que en pocos años y un solo álbum, ‘Woman Child’, ha hecho que algunos de los grandes se hayan fijado en ella como un valor de futuro.
Vitoria se inunda de jazz
Pero no solo de los escenarios oficiales vive el festival. Durante toda la semana la música inunda una ciudad que ofrece una amplia programación repartida por bares y hoteles y que saca el jazz a la calle. Los New Orleans Swamp Donkeys son los encargados este año de recorrer el centro de Vitoria con sus sonidos de viejo jazz de club. Este formato sorprende a los paseantes y atrae a un público de todas las edades que solo tiene que seguir el sonido de la música para disfrutar de un miniconcierto en movimiento.
Los hosteleros vitorianos no se abstraen de esta fiebre jazzistica y ofrecen una programación tan amplia que hay que hacer una selección previa para decidir qué conciertos no quiere uno perderse. Las sesiones empiezan por la tarde en plena plaza de la Virgen Blanca con las sesiones de 'Minijazz' que programa desde hace 16 años el 'Café Dublín' y que comparte su apuesta por la música en la calle con su vecino, el restaurante Virgen Blanca. Ambos establecimientos apuestan por grupos locales como Maracas para Dos, The Soulville Brothers o Daddy's Funclub, más alguna visita de Madrid y Barcelona, en sesiones alternas de 19:30 y 21:00. Las noches del fin de semana están reservadas para los DJs Parrutxo y Jadd & Zigor a partir de las 23:00 dentro del Dublín.
Pasada la medianoche es el turno de las tradicionales 'jam sessions' en el NH Canciller Ayala. El pianista David Kikoski, uno de los preferidos de grandes como Path Metheny o Bob Berg, actuará de martes a sábado con el trompetista Terell Stafford como invitado especial. Además The Pink Turtle, un grupo formado por siete músicos, versionarán grandes éxitos de pop y del rock en un tono más desenfadado.
Con la llegada de la noche otros establecimientos se transforman estos días también en 'Clubes de Jazz'. Es el caso del Zabala que evocará el sonido de Nueva Orleans de la mano de Madrí Gras ; el 8ºB con el genial batería vitoriano Ángel Celada; y el Man in the moon con doble oferta: Juan Sebastián y Borja Berrueta duo y Steamboat Jazz Band.
Si alguien se queda con ganas puede amenizar el vermú del fin de semana con Jam Pack in Purple, un grupo de músicos curtidos en la escuela de música Luis Aramburu de Vitoria, y que actuarán a partir de las 13:30 en el O'Connors.
El Festival de Jazz de Vitoria circula por su 38ª edición, y por el mismo carril del que rara vez se sale. Esto es, máxima calidad musical, poco riesgo en el cartel, rostros que se repiten y diversidad de escenarios, con una ciudad volcada en ofrecer jazz durante esta próxima semana (aunque el resto del año se difumina la fiebre por el jazz).
Con un formato mínimamente retocado estos últimos años a consecuencia de la crisis (ya no hay picnic en las campas de Armentia con música de Nueva Orleans), se ha tratado de mantener la calidad de siempre, con muchos artistas que ya conocen Vitoria de ediciones anteriores y con unos pocos que actúan en la capital vasca por primera vez.